Se designa en este libro con el nombre genérico de TFPs al conjunto de Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad constituidas bajo esa denominación, así como a las entidades que, aunque con otros nombres, se dedican a la defensa de la trilogía Tradición, Familia y Propiedad, y a los Bureaux TFP existentes en varias capitales.
Autónomas y cohermanas, las TFPs son el mayor movimiento cívico-cultural anticomunista de inspiración católica del mundo.
Cuando en la reseña de cada país usamos la sigla TFP, estamos aludiendo a la respectiva entidad local.
Comisión de Estudios de las TFPs orientada por
CARLOS FEDERICO IBARGUREN
MARTIN JORGE VIANO
Proyecto gráfico y arte final
Luis GUILLERMO ARROYAVE
JOSE RICARDO B. LUZITANO
FELIPE BARANDIARAN PORTA
Impresión
ARTPRESS — INDUSTRIA GRAFICA E EDITORA
Rua Javaés 681 São Paulo Brasil
Este volumen se terminó de imprimir el día 2 de febrero de 1990, día de la festividad de la Purificación de la Santísima Virgen y Nuestra Señora del Buen Suceso, en la ciudad de São Paulo, Brasil
A sinistra, Mons. Casaroli, entonces Secretario del Consejo para los Asuntos Públicos del Vaticano, firma en Moscú el tratado de no proliferación de armas atómicas. A destra, Tito, el perseguidor del Cardenal Stepinac, es recibido en audiencia por Pablo VI en el Vaticano
“Nuestra alma es vuestra, nuestra vida es vuestra.
Mandadnos lo que queráis.
Sólo no nos mandéis que crucemos los brazos
delante del lobo rojo que embiste.
A esto, nuestra conciencia se opone”
La détente con los regímenes comunistas, inaugurada en la esfera internacional en 1972 por los viajes de Nixon a China y a Rusia, constituye una verdadera brecha en la muralla psicológica y moral que defiende a Occidente contra la guerra revolucionaria promovida por Moscú y Pekín. Desde la revolución bolchevique de 1917 en Rusia, el comunismo no había alcanzado victoria igual.
Esa détente es la realización, a escala mundial, de la fórmula política caída de las barreras ideológicas lanzada a nivel iberoamericano por el Presidente argentino Lanusse, durante el encuentro que mantuvo en 1971 con el marxista Allende en la ciudad de Salta.
El canciller alemán Willy Brandt precede a los Estados Unidos en estos derroteros al iniciar en 1969 la llamada ostpolitik (67).
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Por su parte, la Santa Sede desarrolla desde el Concilio Vaticano II una gradual distensión con los gobiernos comunistas: es la llamada ostpolitik vaticana. Esta política tiene como consecuencia la formación de un clima cada vez más difícil dentro de la Iglesia para quienes llevan a cabo un combate serio contra el comunismo, cuyo poder mundial, sin embargo, crece a la vista de todos.
Trágica víctima de la ostpolitik del Vaticano es el célebre Cardenal Jósef Mindszenty, Arzobispo de Esztergom y Primado de Hungría. Por una resolución directa de Pablo VI, muy del agrado del gobierno comunista húngaro, el Prelado es obligado en 1974 a abandonar su exilio en la embajada norteamericana de Budapest y a salir del país. Habiéndose negado a renunciar voluntariamente, algún tiempo después Pablo VI lo destituye sumariamente. Así es golpeado el héroe máximo de la resistencia anticomunista magiar que tanto incomodaba al comunismo nacional e internacional. Pero, “si cayó el Arzobispo al perder su diócesis, creció hasta las estrellas la figura del buen pastor que da su vida por las ovejas”, escribe al respecto el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira (68).
Las TFPs no pueden dejar de manifestar su solidaridad al heroico Purpurado. Un mensaje de profunda admiración, de agradecimiento y de homenaje por el inquebrantable rechazo del Cardenal a aceptar un modus vivendi con el comunismo, le es entregado personalmente en Viena por el Dr. Martim A. Xavier da Silveira, enviado especial de las TFPs, en audiencia concedida el 15 de marzo de 1974.
Un año después, el egregio confesor de la Fe se encuentra con los socios y cooperadores de las Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad de Venezuela y Colombia, en la visita que realiza a esas naciones pocos días antes de su muerte, ocurrida el 6 de mayo de 1975. Tanto en Caracas como en Bogotá, el eminente Purpurado se reúne con las TFPs locales. En ambas ocasiones exhorta a sus miembros a continuar con animo la lucha ideológica contra el comunismo (69).
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La ostpolitik vaticana sigue su curso. Se multiplican los contactos directos e indirectos de Pablo VI con los Jefes de Estado comunistas. Numerosas protestas provoca la visita a Rusia, en 1971, del Cardenal Willebrands, Presidente del Secretariado para la Unión de los Cristianos, con la finalidad de asistir a la toma de posesión del nuevo patriarca de la iglesia cismática, un dócil títere en manos de los déspotas del Kremlin. Las dramáticas disensiones entre la Santa Sede y el Cardenal Slipyj, Arzobispo Mayor de los ucranianos, durante el Sínodo de Obispos que se realiza en Roma en 1971, revelan aspectos hasta entonces ignorados de las negociaciones de la Iglesia con los regímenes comunistas. Finalmente, causan estupor las declaraciones de Monseñor Casaroli, Secretario del Consejo para los Asuntos Públicos del Vaticano, al regresar de una visita a La Habana: “los católicos que viven en Cuba son felices dentro del régimen socialista”.
Por veneración a la Cátedra de Pedro, las TFPs se habían abstenido de tomar una posición oficial ante esta política; pero con los sucesivos avances de la distensión vaticana, la postura anticomunista de las TFPs se hace inexplicable a los ojos del público. No siendo posible mantener el silencio, las Sociedades se declaran en estado de resistencia frente a la Ostpolitik de Pablo VI.
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La Declaración de Resistencia en fidelidad a la Iglesia y al Papado es publicada a partir del día 10 de abril de 1974 en 45 diarios del Brasil, con el título La política de distensión del Vaticano con los gobiernos comunistas — Para la TFP: ¿cesar la lucha o resistir? (70). En ella la TFP brasileña reafirma su incondicional obediencia a la Iglesia y al Papado en los términos estipulados por el Derecho Canónico y dice al Pastor de los Pastores: “Cesar la lucha no podemos. Y es por imperativo de nuestra conciencia de católicos que no podemos. Pues si es deber de todo católico promover el bien y combatir el mal, nuestra conciencia nos impone que difundamos la doctrina tradicional de la Iglesia y combatamos la doctrina comunista. Nuestra alma es vuestra, nuestra vida es vuestra. Mandadnos lo que queraís. Sólo no nos mandeís que crucernos los brazos delante del lobo rojo que embiste. A esto, nuestra conciencia se opone.”
En el documento la TFP afirma el derecho y el deber de resistir a la orientación diplomática del Vaticano, en la medida en que ésta discrepa de la seguida tradicionalmente por la Iglesia con respecto al comunismo. Resistencia que ha de hacerse con el espíritu con que San Pablo “resistió cara a cara” a San Pedro (Cfr. Gál., 2,11). Resistencia que significa emitir respetuosamente un juicio en circunstancias como la de la entrevista de Monseñor Casaroli, así como aconsejar a los católicos a que continúen luchando contra la doctrina comunista con todos los recursos lícitos, en defensa de la patria y de la civilización cristiana amenazadas.
El Cardenal Jósef Mindszenty, héroe máximo de la resistencia anticomunista húngara, recibe en Viena el mensaje de admiración y homenaje de las TFP’s. En la foto, con el enviado especial de las entidades, el Dr Martim Afonso Xavier da Silveira
Esta actitud de Resistencia es también adoptada por las Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad y entidades afines de America y Europa, que publican la misma declaración en sus respectivos órganos de difusión y en 21 diarios de 10 países: España, Argentina, Bolivia, Canadá, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela.
Pocas semanas después, la prensa internacional difunde una entrevista del portavoz del Vaticano, Federico Alessandrini, en la que pone expresamente en tela de juicio el documento de las TFPs. Del conjunto de hechos citados por las entidades —varios de ellos de máxima importancia— para fundamentar su respetuoso pero profundo desacuerdo con la ostpolitik vaticana, F. Alessandrini dice que Monseñor Casaroli desmintió dos afirmaciones suyas relativas a Cuba. En comunicado a los diarios, las TFPs realzan que “el propio desmentido de S. Excia. da nuevo fundamento a la Declaración de las TFPs”. En efecto, si Monseñor. Casaroli niega haber dicho que los “católicos son felices en Cuba” cuando todo el mundo sabe que son atrozmente infelices, parece complacerse en afirmar que absolutamente no denunció esa situación. ¿Por qué dejar a los católicos cubanos “desvalidos de una protesta que Pio XII, por ejemplo, haría en forma patética y vigorosa”?, preguntan las TFPs. Y responden “siempre la misma razón: la confianza de que a fuerza de silencio, resignación y retroceso de los católicos, los dirigentes comunistas —buenos en el fondo del corazón— se ablandarán. De esa confianza no participamos. En esa bondad no creemos. La política de confianza en el comunismo nos parece que pone todos los triunfos en las manos de estos, con sumo riesgo para la Iglesia y la Cristiandad”.
Por su parte, el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira comenta en la “Folha de S. Paulo” que, al desmentir solo las palabras que le fueron atribuidas sobre Cuba, Monseñor Casaroli “fue justo y objetivo no diciendo nada contra la Declaración de Resistencia considerada en sí misma. Este silencio seria muy poco probable y hasta inconcebible, si considerase que en nuestra actitud hay algo reprobable desde el punto de vista de la doctrina católica o del Derecho Canónico”. Y concluye: ” ¡Cuanto más grato nos es aplaudir a S. Excia. que discordar de él!” (71).
En España, la Sociedad Cultural Covadonga comienza la divulgación del manifiesto entre los 2.000 sacerdotes y 500 seglares que participan en la reunión anual de la Hermandad Sacerdotal Española, realizada en Cuenca en el mes de septiembre. Posteriormente, caravanas de propagandistas recorren las provincias donde difunden más de 300.000 ejemplares del documento. En esta oportunidad, Covadonga levanta por primera vez sus estandartes en Ceuta, territorio africano perteneciente a España.
El día 24 del mismo mes, el boletín de la Archidiócesis de Madrid transcribe una Carta cristiana del Cardenal Tarancón, Arzobispo de esa ciudad, titulada Un síntoma alarmante, en la que acusa a Covadonga de criticar posiciones oficiales de la Iglesia “no solo con una falta elemental de respeto, sino provocando una desorientación y hasta un escándalo”.
En respuesta, la entidad envía al Cardenal una misiva con fecha de 13 de diciembre, en la que tras un homenaje de filial respeto afirma: “Si de esta actitud proviene, a título secundario, algún desdoro para la diplomacia vaticana, la culpa no está en nuestro manifiesto, el cual procuró, esmerando al máximo la precaución, dejar a salvo el principio de la obediencia, de la veneración y del afecto que se deben al Santo Padre y a la Santa Sede, en toda la medida preceptuada por el Derecho Canónico. También aqui, Eminencia, nuestra conciencia nada nos reprocha. ¿Está ella errada? Dígnese Vuestra Eminencia, como pastor nuestro iluminarla.”
El Prelado se mantiene en un silencio que se prolonga hasta los días de hoy (72).
El Bureau Tradition-Famille-Propriété de París se encarga de la difusión en Francia, así como en medios católicos alemanes.
En Norteamérica son distribuidos 100.000 folletos en las principales ciudades de los estados de Nueva York, California, Michigan, Ohio, Florida y Luisiana; también son divulgados volantes en español, polaco y ucraniano.
En Ecuador, tres días después de publicada la Declaración de Resistencia, el Cardenal Arzobispo de Quito, Pablo Muñoz Vega, sin mencionar el documento de las TFPs, se refiere en una entrevista al problema de las relaciones de la Santa Sede con el mundo comunista. Afirma el Purpurado que, estando la virtud en el medio y no en los extremos, la Iglesia adopta una posición ni capitalista ni comunista. Implicitamente, puede deducirse de esas consideraciones que las TFPs están en uno de los extremos, es decir, en el error.
En vista de ello, la TFP ecuatoriana juzga oportuno difundir la declaración Verdad, error y término medio, de la que son distribuidos 10.000 ejemplares en las calles de Quito. La TFP reafirma en ella su acatamiento filial al Santo Padre y al Cardenal Munoz Vega en toda la medida prescrita por la doctrina y las leyes de la Santa Iglesia Católica. Pero señala que: “Si el simple hecho de estar en las antípodas del comunismo nos debiera convencer automáticamente de que caímos en error, no sabríamos cómo interpretar la actitud de muchos varones santos y canonizados por la Iglesia (…) que en siglos pasados se colocaron en las antípodas de la herejía (…) Como hijos que somos de la Iglesia infalible, en lugar de buscar dónde está el término medio, para allí encontrar la verdad, nos parece más seguro buscar la verdad, para afirmar que allí está el término medio.”
No hubo otra declaración del Cardenal Muñoz Vega sobre el tema (73).
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Aunque varias autoridades eclesiásticas de distintos países han manifestado su desacuerdo personal con esta postura de las TFPs, ninguna ha negado la legitimidad del estado de resistencia desde el punto de vista canónico, lo que evidentemente no habrían dejado de hacer si hubiese el más mínimo error en esa posición.
La Declaración de Resistencia proporcionó a los católicos anticomunistas la información y el análisis que necesitaban para mantenerse en su noble actitud y conservarse en perfecta paz de conciencia ante la doctrina y las leyes de la Iglesia. Les dio de esta manera la alentadora seguridad de que permanecían absolutamente firmes en la coherencia de su Fe.
Notas
(67) Cfr. Plinio Corrèa de Oliveira, La Iglesia ante la escalada de la amenaza comunista — Llamamiento a los Obispos silenciosos, 4a. ed, 1977 p.p. 65 a 67.
(68) Cfr. Plinio Corrêa de Oliveira, La gloria, la alegria, la honra, “Folha de S. Paulo, 10-2-1974; Ternuras que arrancarían lagrimas, “Folha de S. Paulo”, 13-10-1974; Conforme quiere Budapest, “Folha de S. Paulo”, 20-10-1974.
(69) Cfr. “Catolicismo“, No. 281, mayo de 1974 y No. 296-298, agosto-octubre de 1975.
(70) El documento es publicado íntegramente en “Catolicismo“, No. 280, abril de 1974 y en 36 diarios brasileños; resumidamente en otros ocho.
(71). Plinio Corrêa de Oliveira, Resistiendo e aplaudiendo, “Folha de S. Paulo”, 26-5-1974; “Folha de S. Paulo”, 20-5-1974 y “La Nación”, Buenos Aires, 20-5-1974. La Declaración de Resistencia es publicada en los siguientes países: en Argentina, en “La Nación”, Buenos Aires y “Voz del Interior”, Córdoba; en Bolivia, en “El Diario”, La Paz, 19-5-1974; en Canadá, en “Speak Up”, Toronto; en Chile, en “La Tercera”, Santiago, 22-4-1974, “El Sur”, Concepción, 21-4-1974, “El Diario Austral”, Temuco, 22-4-1974 y “La Prensa”, Osorno, 22-4-1974; en Colombia, en “El Tiempo”, 20 y 21-4-1974 y “El Espectador”, 20-4-1974, ambos de Bogotá; en Ecuador, en “El Comercio”, Quito, 4-7-1974; en España, en “Hoja del Lunes”, 11-11-1974 y “Fuerza Nueva”, ambos de Madrid, la “Región”, Oviedo, 7, 8, 9, 10, 11 y 12-6-1974, además resúmenes son publicados en 17 periódicos de 11 ciudades. En los Estados Unidos, en “The National Educator”, Fullerton, California; en Uruguay, en “El País”, Montevideo, 13-4-1974: y en Venezuela, en “El Universal”, “Ultimas Noticias”, “El Mundo” y “2001”, 25-4-1974 y en “El Nacional”, 26-4-1974, todos de Caracas.
(72). Cfr. Medio Siglo de Epopeya Anticomunista, Ed. Fernando III el Santo, Madrid, 1983, pp. 75-77.
(73). Cfr. “TFP Informa”, Trece años de luchas en Ecuador, Número especial agosto-noviembre de 1983.