Por Plinio Corrêa de Oliveira
Santo del Día, 21 de abril de 1971
“Católico, romano y apostólico, el autor de este texto se somete con devoción filial a las enseñanzas tradicionales de la Santa Iglesia. Sin embargo, si por descuido se encontrara en este escrito algo que contradiga dicha enseñanza, lo rechaza inmediata y categóricamente.”
Las palabras “Revolución” y “Contrarrevolución” se emplean aquí en el sentido que les dio el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira en su libro Revolución y Contrarrevolución, cuya primera edición se publicó en la revista mensual Catolicismo, Nº 100, abril de 1959.
Nota: 11 Santos, 1889 Beatos y muchos otros Siervos de Dios [datos actualizados al 23 de marzo de 2019]. La conmemoración litúrgica común se celebra en España el 6 de noviembre bajo el título de “Santos Pedro Poveda Castroverde, Inocencio del Inmaculado Canoura Arnau, sacerdotes y compañeros, mártires” (cf. sitio web “Santi e beati“).
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El resurgimiento del fervor de España durante la Guerra Civil y su posterior decadencia
El texto que tengo ante mí proviene de un libro del Padre Frederick Muckermann, un jesuita, titulado Escuchando el alma de España. Se extrae de cartas fechadas en los años 1936 y 1937. Estos extractos son los siguientes:
Los soldados y falangistas de Salamanca llevaban la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en sus estandartes. Los falangistas de Sevilla comenzaron llevando en sus uniformes una pequeña imagen del Sagrado Corazón de Jesús; ahora, todos los oficiales y soldados del ejército, incluido el General Queipo de Llano, portan el escudo del Sagrado Corazón. El coche blindado asignado a nuestro grupo lleva en su parte frontal una gran pintura del Sagrado Corazón y la gente nos llama “las tropas del Sagrado Corazón.”
Toda la sociedad está siendo purificada, pasada por fuego y sublimada. De todas partes llegan relatos de hechos como estos: (…) La asociación de jóvenes envió a sus miembros a las librerías en busca de libros inmorales o hostiles a la religión. Estos jóvenes terminarán reformando completamente la vida en las universidades…
A bordo del buque de guerra Canarias: “cantaban por la noche… el comandante reintrodujo la antigua costumbre española. Conoces bien la canción: Tú que mandas sobre los vientos y el mar, habla y ordena que los vientos y la tormenta se calmen. Ten misericordia de nosotros, Señor, misericordia, Señor, misericordia.”
Fal Conde compuso un libro de oraciones para los requetés. En los combates de Novafria, seis voluntarios fueron enviados en una patrulla. Hicieron su confesión, partieron y nunca regresaron. Cuando nuestras tropas, días después, tomaron las posiciones enemigas, encontraron los cadáveres ya oscurecidos. Uno de los valientes no había muerto de inmediato, pues su cuerpo estaba estirado, su cabeza descansaba en una mano, y con la otra sostenía abierto el libro de oraciones de los requetés, frente a aquellos ojos que ya no veían. La página estaba abierta en las Oraciones para los moribundos.