Plinio Corrêa de Oliveira

 

 

La TFP:

un obstáculo en la carrera hacia el caos

 

 

 

 

 

"Catolicismo", enero 1994, n° 517 (*)

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La revista Catolicismo entrevista al profesor Plinio Corrêa de Oliveira

CATOLICISMO - ¿Cómo se explica que la TFP, defendiendo unas ideas tan opuestas al mundo moderno, tenga, sin embargo, tanta influencia en el Brasil de hoy?

Plinio Corrêa de Oliveira - El llamado mundo moderno es fruto de un proceso histórico multisecular, de decadencia y de pecado, que analizo en mi libro Revolución y Contra-Revolución. Como es fácil de ver, el vocablo Revolución designa, en el título de la obra, precisamente tal decadencia.

Ahora bien, la Revolución viene actuando, a lo largo de su desarrollo, de un modo doblemente astuto. En primer lugar, llevó hacia el mal a muchos que eran buenos y, después, creó en todo Occidente y, por tanto, también en Brasil, un ambiente el en que los malos comenzaron a despre­ciar a los buenos y éstos no tuvieron coraje para enfrentar la situación y retribuir ese desprecio con altivez cristiana y energia.

Los católicos se dejaron arredrar, rebajar, y esto fue lo peor de todo. Que los buenos fuesen menos nume­rosos no sería tan perjudicial, en el caso de que fuesen más ufanos, tuviesen más gallardía, más santa altivez de ser católicos.

De esa gallardía la TFP procura dar ejemplo, a fin de ser aquella más eficazmente difundida. A pesar de que la entidad no sea una asociación religiosa en el sentido específico del Derecho Canónico, sus socios, coo­peradores y corresponsales se decla­ran pública y altaneramente católi­cos.

Sus estandartes simbolizan esa altanería. Parece que ellos afirman: "Soy católico, apostólico, romano, gracias a Dios y defiendo los valores básicos de la Civilización Cristiana: Tradición, Familia y Propiedad. Soy de la TFP. Denuncio al mundo actual, con base en razones que proclamo con la cabeza erguida y a pecho des­cubierto".

 

TFP-Covadonga, inspirándose en los métodos de la TFP brasileña, hace campaña en la Puerta del Sol (Madrid) 

Además, esto es lo que todo nuestro modo de ser indica: las becas rojas y los estandartes, los cán­ticos, la fanfarria y todo lo demás, hacen repercutir, en las ciudades contemporáneas ya tan fuertemente paganizadas, la ufanía de ser cató­licos y de defender la Civilización Cristiana.

Esto produce en la opinión pública un choque vivificante y saludable que simboliza la contra-ofensiva del bien. Sin duda, Vd. que me hace esta pregunta, debe haber conocido en su vida a mucha gente buena, que tenía menos fuerza de voluntad y menos altivez en ser buena que los malos en ser malos. Esto se debe a que, por desgracia, en los días de hoy, los buenos frecuentemente están mustios, acoquinados, sin coraje. Y los malos, por el contrario, suelen ser audaces.

CATOLICISMO - Sin embargo se habla mal, muchas veces, de la TFP...

Plinio Corrêa de Oliveira - Es verdad. A veces un grupo de jóvenes nuestros va a un restaurante a comer o a cenar. Antes de sentarse, se san­tiguan, pero no de una manera aver­gonzada, no. Con la cabeza erguida y, además, de arriba abajo: "En el nombre del Padre, del Hijo y del Es­píritu Santo". A continuación se sientan. Las personas que están en el restaurante ven aquello. Algunas ad­miran el gesto. Otras se manifiestan indignadas y, o no les dicen nada, o si dicen algo se les da una respuesta a la altura.

Usted ve, por esta actitud, a qué situación menguada está reducida la ofensiva de los adversarios de la Fe, cuando atacan ostensivamente a la TFP. Si nos atacan de frente, respon­demos de frente. Basta ver nuestros libros o publicaciones en los periódicos, etc. Además, nuestras respuestas siempre están basadas en argumentos sólidos y nuestros adversarios no saben qué contestar. Es raro que la TFP sea atacada de frente. La Santísima Virgen nos ha ayudado y siempre hemos podido demostrar cabalmente la afinidad entre nuestras posiciones y la doctrina católica.

CATOLICISMO - La TFP es muy conocida, pero sale poco en los periódicos, en la radio o en la televi­sión.

Plinio Corrêa de Oliveira - La campaña de silencio contra la TFP es patente. Los medios de comunica­ción, de un modo general, poco o nada publican sobre la TFP y, cuando lo hacen, por regla general, es para hablar mal. Cuando contestamos, los atacantes se callan.

Ahora bien, a pesar de ese silen­cio, no hay una asociación anticomu­nista en Brasil tan conocida como la TFP. Tenga en cuenta que ningún político aceptaría esa lucha para al­canzar notoriedad, en las condicio­nes en que nuestra entidad la traba. Pero con la ayuda de Nuestra Señora, sin la cual nada se hace, a cuya pro­tección todo se debe, vamos avan­zando. La mayor parte de los órganos de comunicación social nos hacen el silencio. Por eso realizamos, con energía, campañas públicas para di­fundir nuestros ideales. Recorremos toda la nación mediante caravanas contínuas para que Brasil entero tome conocimiento de la lucha emprendida por la asociación. Vamos con capas, estandartes y banda de música. El resultado es que todo el mundo nos conoce. He ahí la prueba de la eficacia de la TFP al conseguir neutralizar esa táctica de silenciar usada por el adversario. La Fe prac­ticada con altanería puede hacer —y, en algunos casos ya ha hecho— que alteremos el curso de la Historia. Por ejemplo, varios de los catastróficos "progresos" inflingidos por las iz­quierdas a nuestro desdichado país fueron evitados durante decenas de años, en su curso funesto: el divor­cio, la Reforma Agraria socialista y confiscatoria y, principalmente la victoria del comunismo.

CATOLICISMO - ¿Cuál es la técnica de respuesta adoptada por Vd. mediante la cual el adversario siempre se calla?

Plinio Corrêa de Oliveira - Posi­blemente Ud. habrá visto que la TFP cuando enfrenta a los adversarios de la civilización cristiana nunca lo hace a base de ataques personales. Son siem­pre doctrinales. Algunas veces podría­mos haber dicho cosas contra el proce­dimiento y las costumbres privadas de uno u otro. No lo hicimos.

Nuestras críticas se sitúan en el campo de la doctrina mientras que, las embestidas de nuestros adversarios contra la TFP tienen siempre una pesada nota de ataque personal. No consiguiendo presentar respuesta doctrinal a la altura, ellos lanzan ata­ques individuales: "quien no tiene perro caza con gato", dice el refrán.

Además, los ataques contra la TFP suelen ser furiosos. Nuestras ré­plicas son serenas.

CATOLICISMO - ¿Ha sido la TFP eficaz en la lucha contra ese proceso revolucionario del cual ha­blaba hace poco?

Plinio Corrêa de Oliveira - Sí, nuestra simple presencia en el pano­rama nacional molesta y enfurece a los que desean llevar adelante tal proceso que va degenerando en caos. El simple hecho de que exista la TFP y esté de pie representa un obstáculo para ellos.

Por ejemplo, hace 20 años se con­sideraba prohibida, ilegítima, inmo­ral, una serie de acciones que hoy se practican abiertamente. Doctrinas entonces calificadas como heréticas, hoy circulan sin problema. Así, Brasil va desmoronándose.

Ahora bien, la TFP se levanta, hace sus denuncias y dice las cosas como son y la marcha hacia el caos queda obstaculizada. La andadura de la Revolución a la cual me referí al inicio, habría sido mucho más rápi­da en Brasil si no se hubiese topado con la TFP en su camino.

CATOLICISMO - Bien, Dr. Pli­nio, la Revolución anda despacio, es verdad, pero al final llega al mismo término.

Plinio Corrêa de Oliveira - No es verdad. Disminuyendo su velocidad, la Revolución pierde el ímpetu y la capacidad de afirmarse. La prueba de esto es que hoy en día, a pesar de los extremos revolucionarios a que he­mos llegado, la mayor parte de los políticos, de los escritores, que de­fienden posiciones contrarias a la tradición católica, procuran ocultarlas. No se sienten a gusto mostrandose abiertamente.

Un ejemplo característico fue lo ocurrido en las elecciones a la Asam­blea Constituyente, en que varios co­munistas se hicieron elegir camufla­dos, o sea, bajo candidaturas que no se decían comunistas. Pues el rótulo comunista se hizo tan odioso en Bra­sil que el Partido Comunista Brasileño ha creído conveniente cambiar de nombre. Y el mismo disfraz se ha venido repitiendo en elecciones más recientes.

Así, los comunistas, al avanzar, tienen que hacerlo despacio y en ese cambiar paso a paso pierden su “élan”. A ellos les gustarla que fuese viable la existencia de un Partido Comunis­ta con su doctrina marxista clara­mente expuesta, la cual fuese ganan­do la adhesión de todos para, al final, imponerse al país. Eso ya no lo pue­den conseguir. Entonces recurren al caos, en cuyas nieblas nadie expone una doctrina clara y coherente, nadie piensa nada. Y es a la sombra de ese caos que intentan imponer un comu­nismo velado.

Esa actitud prueba que los revolu­cionarios llegan al final del camino con mucho menos énfasis de lo que se podría pensar. A este propósito, conviene acentuar un punto impor­tante: nuestro pueblo está claramente alertado de todo esto. La TFP ha denunciado ampliamente ese embus­te a través de campañas públicas, entre las cuales conviene destacar la actuación de sus caravanas que, des­de hace 22 años, recorren el territorio brasileño de arriba abajo. Estas cara­vanas han alcanzado ya la escalo­friante cifra de cuatro con ocho mi­llones de kilómetros recorridos. ¡Equivale a diez veces el camino de ida y vuelta a la luna!

En vista de todo esto, se comprende por qué la TFP se transformó en una seria traba al proceso revolucionario.


(*) Covadonga Informa, Madrid, Año XVII – Núm. 180 – Enero de 1994, pags. 4-5.


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