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Juan Gonzalo Larrain Campbell
Plinio Corrêa de Oliveira
Previsiones y Denuncias en defensa de la Iglesia y de la civilización cristiana
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"CATOLICISMO" - Mayo/2004 El origen del avance del protestantismo en Brasil, denunciado hace más de medio siglo
El mal uso o el abuso de la palabra “cristiano”: una de las causas del crecimiento del protestantismo en Brasil.
Frente al avance que el protestantismo ha alcanzado en Brasil —en 1940 eran 491.000 y en el año 2000 llegaron a 26.200.000; mientras los católicos eran más del 95% de la población en 1940, y son el 73,8% en 2000— cabe formular algunas preguntas: ¿cómo explicar ese fenómeno? ¿Fue repentino tal crecimiento, o se viene produciendo desde hace mucho tiempo? ¿Cuáles serían sus causas remotas y próximas? La confusión creada en los espíritus por la crisis en que se sumergió la Iglesia Católica, sumada a otros factores de desorden que la Revolución propala continuamente por el mundo, hace difícil para muchas personas responder a tales cuestiones. Es con la intención de prestar auxilio a los lectores de Catolicismo y explicitar tales temas, que publicamos estas líneas. Mal uso del término “cristiano” Las causas del avance del protestantismo en Brasil son múltiples, y fueron señaladas en numerosos libros, artículos y conferencias por Plinio Corrêa de Oliveira. Él también indicaba el antídoto que debía ser usado contra ese creciente peligro. En este artículo trataremos de una de las causas: la hábil maniobra llevada a cabo a través del uso indebido y forzado de la palabra cristiano, y la concomitante falta de vigilancia de los católicos frente a tal maniobra, denunciada en los textos que siguen a continuación, seleccionados entre muchos otros. Hay también otras causas y hasta más importantes. Analizaremos ésta en el presente artículo por tratarse de una de las primeras, que estuvo en el origen del avance protestante, habiendo sido señalada por Plinio Corrêa de Oliveira hace casi 70 años [1]. En 1938, en el auge de la ascensión de los führers en Europa, que se presentaban como anticomunistas, y de otros líderes de ideologías análogas en América del Sur, él apuntaba a tales jefes políticos como propagandistas de un falso cristianismo: “Del siglo XIX hasta nuestros días, 'mucha agua corrió para el mar'. Los problemas se hicieron cada vez más agudos, las revoluciones más intensas y las crisis más profundas. Por esto y porque la impiedad perdió terreno, manifiestamente, en el espíritu de las masas, hoy nadie más ¾o al menos muy poca gente— se dice anticristiana con todas las letras, en los ambientes anticomunistas. “No obstante esto, la vieja fobia liberal a la disciplina de la Iglesia no murió. Y, en el vocabulario de muchos estadistas, moralistas y sociólogos modernos, ganó terreno la palabra 'cristiano', empleada para designar una solidaridad (ése es el término) con el Evangelio, que no implicaría ningún acto de Fe, o que a lo sumo implicaría una vaga creencia, una vaga sobrenaturalidad que se da como aureola al Salvador. “El 'cristianismo' de una importante facción del hitlerismo no es sino esto. Y 'esto', en último análisis, no es sino el libre examen del protestantismo” [2]. Después de transcribir un texto en que Plinio Barreto, defiende el “cristianismo”, Plinio Corrêa de Oliveira concluye: “[...] Como se ve, Su Señoría, ad instar de muchos pensadores del siglo XIX y de las derechas europeas contemporáneas, es adepto de un cristianismo sin fe y sin Iglesia, que es explícitamente acatólico. “¿Qué frutos esperar de tal 'cristianismo'? “No nos parece conveniente discutir. Un hecho sólo: ¿dónde, fuera de la Iglesia Católica, se encuentra el tipo de 'hombre cristiano' en la plenitud que los Santos de la Iglesia alcanzaron?¿Dónde está el Francisco de Asís?¿Cuál es el führer cristiano que lave las llagas de los leprosos, como San Luis y Santa Isabel? ¿Cuál el bienhechor cuyo corazón arda con el amor compasivo de los pobres, de un Vicente de Paúl? “Es en vano. Por más que se diga, se repita o se proclame lo contrario, sólo a la luz y al calor de lo sobrenatural divino de la Iglesia puede crecer la flor preciosa del auténtico espíritu cristiano. Para ser cristiano, sólo hay un camino: la Iglesia Católica” [3]. En 1940, a partir de un hecho que a algún incauto podría parecerle sin importancia, Plinio Corrêa de Oliveira discierne y denuncia la maniobra protestante, y llama a los fieles para que no se dejen engañar, indicando también el antídoto necesario. “Entre otras iniciativas protestantes dignas de nota, figura la fundación de una 'Asociación Cristiana de Académicos' que, muy significativamente, hizo una convocatoria de sus miembros para reunirse en el Salón del Mackenzie College el viernes próximo pasado, 'para discutir el proyecto de estatutos elaborado por una comisión de estudiantes'. “La asociación no es claramente protestante, como no es oficialmente protestante — al menos para efectos de publicidad en el Brasil¾ el Mackenzie College. La asociación es 'cristiana', como es —al menos en la apariencia— simple y cándidamente 'cristiana' la tristemente famosa 'Asociación Cristiana de Jóvenes'. “¿'Cristiana'? Pero si es una asociación cristiana, es una asociación religiosa. Si es religiosa, o es única y exclusivamente católica o es pan-cristiana, luego herética. ¿ No parece claro este raciocinio?” [4]. “Parece, y es. A los protestantes les gusta inmensamente ocultar sus iniciativas anticatólicas bajo la vaga designación de 'cristianas'. El móvil de esta maniobra es obvio. Nadie tiene más derecho de llamarse cristiano que el católico, que es el cristiano por excelencia. Así, pues, un católico desprevenido, viendo que una cosa trae el rótulo 'cristiano', juzga que ella es suya, y le da apoyo. Así, establece él con la 'cosa' un primer contacto, que es lo que los protestantes desean. Y este primer contacto será suficiente para que el protestante intente una pequeña maniobra de proselitismo”. “¿Cuál es el antídoto para esta maniobra? Que los católicos se convenzan de que no se debe tomar el hábito de llamar sus cosas por la exclusiva palabra 'cristiano', sin agregar inmediatamente otra: 'católico'. Máxime en una época de protestantismo audaz, como es ésta, tal providencia se impone absolutamente. “El 'Legionário' ya ha insistido vivamente en este asunto. El 'Diario', de Belo Horizonte, en interesante artículo sobre 'El abuso de las palabras', mostró hace unos días cómo es verdadero este modo de ver. Por todas partes, la palabra 'cristiano' es empleada abusivamente para designar ideas e instituciones muchas veces claramente anticristianas, es decir, anticatólicas, lo que viene a dar en la misma cosa. De suerte que, a medida que trabajemos para que se pierda el hábito de usar la palabra 'católico', estaremos trabajando para facilitar el juego del enemigo” [5]. En 1942, a propósito de un discurso que el Sr. Ataliba Nogueira hizo en la sede de la Federación Mariana —en el cual proclamó “que está, al menos momentáneamente entre nosotros, concluida para la Iglesia la fase del combate en campo abierto contra adversarios de visera erguida”¾ Plinio Corrêa de Oliveira escribe: “La creciente influencia del Catolicismo en Brasil se impone a los adversarios de nuestra Fe con la inexorable fuerza del hecho consumado. Cesó la lucha aparente. Y, para continuar luchando mejor, el diablo 'se hizo sacristán', y la fase entre nosotros está abierta para las 'aproximaciones' insidiosas, de las infiltraciones pérfidas, de las ambigüedades melifluas” [6]. Y después resume partes de un discurso que otro orador pronunció en la Curia Metropolitana: “[...] afirmó que, en la vida religiosa de Brasil, tal como aconteció a las márgenes del Rhin, el más poderoso adversario no era aquel que en el frente de combate multiplicaba los disparos de artillería y los avances de los tanques, sino la quinta columna engañosa, desleal, astuta, que sugiere las actitudes erróneas, provoca las falsas maniobras, suscita cuestiones extemporáneas entre hermanos de creencia, y triunfa por la intriga, por la calumnia y por la urdidura de la conspiración” [7]. Desenmascarar doctrinas heréticas “El espiritismo y el protestantismo han usado mucho esta práctica. Adornándose con el inmerecido título de 'cristianos', los herejes procuran difundir sus doctrinas ocultando, cuanto les es posible, a nuestro pueblo bueno y piadoso, que ésas son palabras de destrucción y de muerte para el alma, y que rompe con la Iglesia de Dios quien culpablemente las profese. “Así, nos parece que ningún medio es más adecuado para reprimir las herejías espiritista y protestante que desenmascarar sus verdaderas doctrinas sobre nuestro adorable Salvador” [8]. En artículo posterior, recomienda: “Y, al mismo tiempo, ninguna ingenuidad es más culpable que la de ciertos católicos snobs [9] que, para imitar no sé a qué escritores del otro lado del mar, parecen haber relegado al ostracismo, en su vocabulario, la palabra 'católico', sustituyéndola metódicamente por la palabra 'cristiano', de la que tanto abuso se hace entre nosotros. Enorgullezcámonos de nuestro título de cristianos. El hombre no puede poseer otro título tan bello, pero por esto mismo insistiremos en proclamarnos siempre y siempre católicos, apostólicos, romanos. Sólo es este título el que trae consigo la garantía de un Cristianismo sin mancha, sin deformaciones, sin falsificaciones” [10]. En 1944, denunciando una vez más la engañosa táctica de los protestantes, afirmaba: “Nunca será suficiente acentuar la táctica de confusión, de la que se sirven tan ampliamente los protestantes. Su idea fija consiste en ocultar en toda la medida de lo posible el carácter anticatólico de sus obras, enmascarándolas con la designación de 'cristianas'. Que esto nos sirva de lección, para que comprendamos que, si no queremos servir a los protestantes, deberemos poner énfasis en mantener clara, positiva, ineludible, y plenamente católicas, apostólicas y romanas, nuestras iniciativas. “Este comentario viene a propósito de la siguiente noticia, publicada bajo el título 'Asociación Cristiana de Académicos'. “'La ACA, de São Paulo, está invitando a todos los estudiantes cristianos y a sus respectivas familias para asistir a las conmemoraciones del Día Universal de oración de los estudiantes, hoy, día 11, a las 16 horas, en la calle Helvecia, 772. El programa preparado constará también con la actuación de numerosos corales'. “Si no supiéramos que en la calle Helvecia funciona un templo protestante, ¿cómo podríamos adivinar que es genuinamente protestante la ACA?” [11]. * * * Los textos mencionados arriba prueban que la táctica usada por los protestantes, ya en el comienzo de su fuerte avance en el Brasil, fue denunciada en sus orígenes por Plinio Corrêa de Oliveira. [1] Las causas principales del avance protestante en el Brasil están directamente relacionadas con la crisis que comenzó a sacudir a la Iglesia Católica precisamente en los años 40, a partir de ambientes de la Acción Católica, y que creció de manera incalculable a lo largo de los años hasta hoy. En efecto, considerable número de eclesiásticos y de miembros del laicado católico fueron abandonando paulatinamente, a partir de esa época, la enseñanza de la doctrina tradicional de la Iglesia en diversos aspectos e incentivando la Revolución socio-político-cultural que viene asolando al País. De este modo, se acentuó hasta un grado difícil de imaginar, la confusión entre los católicos, causando de un lado la apostasía de fieles, que se afiliaban a movimientos revolucionarios; y, de otro, creando un inmenso vacío religioso y un creciente desinterés del público por la Religión Católica, lo que ha servido como un caldo de cultivo fundamental para el avance de las sectas protestantes. [2] Legionário, Cristianos acatólicos, 24-7-1938. [3] Idem, ibidem. [4] Legionário,7 Días en Revista, 1-9-1940. [5] Idem, ibidem. [6] Legionário, Católicos, apostólicos, romanos, 11-1-1942. [7] Idem, ibidem. [8] Idem, ibidem. [9] El autor se refería a miembros de la Acción Católica, que ya usaban esa táctica. [10] Legionário, Católicos, Apostólicos, Romanos, 11-1-1942. [11] Legionário, 7 Días en Revista, 13-8-1944.
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