Plinio Corrêa de Oliveira

AMBIENTES, COSTUMBRES, CIVILIZACIONES

Dignidad y recato de ayer,

despudor y trivialidad de hoy

 

"Catolicismo" Nº 65 - Mayo de 1956

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Escenas de la "belle époque". En la primera escena, al fondo, un edificio a la vez harmonioso y grave. De él sale una larga procesión de mujeres jóvenes elegantemente vestidas. Y al frente, ciñendo una corona y vestida con un manto de armiño, una dama que combina a la perfección belleza personal, elegancia, riqueza y modestia en el vestir. Entrega su mano derecha a una persona de aspecto serio, consciente de la importancia de su función, con un riguroso atuendo de gala: chaqué, sombrero de copa, condecoraciones.

¿Qué es esto? ¿Es una escena de aparato en una de las pequeñas y brillantes cortes principescas, tan numerosas en 1909, fecha de la fotografía?

Todo el centro de la otra foto está ocupado por la misma dama que acaba de entrar en un elegante landó y se apresta a sentarse para partir. Un cochero con sombrero de copa y librea la atiende. Un aire de importancia y seriedad es evidente en los semblantes de los presentes, que son visiblemente figuras oficiales del mundo político y militar. Una vez más, la fotografía no aporta elementos definitivos para juzgar si se trata de un aspecto de vida de corte.

Por último, un tercer cliché. Junto a unas rejas aristocráticas cuyas puertas están abiertas de par en par, vemos en el centro a la misma dama, al mismo caballero que la llevaba de la mano en la otra fotografía, a unos militares y a varias personas vestidas de forma protocolaria, con sombrero de copa y chaqué. Al fondo, un poste coronado con un escudo rematado por una corona, en el que se puede leer la letra B. En un plano más cercano, un coche de líneas extremadamente imaginosas, con un arco de líneas igualmente extrañas, sobre el que hay una corona.

Y una vez más le planteamos al lector nuestra pregunta: ¿se trata de una escena de corte?

Todo indicaría que lo es, pero de una pequeña corte algo fantasiosa (véanse las singulares líneas del coche) y rústica (nótese algo de inauténtico, de postizo, en los personajes con chaqué, que tienen mucho de petit bougeois). La señora es vistosa y desenvuelta. Uno tendría cierta dificultad en afirmar que es propiamente aristocrática. Matices y detalles que un observador agudo podría notar, pero que pasan totalmente desapercibidos para la mayoría.

¿De qué se trata entonces? Toda esta seriedad, esta solemnidad, este protocolo es para celebrar la "reina" de la bonneterie en Troyes. Esta ciudad, antigua capital de Champagne, tenía a principios de siglo, con sus 50 o 60 mil habitantes, una importancia muy secundaria y trataba de mantenerse fomentando las industrias locales, de las cuales la bonneterie era una de las más apreciadas. La coronación de esta "reina" fue motivo de brillantes celebraciones, pensadas para atraer la atención de la prensa y los turistas, con el fin de publicitar el producto. De ahí la colaboración de las autoridades. Las imágenes muestran el momento en que la "reina" sale del ayuntamiento de Troyes, donde acaba de ser coronada (foto nº 2), su llegada al palacio de la Prefectura del Departamento de Aube (foto nº 3) y su salida tras visitar al Prefecto (foto nº 1).

¿Cuál es el objetivo de todo esto? Para que comprendamos, o mejor dicho, apalpemos hasta que punto el mundo va perdiendo su seriedad, a lo largo de este apayasado y tormentoso siglo. En 1909, así se presentaba una "reina" de la moda o de la belleza en sus "poses" destinadas a la gran publicidad. Hoy en día... el número de estas "reinas" ha crecido inmensamente, pero las "poses" más apreciadas por la multitud son tales que siquiera nos atrevemos a hacer una comparación.

 Pero el tema también se presta a otra observación. Cuando una costumbre es peligrosa, por muy "austera" o "inocente" que parezca al principio, en realidad todo su dinamismo tiende a abandonar poco a poco las formas correctas y los adornos distintivos, para mostrarse en su esencia sensual y grosera. Así comenzaron estas "reinas" de la propaganda y la fantasía. ¿Qué dirían estos señores de chaqué —modestas notabilidades pequeñoburguesas de Troyes en 1909— si vieran la forma en que se presentan generalmente hoy las "descendientes" o sucesoras de las "reinas" de su tiempo?

 

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