|
San Gregorio II Cromolitografía en L. Tripepi, Ritratti e biografie dei romani pontifici: da S. Pietro a Leone 13, Roma, Vaglimigli Davide, 1879. - Oleografia Panigati y Meneghini Milán
Mañana [11 de febrero] se celebra la fiesta de San Gregorio II, Papa y confesor. Hizo dos cosas a la vez: envió a San Bonifacio a predicar el Evangelio en Alemania, traspasando los límites de lo que sería el telón bárbaro de la época, con una acción fecundísima a la que me referí en [Santa Escolástica: la fecundidad de la oración y del sacrificio]. Y si hizo esto con una mano, con la otra “resistió tenazmente contra la impiedad iconoclasta del emperador León III, el Isáurico” y salvó así lo que aún quedaba de católico en Europa. En otras palabras, creó simultáneamente un nuevo cristianismo y salvó un cristianismo antiguo. Ya ven qué figura tan destacada, profundamente vinculada a esa sacrosanta fundación de Europa que acabo de mencionar.
Vemos a un Papa tan grande situado entre los dos mundos: mundo oriental, que era el mundo civilizado de aquel tiempo, y el mundo semibárbaro, "paleto", que era el mundo de Occidente, de las naciones bárbaras que empezaban a nacer, a nacer para la vida de la gracia: el Imperio Romano, ya invadido por un gran número de bárbaros, etc., a los que entonces se intentaba convertir. E hizo las dos cosas al mismo tiempo. Intentó salvar a Oriente de la herejía y de la decadencia combatiendo la herejía de los iconoclastas, que eran herejes que no permitían el culto a las imágenes, verdaderos precursores de los protestantes, que destrozaban todas las imágenes. Y, por otro lado, buscó la intensificación de la evangelización de los pueblos bárbaros. Sobre este Papa, Rohrbacher [Pe. Rene François Rohrbacher, "Vidas de los Santos"] dice lo siguiente, en el extracto final de una carta de San Gregorio II, al emperador León III, el Isáurico:
* En palabras del Papa San Gregorio II, la perfección de la actitud anti ecuménica Esta carta es grandiosa. El Papa termina entonces diciendo al Emperador todas las verdades, como quien se dirige a una persona a la que casi no le queda salvación. Y luego dice: ‘Voy a hacer algo mejor que ocuparme de ti, infiel; voy a ocuparme de los fieles. Y en vez de gastar todo mi tiempo en favor de un gobernante que es infiel, os diré la verdad y luego iré a las zonas de fidelidad, a construir la fidelidad, porque ya estáis perdido’. Y viene un lenguaje que muestra bien cómo un santo puede tener, en relación con los herejes, las disposiciones de alma que en el catolicismo se inculcan. Vean como sigue: en primer lugar, el hombre se ha convertido en un hereje. Para hablar de la fecha en que el hombre se convirtió en hereje dice el Papa: “el día en que vos pervertisteis” El falso ecumenismo de hoy nunca diría esto. Diría: "El día en que vuestra atención fue llamada especialmente sobre tal parte de la verdad evangélica, es posible que hayáis olvidado esta otra parte. Pero fue en un élan de amor por una de estas partes que este.... [inaudible] se pronunció". En el lenguaje de un verdadero santo, no: "¡Os habéis pervertido!". Y esto para un emperador, que es un hombre poderoso. Monarca absoluto, mayor potentado de la tierra en aquella época. Entonces, refiriéndose al día: “desde el día en que incurristeis en la maldición que vosotros mismos proferisteis en vuestras cartas contra aquel que derrumba los límites de los Padres”. No conozco la historia, pero seguramente en cartas anteriores había hablado en contra de los herejes. Como Enrique VIII de Inglaterra también escribió contra el protestantismo. Eso dice el Papa: Que tu maldición caiga sobre ti; ¡tus palabras te juzgan! Ese es el modo como habla el Papa de un hereje, nunca como hoy se diría: "vos, en vuestra buena fe, habéis llegado a negar que Cristo sea Dios. ¡Oh, misteriosos caminos del razonamiento humano! Pero cómo no considerar vuestra buena fe. Bendita sea vuestra buena fe", sean cuales sean los resultados. Esto es anti falso ecumenismo. Después sigue: “…desde el día en que os condenasteis por vuestro propio juicio y expulsasteis de vosotros al Espíritu Santo…”. Es decir, al pervertirse en la herejía, se condenó a sí mismo y alejó de sí al Divino Espíritu Santo. ¿Hay algo peor que alejar al Espíritu Santo de sí mismo? Otras actitudes antiecuménicas del Papa: es perseguido. Alguien dice que la Iglesia del Silencio no hablaba en nuestros días sino por sus gemidos, y que no hizo otra cosa bajo el látigo del perseguidor que gemir. Este Papa dice: “Nos perseguís. No tenemos ejército, pero no nos limitamos a gemir. Nuestra sangre se eleva a Dios como la sangre de Abel contra Caín y por ello apelamos a Cristo sentado en el Cielo por encima de todos los ejércitos de los poderes celestiales para que os entregue a Satanás". Es decir, no es sólo gemir, sino también maldecir. * Como dice el Apóstol, por la pérdida de la carne y de la salvación del alma San Pablo tiene una expresión que dice “por la pérdida de la carne y de la salvación del alma”. Así que el Papa entrega el emperador León Isáurico a Satanás. Es una temperatura tan diferente de la pseudoecuménica…, pero no hay escapatoria, porque es un santo. A seguir habla del viaje que está a punto de emprender. Teme una actitud falsamente ecuménica. Por eso dice: “Que Dios os dé prudencia y arrepentimiento, para que volváis a la verdad de la que os habéis apartado, y conduzcáis al pueblo a la única cuna de las iglesias ortodoxas;” ... Esto significa lo siguiente: "Sólo habrá acercamiento entre nosotros si vuelves a la verdadera Iglesia Católica". Es diferente del ecumenismo actual, que diría: "Bueno, nos hemos separado. Ya que no tenemos las mismas ideas, que tengamos el mismo corazón". Lo que equivale a decir que la verdad y el error, el bien y el mal, se dan un ósculo, lo que es una verdadera abominación ante Dios. Por ahí se ve cómo proceden los santos. Alguien podría decir: Pero Dr. Plinio, ¿esto no era propio de aquellos tiempos? No podemos pretender que las cosas sean diferentes en nuestra época. Entonces, esta forma de actuar, moral para aquella época, no puede ser inmoral para la nuestra. Sin embargo, la "palabra de Dios permanece eternamente", y lo que es inmoral en el principio de la Iglesia va hasta el fin; y lo que es moral, va así hasta el fin. Que San Gregorio rece mañana por nosotros y que Nuestra Señora de Lourdes nos conceda las gracias necesarias para llevar hasta el límite extremo ese espíritu de combatividad, de discriminación, de discernimiento y oposición entre la verdad y el error, el bien y el mal, que es, justamente, fruto de la intensidad de la fe, que tanto y tanto quieren eliminar los enemigos de la Santa Iglesia, sustituyéndola por el relativismo que, en definitiva, acaba siendo la muerte de la Fe. NOTAS (*) Excerpta de conferencia del día 10/02/65 con pequeñas inclusiones retiradas de la conferencia del día 10/02/65, Santa Escolástica: a fecundidade da oração e do sacrifício. Traducción y adaptación por este sitio.
|