Carta al Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

 

del Dr. Cosme Beccar Varela (h.)

 

 

 

 

Revista “Tradición, Familia, Propiedad”, Buenos Aires, Año IV, N. 14, Octubre de 1972, páginas 8-10

 

  Bookmark and Share

 

Polémica en torno a nuestro libro sobre el Nacionalismo

En el número anterior, habíamos publicado en este espacio una carta del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, publicada en "¿Qué pasa?" de agosto de 1971. Era una respuesta a los ataques lanzados contra su persona y contra la TFP Brasileña por el señor Anacleto González Flores, de México. Una argumentación ágil, minuciosa y por sobre todo rigurosamente ortodoxa, impuso silencio a su adversario: sin duda, el mayor éxito que un polemista puede alcanzar en una controversia pública.

Atento a que la agresión ideológica involucraba también a su persona y a la TFP Argentina, el Dr. Cosme Beccar Varela (h.) dirigió al Dr. Corrêa de Oliveira una carta de protesta por los agravios recibidos: es la que a continuación ofrecemos a nuestros lectores.

*     *     *

Buenos Aires, 28 de junio de 1971

Ilmo. Señor Profesor Plinio Corrêa de Oliveira

Rua Martinico Prado 106

São Paulo (3) - SP BRASIL

 

Estimado Dr. Plinio:

He tomado conocimiento de las dos cartas firmadas por los Sres. Anacleto González Flores y Miguel Bustos y de una circular a las Entidades Tradicionalistas de España, Sudamérica, E.U.A., Italia y Portugal, enviada por los mismos, sobre el libro "El Nacionalismo una incógnita en constante evolución", del cual soy uno de los coautores.

De todo ello parece que se ha enviado primera copia al P. Julio Meinvielle, quien a su vez se ha ocupado de hacerlo conocer aquí en la Argentina. Como estos hechos hacen notoria la intención de algunos dirigentes nacionalistas argentinos de utilizar esos panfletos para difamar el referido libro, al cual no se han atrevido a refutar de frente, consideramos conveniente escribir estas líneas, para dejar sentada nuestra posición al respecto.

1.- Los Sres. González Flores y Bustos -que de aquí en adelante designaré como "los ofensores"- acusan a los autores del libro en cuestión, todos ellos miembros de la Comisión de Estudios de la Sociedad Argentina de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad, de ser "nenes del Jockey Club ". Aparte del hecho de que somos hombres de los cuales algunos ya pasaron los 30 años, sólo el Sr. Ibarguren y yo somos miembros del Jockey Club, no así los otros tres anteriores, y ninguno de los cinco frecuenta esa institución. Por el contrario, "los nacionalistas católicos" que los ofensores defienden son asiduos concurrentes, excepto el P. Meinvielle, cuya investidura no se lo permite.

2.- El motivo de nuestra campaña no es ni pudo ser el libro "De la Cábala al Progresismo" del P. Meinvielle por la simple razón de que no lo conocíamos. Se terminó de imprimir según dice en su última página en el mes de Enero de 1970, pero no lo vimos en librería hasta después de aparecido nuestro libro. Este fue enviado a imprenta en mayo de 1970, y terminó de imprimirse en Agosto del mismo año. Pero el estudio para su preparación comenzó mucho antes de la citada fecha de publicación del libro del P. Meinvielle. En efecto, citamos más de 500 textos de autores nacionalistas y una cantidad de documentación obtenida en investigaciones que llevaron más de un año, compartidas con otras actividades ineludibles como miembros de la TFP Argentina y hombres de trabajo.

Por último, queremos aclarar que no tenemos duda alguna de las relaciones que existen entre la Cábala y el progresismo, de modo que esta afirmación de nuestro coterráneo no merece objeción alguna de nuestra parte.

3.- Acerca de los artículos sobre la TFP de las revistas "The Economist" y "Newsweek" a que los ofensores se refieren, sólo conocemos dos que nos critican violentamente. Si los ofensores conocen alguno elogioso, les rogamos hacérnoslo llegar para nuestros archivos. Pero ya que los ofensores pretenden insinuar que nosotros dependemos económicamente de un tal Eugenio Meyer, debemos decirles que no conocemos a esa persona ni jamás hemos oído hablar de ella. Le exijo a los ofensores que den las pruebas de lo que afirman bajo pena de quedar demostrado que no son ellos más que unos vulgares calumniadores. En lugar de perder tiempo calumniándonos, sería más indicado que explicaran al público, de dónde es que obtienen los fondos para mantener la Universidad de Guadalajara, administrada por la asociación a la cual pertenecen los ofensores. Deberían aclarar si es cierto o no que esos fondos proceden en parte de la Banca Rockefeller.

4.- El tema del "antijudaísmo" ha llegado a convertirse en la mentalidad de los ofensores en una obsesión deformante. Dejamos en claro que nosotros somos profunda y radicalmente contrarios a la Sinagoga en cuanto centro y fuente de la anti-Iglesia en todos los tiempos cristianos. Sin embargo, está muy lejos de ser verdad que nuestro libro puede resumirse en dos postulados que giran en tomo al judaísmo. Hay mucho más que eso en ese libro. Lo fundamental es la acusación a los dirigentes nacionalistas de tener dos doctrinas: una real, que es relativista, ecuménica, evolucionista y dialéctica en lo filosófico, y socialista en lo político y económico; y otra aparente, católica e hispánica. La primera es la que practican, llevando a nuestra Patria hacia el abismo marxista; y la segunda es la que ostentan a veces sus bases jóvenes, que luego inician en la doctrina real, o confunden en un dédalo de contradicciones políticas, cuando la víctima no es apta para ser iniciada.

Todo esto lo probamos con más de quinientas citas textuales de las tres épocas del nacionalismo. ¿Es que los dirigentes nacionalistas, aludidos con nombre y apellido, no tienen otra cosa que decir al respecto que mandar lanzar injurias por medio de la pluma poco feliz de los ofensores?

En cuanto a los supuestos "postulados" que estos enuncian como siendo los centrales de nuestro libro, cabe decir lo siguiente: Es cierto que el padre Meinvielle escribió un libro sobre el judío. Allí expone argumentos teológicos sobre el pecado del pueblo hebreo y su enemistad contra la Iglesia. Pero también es cierto que esos argumentos teológicos no dan la tónica a las opiniones políticas del P. Meinvielle. En la práctica -e inclusive, en el propio libro citado- él reduce la cuestión judaica a un problema de lucha de intereses económicos y prevalencias políticas derivadas de las apetencias económicas. '

Este tipo de contradicciones dialécticas son típicas del P. Meinvielle. Luego de acusar a la Revolución Rusa de ser una obra judaica ("El judío", ed. 1936, págs. 124 a 130), declara que Rusia está en un proceso de nacionalización "que, aún cuando ha tenido lugar a expensas de la vieja Cristiandad o contrariado positivamente los derechos de la Iglesia como en el caso de Rusia, Alemania e Italia, de suyo no es malo, sino al contrario, porque es la explicitación de las virtualidades anidadas en el hombre, y por lo tanto, cristianizables" (Julio Meinvielle, "Hacia la Cristiandad" Adsum 1940, 86).

Llama la atención que en el libro "El judío", por otra parte, no hay capítulo especial para analizar las raíces judaicas del nazismo y del fascismo. Protesta contra los asesinatos de Hitler, pero termina insinuando que éste puede ser el nuevo Atila suscitado por Dios para purificar la tierra de los pecados de los judíos y cristianos (pág. 135, op. cit.). Esta misma idea desarrolla luego en 1940, en un libro "Hacia la Cristiandad"; "El hitlerismo es la antesala del cristianismo, pues lo precede inmediatamente" (Julio Meinvielle, págs. 77 y 78, op. cit. y pág. 186 de nuestro libro).

Finalmente, es falso que hayamos responsabilizado al nacionalismo del asesinato de seis millones de judíos. No hay tal cosa en nuestro libro ni en ninguna otra obra de la TFP.

Lo que sí afirmamos acerca del alcance práctico de las persecuciones antijudaicas de Hitler -y sobre esto no hay explicación alguna del P. Meinvielle o de cualquier otro nacionalista- es lo siguiente:

Esas persecuciones se dirigían mucho más contra los pequeños judíos de base que contra los grandes judíos de las finanzas internacionales. De esos pequeños judíos, como se sabe, una gran cantidad fue canalizada por el judaísmo internacional, hacia Palestina, adonde se los fijaba, realizando así el plan judío- inglés de fundar la República de Israel. Sin las persecuciones nazis, el plan anglo-sionista habría sido impracticable, ya que los pequeños judíos de base, antes del nazismo, se resistían a abandonar sus negocios y sus comodidades en Alemania para correr el riesgo de fijarse en una tierra pobre como es la de Israel. Fueron las persecuciones de Hitler las que hicieron posible la realización del viejo sueño judaico de restaurar y de fundar la nación sionista en la antigua Tierra Santa. Y las persecuciones de Hitler contra los judíos que no huyeron, fue el duro castigo infligido por el judaísmo internacional a los judíos de base que no quisieron ir a Tierra Santa.

(águila de la Ciudad de Buenos Aires)

5.- En el colmo del delirio los ofensores dicen que nosotros estamos asociados a la "Mafia mesiánica", y que servimos al judaísmo. Aparte del hecho que afirman tal infundio sin sombra de prueba alguna, es notorio que la defensa de la Tradición, la Familia y la Propiedad, no puede complacer a la Anti-Iglesia, dado que según enseñan Pío IX, León XIII y todos los Papas que han hablado sobre el asunto, tanto el liberalismo -enemigo de la Tradición, de la Moral y de la Religión- cuanto el socialismo -enemigo también, de la Familia y de la Propiedad- han sido engendrados por la judeo-masonería. Los escritores católicos anti-masónicos, explican cómo las fuerzas secretas están interesadas en suprimir la propiedad privada, generalmente en manos de pequeños, medianos y grandes propietarios no iniciados, para pasar todos los bienes a manos del Estado controlado por ellas. De ahí que el socialismo sea un arma eficientísima de dominación masónica.

Ahora pregunto, ¿quién sirve a la judeo masonería? ¿Quien se opone al socialismo -con sus Reformas Agraria, Empresaria, Urbana, Bancaria, etc.-? ¿O quiénes -como los ofensores-, propician una indefinida Reforma Agraria, o quiénes -como los nacionalistas- promueven un "nacional-socialismo" -que llaman "revolución nacional"-, so pretexto de defender a los pobres y a la Argentina contra los ricos y los extranjeros?

(“águila” deforme de la Alianza, con un martillo y una pluma)

6.- Llama la atención, que los ofensores acusen a la TFP de practicar el "culto a la personalidad". Nosotros afirmamos principios y seguimos a un hombre de principios. Ellos, por el contrario, de tal manera se indignan y se escandalizan por nuestra crítica doctrinaria a los líderes nacionalistas, que parecen seguirlos, más por devoción personal o por compromisos de otra índole, que por razones de principios. Nos asombra el fervor de los elogios que prodigan a la persona del P. Meinvielle. Nosotros no hemos puesto en tela de juicio su persona sino sus ideas. Hubieran ahorrado palabras de elogio para consagrar, aunque fuera unas pocas, a la refutación de los sólidos argumentos, fundados en textos originales, que exponemos en nuestro libro y que prueban que el citado autor incurre en contradicciones, en afirmaciones erróneas o imprudentes, y sobre todo, en silencios injustificables. Elogios velados a Freud (ver nuestro libro, pág. 225), a la CEPAL y la Alianza para el Progreso (ídem, págs. 227 y 228), al "georgismo" (pág. 133), a la dictadura pagana (pág. 135), a Rusia comunista y a la Alemania Hitlerista (pág. 187), a los Sacerdotes de la Orden Dominicana, pioneros del progresismo francés, editores de revistas como "Vie Spirituelle", "Vie lntelectuelle", "Sept", "Maison Dieu", y a la Escuela Teológica de Jerusalen (ver pág. 224).

Silencio del P. Meinvielle, y del nacionalismo argentino, frente al creciente peligro socialista en América Latina. De ese silencio acabamos de tener una prueba irrefutable cuando la elección de Allende en Chile; sólo la TFP levantó su voz y realizó campaña callejera para alertar al pueblo argentino. Los dirigentes nacionalistas callaron o hablaron para invitar al respeto de la "autodeterminación del pueblo chileno”… Como si no fuera evidente la traición, la violencia y el engaño con que se lo conducía al comunismo.

Silencio de toda palabra y de toda actitud efectiva contra el progresismo. La TFP realizó en 1968 y en 1969, bajo la inspiración del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, dos campañas memorables contra el progresismo: en una se reunieron dos millones de firmas para un Mensaje a Paulo VI; en la otra, se difundieron las denuncias de "Ecclesia" y "Approaches" contra el IDOC y los grupos proféticos. Los dirigentes nacionalistas entre los cuales se destacaba el P. Meinvielle, guardaron un silencio hostil, o difundían de boca en boca palabras de orden para restar apoyo a la TFP.

Esto último fue lo que hizo siempre el P. Meinvielle casi desde el nacimiento de la revista "Cruzada", antecesora de la TFP Argentina. Recordamos su renuncia intempestiva al cargo de Censor Eclesiástico de la revista, en momentos en que el enfrentamiento de ésta con el progresismo se hacía más patente.

Nunca la TFP atacó al escritor Gustavo Martínez Zuviría, con quien nos unían buenos lazos de amistad.

Al gran Menéndez y Pelayo, nuestra admiración; a los escritores William Thomas Walsh y León de Poncins, nuestro reconocimiento de su alto valor. A la "tradición católica heredada de la España de Trento y Felipe II" la amamos profundamente y la servimos con todas nuestras fuerzas. Y aún más atrás remontamos nuestra tradición: hasta Don Pelayo, ilustre guerrero de Asturias que comenzó la Reconquista de España con la victoria mariana de Covadonga. Quien diga lo contrario sobre la TFP, miente.

(escudo peronista)

7.- No vemos por qué nuestro libro sobre el nacionalismo es una "puñalada por la espalda". Nosotros hemos dado nuestras razones a la luz pública, invitando a una polémica. Por el contrario, las diatribas de los ofensores contra la TFP, contra el Dr. Plinio Corrêa de Oliveira y contra los autores del libro, lanzadas por Correo y sin argumentación de doctrina, constituyen un ataque artero y poco caballeresco. En esos ataques, ellos no osan asumir la defensa, en forma lógica, de los principios -equívocos y cambiantes- de los nacionalistas argentinos.

8.- Como excusa para justificar su incalificable proceder de denigrarme por interpósita persona, dicen los ofensores, que no se dirigen a mí por ser el "dócil instrumento", y sí al Dr. Plinio Corrêa de Oliveira, por ser "el amo". Curiosa afirmación de quienes se comportan como la dócil "longa manu" del P. Meinvielle… ¿Por qué temen tanto al P. Meinvielle? ¿Qué fuerzas maneja él que les mete tanto miedo y les mueve a defenderlo de modo tan ridículo y tan violento? ¿Hay alguna forma de dependencia no confesada entre los ofensores y él, entre el nacionalismo argentino y algún jefe común, suyo y de los ofensores? Esta interesante pregunta tal vez algún día tenga respuesta...

9.- No respondo a los varios insultos que contiene su carta porque ellos se vuelven contra los ofensores mismos. En un asunto de esta naturaleza quien insulta, se descalifica.

10.- Sé muy bien que no les interesa a los ofensores, porque la verdad no es la preocupación de ellos, pero les aclaro que mi apellido es Beccar y no "Bejar" como fantasiosamente dicen en los panfletos aludidos. No hay en el apellido ningún rastro de sangre judía. Una prueba de ello es que el primer Beccar que llegó a Buenos Aires, a fines del siglo XVIII, era militar español, profesión que no podían seguir personas de sangre judía, y participó junto a don Santiago de Liniers en la Reconquista de Buenos Aires contra los ingleses.

Termino aquí para no hacer excesivamente larga esta carta. Protesto contra las injurias que dirigen contra Ud. Dr. Plinio, valiente y ortodoxo luchador católico, y a nuestros amigos mejicanos que denigran en el mismo panfleto.

Para terminar, debo decirle que me siento muy honrado de haber sido objeto de un ataque en tan buena compañía como es la de Ud. y de nuestros amigos mejicanos. Que Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona y Reina de América, ayude a la TFP y a quienes comparten sus ideales, a obtener el triunfo de éstos, que no será otro que el de Ella misma.

Con todo afecto se despide, suyo affmo. In Jesu et Maria.

COSME BECCAR VARELA (h.)


Bookmark and Share