|
¿Qué representa el
primer cuadro de esta página? Las puertas-ventana acristaladas, que
dan acceso a un inmenso césped, pueden formar el ángulo terminal de
la galería de algún gran hotel de balneario de aguas, o un agradable
rincón de una cómoda residencia. Quizá la fotografía nos muestre un
rincón de una gran sala de un museo de arte. Del arte... del llamado
arte moderno, seamos precisos. Porque esa gran masa, de contornos
indefinidos, sobre la que hay dos figuras cuyas siluetas sólo son
visibles, recuerda mucho a obras similares, de las que estos museos
están ampliamente provistos. |
El segundo cliché parece menos
difícil de interpretar. En el exterior, hay un depósito de chapas, alambres,
hierro, etc. Vistos desde el interior, estos objetos tienen formas imprevistas y
fantásticas. Incluso tienen algo de pesadilla. Este gran cántaro, que recuerda
trabajos hechos por los indios, fue evidentemente dejado allí al azar.
Se trata, sin duda, de algún
rincón inservible de una fábrica o taller. |
|
|
Por último, el tercer grabado nos
muestra ciertamente un sótano sombrío y bajo, con un techo sostenido por un
maderamen toscamente trabajado y con apariencia de provisional. La luz y el aire
entran a través de las claraboyas situadas a nivel del suelo. En el extremo más
alejado, se apilan las sillas. A la izquierda, también en el fondo, se diría la
nave de una iglesia. En primer plano, un bebedero escolar, una pieza de
escultura inacabada, con forma vagamente de seta, y, realmente sorprendente, un
cirio pascual.
Así es como la sensibilidad artística del autor —y, por supuesto, la de muchos
lectores— "ve" estos tres cuadros. |
Pues bien, estamos
equivocados. Son tres baptisterios de iglesias construidas por artistas
"modernos", en lugares de Europa.
Delante de ellos se
acongoja el corazón de muchos fieles, para quienes son incomprensibles e
inasimilables las obras de arte marcadas por lo que les parece una serie
de exageraciones claramente contrarias a las normas del verdadero arte. |