Las TFPs denuncian:

"Operación de rescate" publicitario

para salvar al dictador Castro

 

 

 

 

 

 

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El régimen marxista-leninista de Fidel Castro atraviesa la mayor crisis de su lamentable historia. Los recientes episodios de millares de cubanos que se lanzan al mar diariamente, prefiriendo enfrentar los riesgos de la muerte a continuar un minuto más en la asfixiante isla-cárcel del Caribe, son suficientemente elocuentes.

Sin embargo, se viene perfilando en el horizonte internacional una sutil "operación publicitaria de rescate" con el objetivo de anestesiar y amortiguar las justas reacciones de indignación anticastrista que se levantan hoy por todo el mundo civilizado. Esa "operación de rescate" crearía un clima psicológico internacional favorable a una masiva ayuda económica de naciones occidentales al régimen cubano que terminaría por forzar el levantamiento del bloqueo económico norteamericano.

De esa manera, sin ceder un milímetro en su retrógrado y confesado marxismo-leninismo, el dictador Castro podrá continuar oprimiendo al pueblo cubano, fomentando movimientos de izquierda revolucionaria en naciones democráticas del continente e incluso liderando un eventual frente diplomático anti norteamericano en las Américas.

Ante esa preocupante perspectiva, las TFPs manifiestan las siguientes consideraciones:

1. La revolución comunista en Cuba, desde fines de la década del 50, viene contando invariablemente con el decisivo apoyo de quintas columnas actuantes en importantes sectores de la prensa internacional. Algunos especialistas llegan a afirmar que sin ese elemento publicitario de sustentación, el marxismo jamás habría triunfado en Cuba.

Es de mencionar como un hecho pionero la serie de prestigiosas entrevistas que el periodista Herbert Matthews efectuó a Fidel Castro en ese período, y que fueron publicadas con destaque por el diario "The New York Times". Hoy nadie niega que esas entrevistas fueron decisivas para proyectar internacionalmente el "mito" de Fidel Castro como un "idealista" y "amante de la libertad", y para consolidar internamente la entonces frágil aventura comunista en Cuba (cf. William E. Ratliff, "The Selling of Fidel Castro — The Media and the Cuban Revolution", Transaction Books, 1987).

2. En años sucesivos, y durante décadas, valiéndose de influyentes sectores de la prensa, hábiles propagandistas fueron esculpiendo a los ojos de la opinión mundial esa imagen del dictador Castro como un moderno "Robín Hood", y de su nefasto régimen marxista como un "paraíso" de justicia social (cf. John P. Wallach, "Fidel Castro and the United States Press", CANF, 1987). Generaciones enteras de jóvenes de las tres Américas fueron influenciadas por esa insidiosa propaganda, contribuyendo a sembrar la discordia —cuando no la subversión y la guerrilla sangrienta— en el seno de sus respectivos países.

3. A ese coro publicitario no faltaron voces de estadistas, intelectuales, empresarios y hasta eclesiásticos, que ayudaban —directa o indirectamente, consciente o inconscientemente— a consolidar el "mito" de la revolución comunista.

En los últimos días, las agencias internacionales han consignado declaraciones de intelectuales y políticos norteamericanos, y de figuras de otros países como el presidente de Francia —el socialista François Mitterrand— pleiteando el levantamiento del embargo comercial norteamericano, medida anhelada con indisimulable frenesí por el dictador Castro.

4. Con la caída del imperio soviético, el régimen de La Habana perdió su principal sustento económico, que entre 1959 y 1991 ascendió a 8 mil millones de dólares anuales, según recientes revelaciones de Yuri Pavlov, ex director del Departamento para Iberoamérica de la Rusia soviética. Esa fabulosa inyección de dinero fue dilapidada por Castro en aventuras guerrilleras en América del Sur y Africa, y en el sustento de la "nomenklatura" cubana.

Como es sabido, el régimen castrista arruinó la otrora floreciente economía cubana y pese a los subsidios soviéticos el pueblo de la isla pasó a alimentarse bajo el implacable y humillante sistema de "libretas de racionamiento".

5. Más recientemente, las tan abundantes como desconcertantes ayudas financieras de ciertos gobiernos occidentales y de algunos macroempresarios poco escrupulosos no fueron suficientes para sustituir los ríos de dinero soviético. Paralelamente, la situación de miseria del pueblo ha llegado a extremos sin precedentes. Con lo cual, como en la fábula de Andersen, esa trágica situación clama hoy a los cuatro vientos: "¡El régimen comunista cubano está desnudo!"

6. Como fruto de lo anterior, Fidel Castro fue quedando en una situación interna y externa insustentable, y comenzaron a percibir­se en el horizonte claras esperanzas de un pronto desmoronamiento del régimen. Sin embargo, enigmáticamente se ha ido articulando una gigantesca "operación de rescate" del régimen castrista —de cuño fundamentalmente publicitario— que intenta distraer las atenciones internacionales de los verdaderos culpables de la actual situación de la isla-presidio: el dictador marxista-leninista Fidel Castro y su "nomenklatura".

7. En efecto, la forma de dar ciertas noticias parece pensada para amortiguar la natural y explicable indignación anti castrista que la actual situación cubana despierta en la opinión pública del mundo entero. Así, según esa propaganda insidiosa y sutil, la miseria atroz de Cuba no se debería al fracaso inherente a un régimen colectivista que niega la propiedad privada, sino a coyunturas internacionales como el embargo comercial norteamericano; la represión y absoluta falta de libertad que sufre el pueblo cubano —condenada recientemente por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU— es presentada como una medida para proteger los "logros" y la "seguridad" de la revolución, amenazados por "enemigos" internos y ex­ternos; la arrogancia de Fidel Castro es hábilmente maquillada, disfrazándole de víctima inocente del "fascismo internacional"; etc.

8. En una palabra, está en curso una "operación de rescate" publicitaria que, utilizando técnicas de trasbordo ideológico inadvertido (cf. Plinio Corrêa de Oliveira, "Trasbordo Ideológico Inadvertido y Diálogo") pretende librar al dictador Castro del banco de los reos en el cual la opinión pública con justicia lo ha colocado. Con ello, se le intenta asegurar a cualquier precio una supervivencia política en el seno de las Américas.

9. En esta hora crucial, las TFPs no podían dejar de manifestar públicamente —de nuevo— la más firme de sus denuncias ante tales maniobras.

9 de septiembre de 1994

 

Nota: Para profundizar el tema, basta pinchar.


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