Giovanni
di Paolo, Adoración de los Reyes Magos (detalle)
Se acercan las entrañables fiestas del año en
que nos disponemos a conmemorar el Nacimiento de
Nuestro Señor Jesucristo, que trajo la Redención
del género humano de las tinieblas del pecado y
de la muerte.
Además de la incalculable gloria que tuvo
para Dios con el sacrificio de su Hijo, se
manifestaron de modo especial su infinita
grandeza, generosidad y bondad. Es también
interesante considerar el alcance
maravilloso que la Redención tuvo para
transformar al hombre y al mundo.
Sobre este asunto, encontramos algunas
certeras reflexiones en un artículo escrito por
Plinio Corrêa de Oliveira.
La transformación del hombre y de las
instituciones
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San Luis, Rey de Francia, fue
una de las joyas conquistada por la
preciosísima Sangre de Nuestro Señor
Jesucristo - Jean de Joinville
ofrece su libro a Luis, rey de
Navarra, futuro Luis X de Francia |
“La Encarnación de Nuestro Señor y su
Nacimiento son acontecimientos de los cuales
derivarían los más notables hechos de la
Historia del mundo.
“La Redención
de la
humanidad, que es el hecho central de toda
nuestra Historia, determinó la caída del
paganismo, el aparecimiento y el triunfo de la
Iglesia Católica, la implantación de una
civilización basada en concepciones
completamente nuevas de la familia, del Estado,
del individuo y de la Religión, que fueron los
hechos iniciales y la causa del gran progreso
que hoy admiramos.
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La
caballería, con sus nociones de honra,
lealtad y protección al débil |
“La familia pagana,
transformada y sobrenaturalizada por el contacto
con los Sacramentos de la Iglesia, se transformó
en foco admirable de perfección espiritual, y en
escuela austera de disciplina de los instintos
inferiores.
“El Estado pagano,
transformado en su base por el Catolicismo, dejó
de ser privilegio de plutócratas o demagogos,
para ser antes que nada un admirable medio de
distribución equitativa de la justicia y
protección a todos los individuos.
“El individuo, que en el
paganismo era presa de sus pasiones, vio abrirse
delante de sí el admirable ideal de perfección
espiritual predicado por el Hombre-Dios; y el
hombre medieval, descendiente de los sibaritas
de la Antigüedad, se transformó en el cruzado,
en el asceta o en el filósofo cristiano.
“La Religión, en fin,
consiguió traer al mundo, con sus Sacramentos,
con la gracia de que es vehículo, y con el
admirable apostolado jerárquico de la Iglesia,
una continuidad de acción santificadora que ha
sido la columna de la civilización, y que es aún
hoy el único obstáculo contra la acción invasora
del comunismo, como lo fue contra las invasiones
bárbaras o musulmanas.
“Todos estos acontecimientos gloriosos
tuvieron su origen en la Redención”.
NOTAS
[1]
Excertas del
artículo
“Ideal Mariano” en “O Legionario”, São
Paulo, Nº 116, 26-3-1933. Adaptación y traducción al español por
"Acción Familia".
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