Plinio Corrêa de Oliveira
Entre el desvario y el letargo, las elecciones directas
Transcripto de "Última Hora" de Río de Janeiro del 13/3/1984 |
|
La polémica en torno de las elecciones directas involucra un viejo tema que, presentado otrora en términos diferentes, continúa sin embargo intacto en nuestros días. Es el del voto directo. Se consideraba, hace 100 o 150 años, que las clases altas - nobleza, burguesía financiera o intelectual, cuadros superiores de las Fuerzas Armadas y de la diplomacia- eran naturalmente conservadoras. Como conservadores eran considerados también los católicos coherentes, con el clero a la cabeza. Mientras que, en el otro extremo de la jerarquía social, los trabajadores manuales y cierta pequeña burguesía desconforme deseaban, a toda costa, reformas socio-económicas niveladoras. Como la mayoría de los votos está, naturalmente, en esos sectores niveladores, el sufragio universal, si fuere aplicado, acarrearía la ruina legal, pacífica pero incoercible de casi toda la jerarquía social. En consecuencia, la opinión conservadora era favorable a que el derecho de voto correspondiese, no globalmente a la población, sino tan sólo a los ciudadanos que probasen pagar impuestos por un monto "x". Tal monto sería variable conforme cada país. Por el contrario, los adeptos de las reformas socio-económicas, clamaban contra ese voto acorde al impuesto elevado y exigían el sufragio universal. * * * Ahora bien, en la cuestión de las elecciones directas o indirectas para la próxima contienda presidencial, el problema es, en esencia, el mismo. Se teme que, entregada al sufragio universal la elección del próximo Jefe del Ejecutivo Federal, emerja de las urnas algún "Juruna" (*) de tribu o favela. Mientras que la elección del nuevo Presidente, hecha en altos cenáculos, alejaría ese espantajo. Así, comprendo toda la sorpresa causada en diversos sectores de la opinión pública por mi categórica afirmación en favor de las elecciones directas. ¿Yo, tan luego yo, pactando con los que abren compuertas a la "jurunificación" del Brasil? En realidad, todo ha cambiado hoy en día. En las clases otrora conservadoras están instalados ahora los propulsores más poderosos, dinámicos y astutos de la revolución social. Y la parte conservadora de estas clases, displicente, comodista y desarticulada, poco hace para contener tal revolución. Y, cualquiera que sea el proceso de elección restringido, que se use para elegir el nuevo Presidente, la CNBB (**), el macro capitalismo, la intelligentzia de periódico o de cátedra universitaria, etc., disponen de elementos impresionantes para condicionar a fondo la elección. Por cierto, de ésta no saldrá un "Juruna" de favela rural o urbana que le dé pánico a la mayoría conservadora, creando condiciones para un nuevo 64 (***). Más probablemente saldrá uno de esos oportunistas amorfos ("moderados", según la jerga política de estos días), con aires de sensatez, especialista en anestesiar la derecha y que le promete a la izquierda todas las impunidades y favores. Siempre que -por supuesto- no sea escandalosa al punto de despertar a la derecha sorda y narcotizada. Entre esos dos fantasmas, el "Juruna" radical (más de lo que el Juruna de carne y hueso tal vez sea) y el "moderado", ¿a quién preferir? Por mi parte, rechazo a uno y otro. Y, en consecuencia, si el voto fuera plenamente libre en nuestro medio, me rehusaría a votar. He aquí un aspecto complementario de mi posición pro-elecciones directas que he dejado bien claro, pero que sin embargo no ha llamado suficientemente la atención. * * * Acabo de decir que el voto no es plenamente libre en nuestro medio. ¡Cómo! exclamará alguien: ¿no es absolutamente secreto? ¿Y ese secreto no le asegura al elector toda la libertad? - Respondo: todos tenemos la libertad de escoger, entre los candidatos presentados por los partidos, aquel que mejor nos parezca. Pero ésta es sólo una parcela de la libertad electoral. En efecto, si los partidos nos presentaren exclusivamente candidatos que consideremos nocivos, o simplemente mediocres (y la mediocridad de un presidente también trae terribles peligros en nuestra época apocalíptica) ¿no somos libres de rehusar a todos? Poco antes hablé de la presión de las influencias de izquierda sobre el mecanismo selectivo que escoje el presidente en elección indirecta. La realidad es que el mismísimo juego de influencias se puede fácilmente ejercer en el proceso por el cual las internas partidarias escojen los respectivos candidatos. La elección bien puede quedar restringida a "jurunas" o a mediocres, "compañeros de ruta" del comunismo. ¿De qué medios dispone el brasileño para rechazar cualquiera de las dos alternativas? Es la huelga. Sí, el derecho de rehusar impunemente sus votos a todos, y de quedarse melancólicamente en casa. Y sin con ello sufrir las pesadas sanciones con las que -según imagina el pueblo- es aplastado el elector que no concurre a votar. En caso de que más del 50% de los brasileños no comparezcan a las urnas, la ley debe considerar nula la elección. Y así, en lugar de obligarse al pueblo a elegir entre aquellos de quien los partidos o clanes políticos más gustan, clanes y partidos -al cabo de una, dos, tres elecciones nulas- tendrán que ofrecerle al pueblo candidatos de los que éste efectivamente guste. ¿Qué pueblo? ¿El pueblo de las llamadas "élites", o el pueblo de la burguesía minúscula y del sector operario? * * * El pueblo entero del Brasil, en el cual la pequeña burguesía y el sector operario son mayoría. Una mayoría mucho más sensata que nuestras pretendidas "élites" que el desatino puso en desvarío, o el egoísmo sumió en letargo: salvadas las honrosas excepciones de práctica... Desvarío o letargo: si ésta es la alternativa, aún más vale la pena buscar una tercera solución para ese "menu peuple de Dieu" (el "menudo pueblo de Dios") donde existen las mejores reservas de anticomunistas, antisocialistas y de antiiezquierdistas en el campo religioso. * "Juruna", cacique de la tribu de los Xavantes, sacado del anonimato por sectores "progresistas" de izquierda para representar el "show" de las reivindicaciones indigenas, actual Diputado federal por Rio de Janeiro (!). ** Conferencia Nacional de Obispos Brasileños. *** Reacción anticomunista que produjo el derrocamiento de Goulart. |