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Asunción de la Virgen María - Anónimo Siglo XVII
[MUSEO COLONIAL - Bogotá - Colombia]
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Ese dogma era ardientemente deseado por las
almas católicas del mundo entero, porque pone
a la Santísima Virgen completamente fuera de
paralelo con cualquier otra mera criatura. Se justifica así el culto de hiperdulía que la
Iglesia le tributa. [“hiperdulía”: culto
especial reservado a la Virgen Maria, superior a
la “dulía” que se dedica a los santos y a los
ángeles].
Nuestra Señora pasó por una muerte suavísima que
es calificada con una propiedad de lenguaje muy
bonita, como la “dormición de Nuestra Señora”. “Dormición” indica que Ella tuvo una muerte tan
suave, tan próxima de la resurrección que, a
pesar de ser una verdadera muerte, entre tanto
más parecía un simple sueño.
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Dormición de María
- Convento de Santa Rosalía (Clarisas)
- Sevilla |
Nuestra Señora después fue llamada a la vida por
Dios, resucitó como Nuestro Señor Jesucristo.
Subió después a los cielos, en la presencia de
todos los Apóstoles allí reunidos, y de una
cantidad muy grande de fieles.
Esa Asunción representa una verdadera
glorificación a los ojos de toda la humanidad
hasta el fin del mundo. Es el preludio de la
glorificación que Ella debería recibir en el
Cielo. Es interesante que hagamos una recomposición del
lugar para imaginarnos cómo la Asunción sucedió.
Acerca del hecho no existen descripciones y
podemos imaginarlo como nuestra piedad gustaría.
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Dormición de Nuestra Señora, Beato Angélico
(1395-1455)
Museo
de San Marcos, Florencia |
En lo bajo, los Apóstoles todos arrodillados,
rezando en un ambiente con algo de inefablemente
noble, sublime, recogido, interior. Podemos
imaginar todos los Apóstoles con expresiones de
personajes de Fray Angélico.El cielo llenándose gradualmente de ángeles, a
imagen de los ángeles de Fray Angélico también,
tomando los coloridos más diversos, con
matizaciones e irradiaciones magnificas, un
espectáculo absolutamente incomparable.
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Fra Angelico - The
Dormition and Assumption of
the Virgin (detalle),
1424-1434 - Isabella Stewart
Gardner Museum |
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Si Nuestra Señora pudo dar al cielo un colorido
tan diverso y producir fenómenos tan
excepcionales en Fátima, ¿por qué lo mismo no se
habría dado por ocasión de su Asunción al Cielo?
Ella se pone de pie mientras el respeto y
recogimiento de todos aquellos que están allí va
creciendo. La semejanza física de Ella con
Nuestro Señor Jesucristo, su Hijo, se va
acentuando cada vez más. La gloria de Nuestro
Señor transfigurado se va comunicando a Ella.Ella cada vez más Reina, cada vez más
majestuosa, cada vez más Madre. Todo lo más
íntimo de su alma manifestándose de modo supremo
en esa hora de despedida.
Algunos ángeles, tal vez, los más espléndidos
del Cielo, se aproximan y hacen subir a la
Santísima Virgen. Con el auxilio de ellos, Ella
va subiendo y, de a poco, el Cielo se va
transformando.En la tierra, aquella maravilla va mudando, y
vuelve al aspecto primitivo. Los hombres vuelven
a sus casas con la sensación que tuvieron en la
Ascensión de Nuestro Señor.
Al mismo tiempo están maravillados, con una
nostalgia sin nombre, desolados por algún lado,
pero llevando en la retina algo que nunca habían
visto, ni podrían haber imaginado al respecto de
la Santísima Virgen.Inmediatamente, el triunfo de Nuestra Señora
comienza en el Cielo. La Iglesia gloriosa entera
va a recibirla. Nuestro Señor Jesucristo la
acoge, todos los coros de ángeles están ahí, San
José está cerca. Después es coronada por la
Santísima Trinidad.
Es imposible pensar en ese triunfo terreno, sin
pensar en el triunfo celestial que vino
enseguida. Es la glorificación de Nuestra Señora
a los ojos de toda la Iglesia triunfante y a los
ojos de toda la Iglesia militante.
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Asunción de Nuestra
Señora, Johannes Wielki,
Master of the Olkusz
Poliptych (1466-1497) |
Con certeza, en ese día también la Iglesia
padeciente en el Purgatorio recibió una efusión
de gracias extraordinarias. No es temerario
pensar que casi todas las almas que estaban
purgando sus penas fueron liberadas por Nuestra
Señora ese día. De manera que también allí hubo
una alegría enorme.
Así es que podemos imaginar cómo fue la gloriosa
Asunción de nuestra Reina.Algo de eso se repetirá cuando venga el Reino de
María prometido en Fátima, cuando veamos el
mundo todo transformado y la gloria de Nuestra
Señora brille sobre la tierra, porque Su reinado
comenzó de modo efectivo, y días maravillosos de
gracias como nunca hubo antes, comienzan a
anunciarse también.
Antes de contemplar la gloria de Nuestra Señora
en el Cielo, nosotros habremos de contemplarla
en la tierra ciertamente, con algo que podrá
darnos alguna semejanza de ese triunfo sin
nombre que debe haber sido la Asunción de María.Cuando pensamos en los triunfos que los hombres
preparan para sus grandes batalladores, por
ejemplo, las tropas francesas desfilando bajo el
Arco de Triunfo, después de la Guerra de 1918, o
más modestamente en los triunfos que los romanos
preparaban para sus generales vencedores,
debemos comprender que Nuestro Señor Jesucristo,
que es infinitamente más generoso, debe haber
premiado a Nuestra Señora, en el triunfo de Ella
a los ojos de los hombres de un modo también
inconmensurablemente mayor.
Por tanto, todo cuanto existe de más glorioso y
triunfal en la Creación, habrá ciertamente
brillado en la hora de la Asunción de Nuestra
Señora.
Meditando en ello, aproximémonos en esta fiesta
pensando en la virtud que debemos pedir a la
Virgen Santísima. Cada uno debe pedir la virtud
de que más necesita.Pero, no sería pedir en demasía a Ella una
virtud, que es el sentido de la gloria de Ella.
Es decir, comprender bien todo cuanto representa
Su gloria en el Orden de la Creación. Cómo esa
gloria es la más alta expresión creada de la
gloria de Dios.
Debemos estar sedientos de defender, por la
virtud de la combatividad llevada a su último
extremo, la gloria de Nuestra Señora en la
tierra. Hacer de nosotros verdaderos caballeros
cruzados de Nuestra Señora, luchando por Su
gloria en la tierra. Esa me parece la virtud más adecuada a pedir en
esta fiesta de gloria, que es la Asunción de
María Santísima.
(*) Extractos de disertación pronunciada el 14
de agosto de 1965 - Sin revisión del autor.
NOTAS
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Extractos de disertación pronunciada el 14 de
agosto de 1965 - Sin revisión del autor. Traducción y adaptación por "Sociedad
Ecuatoriana Tradición y Acción"
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