No se
puede considerar la figura de nuestro primer cuadro sin sentir un
profundo respeto. Se trata de una madre de familia, con todo el aspecto
de quien transcurre su existencia en el ambiente digno y santo del
hogar. La dedicación a los suyos, la templanza, un frescor de alma que
le permite saborear las castas alegrías de la vida doméstica, y
participar sin tedio ni pereza de los trabajos inherentes a esta: todo
en fin, en esta humilde hilandera de Cerdeña, infunde acatamiento
sincero y simpatía cordial.
Quien la considera percibe, además, que ella tiene el hábito de vivir
rodeada del respeto general, y que a pesar de su maternal dulzura tiene
conciencia de su dignidad para imponerse a quien le quisiera faltar al
respeto y consideración debida.
Sin embargo, ella está contenta con su estado: no quiere ser, ni parecer
culta, noble o rica. Es que, aunque aceptando la jerarquía social, está
consciente de que tiene la dignidad esencial de criatura humana, de hija
de Dios redimida por Nuestro Señor Jesucristo. Y con esto se satisface
sabiamente, según la condición en que la Providencia la hizo nacer. * *
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En
el Museo de Bellas Artes de Lyon se conserva este cuadro de
Jacques-Louis David (1748-1825): una “maraîchère”, es decir, una
cultivadora de legumbres en tierras anegadizas. Es el tipo clásico de
las perversas mujeres que actuaron en la Revolución Francesa.
Mientras la hilandera es toda afecto, dignidad, templanza y paz, esta
hombruna es toda odio, revuelta, destemplanza y agitación. Su ambiente
normal no es el hogar, sino la calle. Su mirada parece crepitante de
llamas interiores, sus labios llenos de amargura acaban de proferir una
injuria. Y otra ya va aflorando en ellos. No se diría que sus brazos
fueron hechos para arrullar niños, sino para blandir algún sable viejo o
la pata de una silla rota en las refriegas.
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DDos mujeres que crean alrededor suyo ambientes diferentes, practican costumbres opuestas, representan dos civilizaciones irreconciliables entre sí: la civilización cristiana y la civilización revolucionaria neopagana… en la medida en que esta pueda ser llamada civilización.
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La criatura humana es lo que existe de más típico en materia de “Ambientes,
costumbres, civilizaciones”. Sin embargo, es a veces más difícil
interpretar el significado de una fisonomía que el de un mueble o un
edificio.
[*] Traducción de "El Perú necesita de Fátima"
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