La posición de la TFP ante la
vitória marxista en Chile
«TODA LA VERDAD SOBRE LAS ELECCIONES EN CHILE»
El profundo impacto causado en
la opinión pública de Brasil y de toda América del
Sur por el resultado de la reciente elección
presidencial chilena, hace indispensable un análisis
sereno y objetivo de lo que en el país hermano acaba
de acontecer.
Tal análisis, lo esperan de la
TFP los incontables brasileños que se vienen
habituando a recibir de ella —en las horas de
incertidumbre y de dolor— la palabra que esclarece,
estimula y sugiere una solución. Así, expreso aquí
el pensamiento de nuestra invicta entidad.
¿Avanzo o retroceso del comunismo?
El primer punto por tratar es
el alcance de las elecciones en Chile como indicio
de los rumbos ideológicos de la opinión en aquel
país, así como en toda América del Sur.
En efecto, gana terreno entre
nosotros la impresión de que el comunismo registró
un gran avance en Chile, avance éste que indicaría
una profunda transformación en la actitud hasta aquí
anticomunista, de las masas latinoamericanas. En
otros términos,
la
victoria del comunismo en Chile presagiaría análoga
victoria para él en nuestro país y en las demás
naciones hermanas.
Tal
conclusión es tendiente a
desalentar toda acción anticomunista. Y con esto
sólo gana el comunismo. Pues —según enseñaba
Clausewitz— vencer a un adversario no significa
necesariamente aplastarlo: a veces basta quitarle la
voluntad de luchar.
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Después de
la Misa celebrada por D. Antonio de
Castro Mayer, en la iglesia de San
Antonio, en São Paulo, el Prof. Plinio
Corrêa de Oliveira lanza la campaña para
clarificar la opinión brasileña sobre la
victoria del candidato marxista en
Chile. A su lado, Fabio Vidigal Xavier
da Silveira, autor del bestseller "Frei,
el Kerensky chileno " |
Así, lo más urgente, para el
esclarecimiento de la opinión latinoamericana,
consiste en aclarar que el resultado del reciente
pleito chileno revela no un progreso, sino por el
contrario un retroceso del marxismo en el país
amigo. Por más que esa afirmación pueda sorprender a
primera vista, ella se funda en cifras y hechos
incontestables. Estas últimas, las tornamos en la
fuente más genuinamente “allendista”, esto es, el
diario comunista chileno “El Siglo” del 5 del
corriente:
a) En 1964, concurrieron a la
disputa por la suprema magistratura dos candidatos,
Eduardo Frei y Salvador Allende. El primero alcanzó
los 1.409.012 votos, que constituían el 55,7 % del
electorado. El segundo obtuvo 977.902 votos, lo que
significaba el 38,7 % del electorado.
Los votos dados a Frei
provenían de la coalición del PDC (Partido Demócrata
cristiano) con dos partidos más, el Conservador y el
Liberal.
Allende —y este hecho es
capital— no era apoyado sino por los comunistas, o
sea, por el Partido Socialista (marxista), por el
Partido Comunista y por ciertos corpúsculos
comunistas disidentes. Así, toda la votación de
Allende era comunista y toda la votación comunista
era de Allende.
b) En el pleito de 1970, por el
contrario, Allende se presentó como candidato de una
coalición. O sea, además de los votos comunistas
arriba citados, Allende recibió el apoyo del Partido
Radical y de una disidencia del PDC (MAPU) Era,
pues, de esperar que el electorado de Allende
hubiese crecido mucho más.
Sin embargo, sucedió
precisamente lo contrario. O sea, en el último
pleito el candidato socialista tuvo apenas 36,3 % de
los votos (contra 38,7 % en la elección anterior).
De ahí se deduce que el
contingente marxista disminuyó. Pues ahora —aún
sumado a otras fuerzas— sacó menor porcentaje de
votos que en 1964.
Pedecistas y otros izquierdistas, responsables por
la victoria de Allende
Mas, se objetará, que si es
verdad que el porcentaje electoral de los
contingentes marxistas decayó, se puede por lo menos
decir que el número de los marxistas creció en el
interior de otras corrientes políticas. Pues de lo
contrario no habrían apoyado a Allende.
Infelizmente, los
latinoamericanos tenemos buenas razones para saber
que esto no es la verdad. Abundan aquí clérigos de “manifestación”,
políticos con “p” minúscula, intelectuales e
intelectualoides deseosos de publicidad, los cuales
no se cansan de repetir que los no comunistas,
aunque conservándose escrupulosamente ajenos al
marxismo, deben hacer frente único con los adeptos a
éste, para derribar a lo que llaman la oligarquía
ahora dominante. Hace 20 o 30 años que esto se dice
y se repite en América Latina.
Ahora bien, según observaba
Napoleón, la repetición es la mejor forma de
retórica. A fuerza de predicar la coexistencia
pacífica, la “mano extendida”, la colaboración con
el marxismo, los cripto-comunistas han arrastrado en
más de un país a votar por candidatos comunistas
contingentes mayores o menores de “idiotas útiles”,
los cuales no son comunistas.
“Hay algo peor que el
comunismo: es el anticomunismo”, dijo Frei. Su
lección fructificó. De las propias filas del PDC, al
que Frei pertenece, una apreciable fuerza electoral
se pasó para Allende. Quien siembra vientos recoge
tempestades...
El Clero izquierdista,
factor importante de la vitoria marxista
Una circunstancia especial
refuerza esa argumentación en pro de la tesis de que
buena parte de la votación dada a Allende en el
último pleito no era constituida por comunistas.
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"Por Chile,
país hermano: luto, lucha y oración"
La TFP comenzó la campaña para
alertar sobre la victoria del marxismo
en Chile con un desfile en el "Viaduto
do Chá", de São Paulo. |
En 1964, la infiltración
comunista en el clero chileno era bastante menor. El
clero todo trabajó por Frei, contra Allende.
En 1970, esa infiltración
asumió proporciones alarmantes. Agravando aún más la
situación, el propio Cardenal Silva Henríquez,
Arzobispo de Santiago, declaró a la prensa que
era enteramente lícito para un católico —que,
por definición, no es comunista— votar por
candidatos marxistas (conf. diarios “Última
Hora” y “Clarín” de San-tiago, del 24-XII-69).
Suponiendo que se tratase de un
error de la prensa, la TFP chilena escribió al
purpurado, pidiéndole un esclarecimiento o una
rectificación. La respuesta fue el silencio.
Quien conoce el fondo de
nuestros clérigos rojos bien puede imaginar cuántos
votos de “idiotas útiles” esos clérigos rojos de
Chile —prestigiados y estimulados por el hecho tan
propicio a sus intentos— habrán encaminado para
Allende.
“Idiotas útiles”, el peso
decisivo
Insistimos, no creció en Chile
el número de los marxistas. Creció, esto sí, el
número de “idiotas útiles” que se dejan ilusionar
por el sueño de aprovechar el apoyo marxista para la
realización de ciertas reformas... sin llegar al
marxismo.
La TFP lo predijo — La
vitoria de un gran libro
Aclarado esto, conviene pasar a
otra consideración.
América Latina ha visto, en el
ejemplo chileno, la suma nocividad de los grupos de
presión de la llamada “Tercera Fuerza”, contra cuya
actuación la TFP no ha cesado de alertar a la
opinión pública, en campañas que ya hoy hacen parte
de la historia. Entre esas campañas, merece en este
momento una referencia especial la difusión, a todo
lo largo de nuestro continente, del libro “Frei,
el Kerensky chileno”, cuyo autor es
uno de los directores de la entidad en Brasil, el
señor Fábio Vidigal Xavier da Silveira.
Este libro tuvo ediciones,
además de la
original en portugués (Editora Vera
Cruz, São Paulo, año 1967), en Argentina y Venezuela
y repercutió intensamente en toda la prensa de
América Latina. Escrito con una notable lucidez de
doctrina y de observación probó — hace 3 años — que
el resultado de la actuación de Frei sería la
victoria de la minoría comunista.
Este libro no le gustó a los
grupitos cripto-comunistas y los “sapos”. Aquí están
los resultados...
Si Pablo VI hubiera atendido
a nuestro llamado de alerta
Una palabra sin ninguna
amargura, pero llena de dolor.
En 1968, 120.000 chilenos se
unieron a 1.600.358 brasileños, 280.000 argentinos y
40.000 uruguayos para pedir a Pablo VI providencias
contra la infiltración comunista en los medios
católicos. El silencio más frío y completo siguió a
la súplica entretanto filial, respetuosa, sumisa,
angustiada, ardiente.
Nada se hizo en Chile (para
sólo hablar de ese país) , que pusiese coto a la
ola. La Historia registrará que esa omisión tuvo
trágica importancia en el drama que está a punto de
comenzar.
Ahora exulta el comunismo
internacional
O mejor, en el drama que ya
comenzó.
En cuanto, por lo menos hasta
el momento, que sepamos, ningún periódico católico
oficial u oficioso se irguió para lamentar el
escándalo del apoyo de católicos al comunismo en
Chile, los periódicos comunistas del mundo entero
celebran la victoria de Allende como un triunfo del
marxismo. Y Fidel Castro procura deshacer, con loas
a Allende, la impresión de la derrota causada por su
discurso sobre el fracaso de la cosecha azucarera
cubana.
La victoria de Allende:
mayoría de opereta
Por su parte, Allende, a quien
algunos optimistas incorregibles presentan como
moderado, ya comenzó la marcha hacia la ilegalidad y
por tanto hacia la violencia.
La voluntad popular sólo se
expresa por mayorías palpables, pues como es obvio,
pequeñas diferencias electorales pueden tener causas
tan irrelevantes y variadas que son inadecuadas para
manifestar las aspiraciones auténticas y profundas
de un país. La Constitución chilena dispuso
sabiamente que, en casos como el presente, cabe al
Congreso escoger libremente el presidente de la
República, entre los candidatos más votados.
Ahora, el comando de la Unidad
Popular —unión electoral pro-Allende— dando un golpe
de Estado blanco acaba de negar al Congreso esa
atribución legal, declarando pura y simplemente que
la victoria de su candidato es irreversible. Lo que
quiere decir que él recurrirá al golpe de Estado
rojo, si el Congreso no se doblegara ante el golpe
de Estado blanco.
Allende intenta empezar la
tragedia
Allende obtuvo 36,3 % del
electorado. Alessandri 34,9 %. La diferencia es
irrisoriamente pequeña. Cuestión entre agentes
electorales, cualquier episodio a-ideológico de
aldea o suburbio la puede haber ocasionado.
Basado entretanto en esa
minoría ínfima, en esa victoria de opereta, Allende
ya comenzó —en nombre de la democracia— la
demolición del Congreso. Así, anunció el propósito
de disolver el Senado y la Cámara de Diputados,
instalando una “Asamblea del Pueblo” a ser elegida
con Chile bajo el tacón de la bota comunista.
Al mismo tiempo, ya pidió la
institución de jueces electivos. O sea, de la
barbarie. Pues en un país en que los jueces son
nombrados sin prueba de su saber notorio, y trabajan
sin las garantías de la
vitaliciedad,
de la inamovilidad y de la irreductibilidad de las
rentas, domina, no el derecho ni la ley, sino la
barbarie.
La DC tiene la decisión en
sus manos
En el Congreso, los votos de
los diputados de la Democracia Cristiana decidirán
si el presidente será Allende o Alessandri. O sea,
si Chile se sumergirá o no en la barbarie comunista.
¿Llevará la Democracia
Cristiana la triste coherencia de su posición de
Tercera Fuerza hasta el extremo de optar por la
barbarie?
A este respecto, hay un
suspense no sólo en Chile y en América, sino en todo
el mundo. Todos se preguntan hasta dónde irá, en
este episodio, la Democracia Cristiana. Y lo que aún
pueden temer de ésta los otros países en los que
haya partidos demócrata cristianos fuertes.
Pablo VI aún podrá salvar
todo
Volvemos nuevamente ahora
nuestra mirada para Roma.
Hay una sola voz en el mundo
que puede prevenir este mal. Es la voz augusta de
Pablo VI.
Será que aún ahora él se
mantendrá silencioso, omitiendo pronunciamiento
oficial, claro, previdente, fuerte, paterno, que
aunque al borde del abismo, aún podrá salvar todo?
Es con toda alma que imploramos
a la Providencia esa palabra salvadora...
Irritación no convence;
solamente argumentos
Es de preverse que ciertas
afirmaciones aquí contenidas causen desagrado y
hasta protestas en algunos círculos, especialmente
en los del llamado progresismo cristiano.
A esos recordamos simplemente
que los hechos que alegamos son incontestados e
incontestables...
Súplica
Nos queda pedir a Nuestra
Señora del Carmen, Patrona de Chile, que se conduela
de ese país, querido hermano de los nuestros. Y abra
los ojos de los latinoamericanos para la tremenda
nocividad de las corrientes que se rotulan de
a-comunistas, pero extienden la mano al comunismo.
PLINIO CORRÊA DE OLIVEIRA |
|
Presidente del Consejo Nacional
de la |
Sociedad
Brasileña de Defensa de la |
TRADICIÓN,
FAMILIA y PROPIEDAD |
NOTAS
[1] Artículo
originalmente publicado en la
“Folha
de São Paulo”
de 10 de septiembre de 1970. Traducción y
adaptación al español por "Cristiandad".
[2] El presente
artículo fue publicado en la íntegra em
"Catolicismo", n.° 238, outubro de 1970;
"Folha de S. Paulo", 10-9-70; "Gazeta do Povo",
Curitiba, 13-9-70; "Diário de Notícias", Salvador,
18 e 19-9-70; "Tribuna da Serra", São Bento do Sul
(SC), 19-9-70; "Correio do Povo", Porto Alegre,
20-9-70; "A Cruz", Rio de Janeiro, 20-9-70; "Diário
dos Campos", Ponta Grossa (PR), 20.9-70; "Diário da
Região", São José do Rio Preto (SP), 24-9-70;
"Diário Catarinense", Florianópolis, 2-10-70;
"Cidade de Blumenau", Blumenau (SC), 2-10-70;
"Jornal Pequeno", São Luís, 4-10-70; "Correio do
Ceará", Fortaleza, 6-10-70; "Jornal do Commércio",
Recife, 6-10-70; "Diário do Norte", Jacarezinho
(PR), 25-10-70 e 1.°-11-70. — Resumos foram
publicados no "Diário da Noite", São Paulo, 11-9-70;
"Diário de Notícias", Rio de Janeiro, 11-9-70;
"Diário do Comércio & Indústria", São Paulo,
11-9-70; "Diário de S. Paulo", 13-9-70; "O Estado do
Paraná", Curitiba, 13-9-70; "Diário do Paraná",
Curitiba, 13-9-70; "Correio Braziliense", Brasília,
15-9-70; "O Fluminense", Niterói, 15-9-70; "A
Gazeta", Florianópolis, 15-9-70; "Diário da Tarde",
Belo Horizonte, 15-9-70; "Diário da Região", São
José do Rio Preto, 15-9-70; "Folha do Comércio",
Campos (RJ), 16-9-70; "Correio Lageano", Lages (SC),
18-9-70; "Diário Popular", Curitiba, 19-9-70; "O
Popular", Goiânia, 19-9-70; "Cidade de Barretos",
Barretos (SP), 20-9-70; "A Cidade", Ribeirão Preto
(SP), 22-9-70; "Diário da Manhã", Ribeirão Preto
(SP), 26-9-70; "A União", João Pessoa, 30-9-70;
"Tribuna de São José", São José dos Pinhais,
3-10-70; "A Cidade", Campos (RJ), 25-11-70.
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