Plinio Corrêa de Oliveira

AMBIENTES, COSTUMBRES, CIVILIZACIONES

Nuevo estilo en la propaganda comunista

 

"Catolicismo" Nº 57 - Septiembre de 1955

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Recientemente consagrado, a este joven se le ha confiado una importante misión. Su vigor físico, la firmeza de su personalidad armonizan muy bien con las venerables insignias de que se reviste: una hermosa cruz pectoral, tachonada de piedras preciosas, emblemas del ministerio episcopal, una admirable medalla que representa a la Madre con el Hijo en su regazo, rematada por una corona real. Una gran barba y las vestimentas solemnes de los sacerdotes de Oriente contribuyen a dar al personaje una gravedad que resulta sorprendente. En una palabra, un obispo ampliamente dotado de lo que los franceses llaman "le physique du rôle", según los estilos en uso en Rusia bajo Nicolás II. En definitiva, una figura que no evoca ni de lejos el comunismo.

Ahora bien, es un propagandista de la Rusia soviética en nuestro continente, ya que es el representante del patriarca cismático de Moscú para América Latina.

Es el "new-look" de la propaganda comunista. En el pasado Rusia sólo exportaba un ateísmo franco, categórico y explosivo. Sus líderes eran agitadores que rezumaban materialismo, brutalidad y espíritu de revuelta.

Pero sucede que la experiencia ha demostrado a los soviéticos la insuficiencia de esta táctica. Comprendieron la necesidad de vestirse con ropa de oveja para penetrar en ciertos ambientes. A continuación, reabrieron las iglesias cerradas, restauraron el "patriarcado" cismático de Moscú, reconstituyeron la jerarquía de la iglesia rusa y, con el pretexto de la "ortodoxia", se infiltraron en los ambientes religiosos, antes irremediablemente cerrados a su influencia. Esta restauración religiosa se inició tímidamente bajo Stalin, más para efecto interno en Rusia, que para impresionar al Occidente. Sin embargo, ahora, bajo el signo del acercamiento, los soviéticos hacen un amplio uso del hecho con fines de propaganda mundial.

Para sentir toda la diferencia entre este nuevo estilo y el que estaba casi universalmente en boga en los círculos comunistas en la época de Stalin, basta con compararlo con Ana Pauker, la arpía rumana internacionalmente conocida.

Siempre se ha entendido que la gracia, la delicadeza, la modestia y la dulzura son características del sexo femenino. El tipo ideal de propagandista comunista es esta virago brutal, materialista y cruel, que llegó a dominar su infeliz y noble patria, y que encarna muy bien la franqueza con la que la Rusia de Stalin ostentaba a los ojos del mundo la verdadera fisonomía espiritual del comunismo.

Esta confrontación expresa perfectamente el nuevo terreno en el que debemos enfrentarnos a la estrategia de Moscú. Desde hace algún tiempo, parece que ha cesado la era de la brutalidad y ha llegado la del maquiavelismo.

Tengamos la astucia de la serpiente, que nunca debe ir sin la inocencia de la paloma, como nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo: "Mirad que os envío como ovejas entre lobos. Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas" ( Mt. 10.16 ).