Prefacio a la edición de 1943 por el Exmo. y Revmo. Señor Nuncio Apostólico, D. Bento Aloisi Masella
Un escritor moderno describió la Acción Católica como “una especie de universidad popular donde se aprende a amar y hacer amar a Nuestro Señor Jesucristo, al Papa y a la Iglesia”.
La definición es a la vez sugerente y afortunada, porque centra, en pocas palabras, el punto clave de la Acción Católica.
Si, por una parte, apreciamos y amamos la Acción Católica por el bien que ya ha producido, la apreciamos y amamos aún más por haber salido del corazón del Papa y por seguir perteneciendo enteramente al Papa.
A quienes quieran saber por qué la Acción Católica, como el grano de mostaza de la parábola evangélica, ha extendido en pocos años sus frondosas ramas por todos los campos de la Iglesia, provocando un maravilloso florecimiento de corazones y almas, podemos dar esta respuesta clara y precisa: — el secreto de la Acción Católica es “el amor ardiente al Sumo Pontífice y la unión con él a través de la Jerarquía”.
Por eso es necesario que todos recordemos que el Reino de Cristo no puede separarse del Papa y de la Jerarquía. Solos no somos nada y no podemos hacer nada, pero unidos al Papa lo somos todo y podemos hacerlo todo, porque tenemos a Jesucristo. Utilizamos los medios indispensables de la oración, la acción y el sacrificio, y Cristo salva las almas.
Por eso, vemos con satisfacción que el interés por la Acción Católica crece día a día en Brasil, como lo demuestra el número cada vez mayor de libros, revistas y estudios dedicados a este tema. Es un hecho que llena nuestros corazones de esperanza, especialmente cuando estos escritos se preocupan por exponer, inculcar y profundizar los genuinos y tradicionales principios de la Acción Católica contenidos en la preciosa mina de documentos pontificios, como precisamente propuso el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, digno Presidente de la Junta Arquidiocesana de la Acción Católica de São Paulo, en su obra titulada “EN DEFENSA DE LA ACCIÓN CATÓLICA”.
Como siempre es útil y provechoso estudiar y meditar estas verdades, estamos seguros de que este libro, escrito por un hombre que ha vivido siempre en la Acción Católica y cuya pluma está enteramente al servicio de la Santa Iglesia, hará mucho bien a las almas y promoverá la causa de la Acción Católica en esta bendita tierra de Santa Cruz.
Río de Janeiro, 25 de marzo de 1943 – Fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora.
+ Benedicto Arzobispo de Cesarea
Nuncio Apostólico