Esta fotografía de una
pintura al fresco, obra del famoso artista italiano Giotto di Bondone
(1266-1337), nos muestra a la Santísima Virgen con el Niño emprendiendo
el viaje rumbo a Egipto, montada en un simple jumento, con todas las
señales exteriores de pobreza. San José va delante, guiando la montura.
A pesar de la penuria, la
dignidad de María Santísima es la de una princesa. Llama la atención su
porte erecto: sus espaldas no tienen la menor inflexión. Son dignas de
nota la postura altiva de la cabeza y la resolución con que Ella
enfrenta el viaje, sus incomodidades y riesgos.
San José camina al frente,
atentísimo en ver lo que sucede con su purísima esposa y el Niño Jesús.
Ella no. Da la impresión de confiar en San José y de abandonarse
enteramente a la protección de la divina Providencia. Por lo tanto,
recogida en oración con el Niño, que está como que durmiendo y asido a
Ella. La actitud del Divino Infante da a entender la profunda intimidad
existente entre Madre e Hijo.
Es adecuado imaginar que
Ella le dirija oraciones a Él, por la intención de aquellos que están
contemplando el cuadro...
NOTAS:
[1] Excerpta de conferencia del Prof. Plinio
Corrêa de Oliveira a socios y
cooperantes de la TFP en 30 de noviembre de 1988, sin revision del autor. Traducción y
adaptación por
El Perú necesita de Fátima - Tesoros de la Fe".
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