Estando en la ciudad de Padua en Italia, visité la famosa
Basílica de San Antonio. Recuerdo que en una columna de
su interior estaba el cuadro de un franciscano, firme,
fuerte -tendiente un poco a lo obeso- de seria
fisonomía. La posición de su mano era de quien enseña.
Le pregunté a uno de los encargados de atender a los
fieles: “¿De quién es aquel cuadro?”. La respuesta fue:
“Ese cuadro es la pintura más antigua que se conserva de
San Antonio de Padua”. La cual parece haber sido pintada
por Giotto, o por alguno de sus discípulos. Es lo que
hay de más próximo, históricamente, de la fisonomía del
Santo.
Me dirigí hacia la sacristía, donde había una larga fila
de peregrinos adquiriendo rosarios y objetos de piedad
de toda especie. En un sector vendían copias de ese
cuadro, y en otro, estampitas del mismo Santo. Adquirí
la copia del cuadro y una estampita, para luego comparar
las dos representaciones del famoso Santo franciscano.
La
estampita representaba a un San Antonio con una
fisonomía que ostentaba una musculatura que jamás se
tensó, sea por el dolor, por la indignación, por la
preocupación o el riesgo, o mismo por el esfuerzo. Casi
imberbe, su rostro parece de porcelana, con labios que
jamás dijeron algo. El apenas los abriría para ingerir
un
puré cualquiera… Los ojos fijan su atención en algo
delante de sí, que realmente no merece su atención.
Figura de una insipidez mayúscula. Pero esa era la
estampita que más se vendía.
La fotografía del auténtico cuadro del Santo, sin
embargo, era poco adquirida por el público. Esa
desproporción me causó una profunda impresión.En una reunión realizada más tarde con unos amigos,
analizamos y comparamos las dos ilustraciones. Se
consolidó en nuestro espíritu la tesis que hay una
velada escuela espiritual que busca deformar la piedad
católica, según un modelo dulce y sentimental, donde la
estampita de San Antonio era un ejemplo contundente.
NOTAS:
[1] Excerpta de conferencia del Prof. Plinio
Corrêa de Oliveira a socios y
cooperantes de la TFP en 21 de maio de 1983, sin revisión del autor. Traducción y
adaptación por "Acción
Familia".
|