San Vicente de Paul (27/9): Suntuosidad y amor a los pobres en la doctrina católica

Por Plinio Corrêa de Oliveira AMBIENTES, COSTUMBRES, CIVILIZACIONES Catolicismo Nº 124 – Abril de 1961 La Revolución es eximia en deformar a los ojos de la posteridad la verdadera fisonomía moral de los Santos. Hubo un tiempo en que, para ello, se servía de la injuria y de la mentira. Falsificando diretamente os fatos históricos, […]

Nuestra Señora de las Mercedes: Armonía de la acción con la vida contemplativa

“Fué nombrada Orden Real, Militar y Religiosa de Nuestra Señora de las Mercedes para el rescate de los cautivos. Sus clérigos se dedicaban más especialmente al oficio del coro en los conventos; los caballeros vigilaban las costas y se empeñaban en la misión peligrosa del rescate de los prisioneros cristianos“. Ustedes están viendo qué bonito equilibrio de cosas: el clérigo es hecho sobre todo para rezar por los caballeros.[…] Y los caballeros luchaban, aprovechando así las oraciones y los méritos acumulados por los clérigos para ellos. Esa es una idea que siempre me fue muy simpática: una verdadera Orden religiosa que tuviese un ramo puramente contemplativo para rezar y expiar por aquellos que se consagran a la acción.

Nuestra Señora de La Salette (19/9) y las profecías de castigos

por Plinio Corrêa de Oliveira Santo del Día, 18 de septiembre de 1965 [1] A D V E R T E N C I A Este texto es transcripción de cinta grabada con la conferencia del profesor Plinio Corrêa de Oliveira dirigida a los socios y cooperadores de la TFP. Conserva, por tanto, el estilo […]

La espada: símbolo de heroísmo y de pompa

La espada quedó asociada a una serie de aspectos poéticos y heroicos, símbolo de la caballería y de la dignidad humana, que no se disocian de ella. Por eso, en la espada se juntan no sólo la belleza de la forma, sino también la excelente calidad del material utilizado en su confección. Y cuando su detentor posee una fe ardiente y un espíritu sacral, no duda en colocar una reliquia del santo de su mayor devoción en su empuñadura.

Dolores y alegrías se entrelazaron continuamente en la vida de la Madre de Dios

Nuestro Señor tuvo en vista nuestra época y la Santísima Virgen también. Tuvo en vista todas las traiciones de nuestros tiempos, todos los abandonos, todo cuanto las almas sacerdotales le hicieron sufrir. Si el pecado de cualquier hombre hizo sufrir tanto a Nuestro Señor, ¿cuánto lo haría sufrir el pecado de los propios miembros de la Santa Iglesia?

Los Siete Dolores de Nuestra Señora

“Santo del Día”, 15 de septiembre de 1966 (excerpta) No se puede imaginar lo que sea el dolor de una madre por la muerte cruel de un hijo. ¿Cómo habrá sido el dolor de la Santísima Virgen al ver crucificado al Hijo de Dios?   Ella, por la voz pela liturgia, nos invita a considerar […]

La Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo, cimiento de nuestra Fe

Agência Boa Imprensa – ABIM, marzo de 1994 [1] Ave Crux Spes Unica   El Evangelio nos descubre con la mayor evidencia cuánto se compadece la misericordia de nuestro Divino Salvador con nuestros dolores de alma y del cuerpo. Basta considerar los asombrosos milagros de su omnipotencia practicados tantas veces para mitigarlos. Sin embargo, no imaginemos […]

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