San Antonio María Claret (1807-1870), Fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, Arzobispo de Cuba y Confesor de S. M. la Reina Doña Isabel II
Ejercicios Espirituales de San Ignacio (de Loyola) explicados por San Antonio María Claret, Editorial Coculsa, Paseo de Rosales, 48, Madrid, 1955, undécima edición, págs. 526-527:
(…) tienen necesidad de hacer confesión general aquellas almas que, si bien han confesado siempre todos sus pecados, pero
ha sido sin dolor de haber pecado, y sin propósito de no volver más a pecar.
Si sus confesiones han sido sin enmienda ninguna.
Si han vivido en ocasión próxima voluntaria.
Si han tenido siempre odio o rencor a su prójimo.
Si han retenido lo ajeno, y pudiendo restituirlo no lo han hecho.
Si han sido omisos en cumplir las principales obligaciones de su estado.
Aquellas almas, pues, que han hecho sus confesiones particulares con alguno de estos defectos, han de entender que han sido nulas y sacrílegas, y que no tienen otro remedio para reparar sus daños y perjuicios, y asegurar su eterna salvación, que el hacer una buena confesión general.
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Nota: Si quieres descargar esa obra en su versión del 1859, pinche acá. – Derechos: Obra original perteneciente a los fondos bibliográficos de la Fundación Sancho el Sabio Fundazioa (Vitoria-Gasteiz) http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/