Covadonga Informa - Marzo-Abril-Mayo-1988 - ÍNDICE

España

ANESTESIADA SIN PERCIBIRLO

AMORDAZADA SIN QUERERLO

EXTRAVIADA SIN SABERLO

LA OBRA DEL PSOE

 

Covadonga Informa, Año IX, Núm. 123, Marzo-Abril-Mayo 1988


 

ÍNDICE

¿Hacia dónde va España?

La obra del PSOE: un enigma indescifrable

I - La revolución del PSOE: es "tremenda", "asombrosa", aunque "callada" y "tranquila"

II - La revolución cultural

III - Caldo de cultivo de la revolución del PSOE

IV - La "revolución asombrosa" en los hechos

V - Un "hombre nuevo" para una "sociedad nueva"

VI - La experiencia española: "guía" y "expectativa" para los revolucionarios

VII - Frente a la revolución del PSOE, desconcertante desinterés de sus opositores naturales

VIII - La fuerza del PSOE para hacer vencer la "revolución asombrosa y tranquila"

IX - El PSOE, ¿un gigante con pies de barro?

X - Denunciar la fisonomía global de la neorrevolución "callada"

Notas


 

 

IV. La "revolución asombrosa" en los hechos

1. Proceso a las glorias del pasado español

El culto tributado por los pueblos a las grandes figuras de su historia corresponde al que una familia tributa a la memoria de aquellos antepasados suyos que se destacaron por elevarla espiritual, moral o materialmente. Muchas de esas figuras se transforman en símbolos de la nación.

Austria tiene, entre otros grandes personajes, a María Teresa; Francia, a Luis XIV; y nosotros, a Felipe II. Por lo que nos consta, ni la memoria de Luis XIV ni la de María Teresa han sido víctimas en sus países de ningún proceso póstumo. La memoria de Felipe II, por el contrario, lo está siendo. ¿Será acaso éste el precio que debemos pagar para ser europeos y dar credibilidad a nuestra tolerancia?

En El Escorial tuvo lugar un solemne acto de reparación a Holanda por la política seguida por Felipe II en los Países Bajos.

En calidad de orador del triste evento, y ante SS. MM. los Reyes de España y la reina de Holanda, el ex ministro de Relaciones Exteriores, José María de Areilza, presentó a Guillermo el Taciturno, adversario y traidor de la Iglesia Católica y de España (46), como modelo de estadista: "El prototipo del gobernador moderno, del político que rige un Estado con criterios de tolerancia y respeto" (47).

En cambio, en el mismo discurso, Felipe II — a quien Santa Teresa de Ávila llamó "el Rey Santo" (48) — fue tachado de soberano intolerante que "llenó de sangre, de hogueras y de cadalsos las ciudades y burgos de las siete provincias" (49). En su afán de difamar al gran monarca, Areilza asumió gratuitamente la representación de toda la nación: "Ningún español de hoy aprueba o justifica aquel acumulo de innecesarias cuanto injustas crueldades" (50).

Sin embargo, Felipe II no está solo en la honrosa picota donde lo amarró la intolerancia de los tolerantes. Este proceso también se instauró contra grandes instituciones y gestas de nuestra Historia.

Una de estas gestas es la Reconquista. España, en nombre de sus sagrados derechos y de la Fe católica, expulsó al invasor musulmán tras ocho siglos de luchas heroicas, y volvió a encauzar su civilización por las sendas del catolicismo. Uno de los grandes símbolos de la Reconquista es la Catedral de Córdoba. Es, pues, natural que ese admirable monumento histórico fuese especialmente puesto en la mira de este proceso. Influyentes y numerosos círculos, incluso del alto clero, ya no se refieren a ella sino como catedral-mezquita, expresión de sabor convergencialista y de falso ecumenismo (51).

Hoy ya se reivindica — no solamente entre los mahometanos, sino también en medios españoles — la "devolución" del sagrado templo a los musulmanes. En el diario El País, Francisco Umbral exclama: "la mezquita es un escándalo de cinco siglos". Y concluye que el duodécimo centenario "sería el momento de hacer la reconversión artística, religiosa e histórica de la mezquita, limpiándola de adherencias católicas e imperiales" (52).

Otro acontecimiento "reinterpretado" es la conquista y evangelización de América. Ya en octubre de 1984, en un programa de TVE en que se elogió la colonización inglesa con menoscabo de la obra española, un profesor de Historia afirmó: "lo que hizo España allí fue matar hombres, borrar culturas, imponer por la fuerza idioma y religión" (53). Sin que el hecho despertase una indignación popular significativa, TVE pudo así denigrar tranquilamente a nuestra Patria, en términos que antiguamente sólo se oían en boca de sus peores enemigos externos.

En ese mismo sentido, el articulista Horacio Sáenz Guerrero denunció en La Vanguardia la existencia de un coordinamiento antihispánico, promovido por españoles a propósito del V centenario del Descubrimiento. Según pudo constatar, de aquí hasta 1992 se intentaría presentar la colonización del Nuevo Mundo como una "conducta genocida de los españoles en América" (54).

Fidel Castro no perdió la oportunidad de sumarse a esta campaña difamatoria, calificando al 12 de octubre como una "fecha infausta y nefasta", en la cual "se inició una de las páginas más bochornosas de la Historia Universal" (55).

2. Familia: destrucción de sus fundamentos institucionales y subversión en el hogar

Los neorrevolucionarios, que desean destruir todo lo que aún queda del orden social cristiano, no podían menos de atacar a la familia.

La familia cristiana educa en el amor a las desigualdades legítimas e inculca el sentido del deber y el hábito de la disciplina; orienta, en fin, a las almas hacia la virtud y el orden, preservándolas del espíritu de rebelión, del igualitarismo y de la anarquía.

Incluso en estos días de innegable decadencia, la institución familiar todavía es un obstáculo al avance demoledor de la revolución en las mentes y en las instituciones.

Wilhelm Reich, uno de los teóricos que da fundamento a la revolución cultural, califica a la familia como "fábrica de estructuras mentales conservadoras" y "taller ideológico del orden social" (56).

Así, pues, en su intención de transformar la sociedad, el socialismo quiere modificar radicalmente la familia.

a) El aborto

El PSOE subió al poder imbuido de esta doctrina contraria a la familia. Ya en los primeros meses hizo aprobar la ley del aborto (57). Ahora prepara a la opinión pública para que acepte sin traumas la completa pero paulatina liberalización del mismo. Llegará así el día del aborto libre y gratuito. Y llegará sin traumas, si se aplica con éxito la estrategia socialista de avanzar tan sólo en la medida que lo permita el consenso social.

b) El feminismo

Al reivindicar desaforadamente los derechos que estarían siendo negados a la mujer por el actual orden de cosas, el feminismo en realidad subvierte el orden de valores dentro de la familia y constituye un poderoso factor de disgregación familiar. No causa asombro, pues, que el PSOE tenga particular empeño en promover el feminismo dentro de su programa de "liberar energías revolucionarias". Hasta hoy, según el PSOE, las mujeres han sido educadas de acuerdo a la "ideología dominante que tiene un modelo de comportamiento femenino que le es imprescindible para mantener y transmitir unas relaciones sociales basadas en la propiedad privada y la célula familiar" (58). El socialismo se alía, pues, operativamente con el feminismo, uno de los nuevos movimientos "culturales" liberadores empeñados en eliminar esta "opresión". Y para ello, afirma el XXIX Congreso, "el partido socialista debe asumir en el marco de su propia ideología cuanto de liberador tiene el feminismo (...). Todo ello sin miedo a estar cerca de posiciones que en un momento determinado pueden parecer muy avanzadas (...) pero que sabemos justas y que, poco a poco, son asimiladas por la sociedad" (59). Recordemos, en este sentido, que las corrientes más activas del feminismo español, de cuyas posiciones el PSOE está "sin miedo a estar cerca", llegan a proponer el hacer "desaparecer totalmente" la familia (60).

c) Educación sexual

El PSOE tiene como objetivo la generalización de "una educación sexual a todos los niveles de enseñanza (preescolar, EGB, etc.)" (61). Más correcto sería decir corrupción moral, pues se trata de una educación que tiene por fundamento un hedonismo radical: "La sexualidad debe ser considerada como una dimensión placentera, la comunicación humana, independiente de la reproducción. Por lo tanto, no podrá haber una auténtica entrega al placer sexual mientras exista el temor al embarazo no deseado" (62). ¿Estarán en condiciones de constituir familias que de hecho sean pilares del orden social los jóvenes sujetos a una educación sexual así concebida?

Los ejemplos que daremos a continuación serán útiles para comprender hasta dónde se habrá llegado cuando dicha educación sexual se haya difundido por toda España.

En el colegio Pablo Picasso de Terrassa (Cataluña) ha sido puesto en marcha un programa de educación sexual que comienza en el preescolar, según el cual niños y niñas deben jugar y revolcarse promiscuamente juntos "para conocer los cuerpos y apreciar las sensaciones de placer". A lo largo de los cursos se explica todo lo referente a métodos anticonceptivos: "Durante el programa, los niños aprenden que las relaciones sexuales son para gozar, y que si no se quiere ser padre o madre, se puede evitar." Los profesores de esta escuela consideran que su iniciativa constituye "una experiencia liberadora" (63). También se van difundiendo los cursos de educación sexual extraescolares. El Ayuntamiento de Coslada, ayudado por una "sociedad sexológica" de Madrid, organizó uno, que formaba parte del Plan de la Juventud, como "experiencia" para 700 alumnos de 14 colegios. La periodista Carmen Santamaría de El País, informa: "Los chicos detentaban una serle de mitos sociales de cariz reaccionario, en torno a la virginidad, la homosexualidad y la supeditación de la mujer al macho [sic] en la pareja" (64). Se trata, pues, de imponer una nueva doctrina, que destruya los "mitos" sobre la pureza, la virginidad, la honra, el pecado contra la naturaleza, etc.

d) Centros difusores de una "moral" antifamiliar

La familia está siendo atacada también en otros aspectos. La fundación de los Centros de Planificación Familiar y de los Centros Asesores de la Mujer ha sido un paso inicial importante (65). Además de propagar métodos anticonceptivos, funcionan como verdaderos templos de una moral desalienada y antifamiliar. El personal contratado para esos centros, según la resolución del XXIX Congreso del PSOE, "deberá tener una orientación netamente feminista" (66). En cuyo caso, por ejemplo, no podrá ser admitida una ginecóloga que no sea feminista, aunque sea de gran competencia... ¿Es ésta la política antidiscriminatoria del PSOE?

Al proselitismo individual de organismos como los Centros Asesores de la Mujer se suman las incesantes campañas que el INSALUD y el Instituto de la Mujer realizan por TVE para enseñar el uso de los diversos métodos anticonceptivos. Por una parte, facilitan su uso, por otra, habitúan al público a la propaganda inmoral más escandalosa.

3. Una escuela autogestionaria para transformar las mentalidades. La demolición total, pero "tolerante", de la enseñanza tradicional

a) Una escuela contraria a la tradición e instrumento de transformación social

El PSOE, según el libro "Proyecto para la reforma de la enseñanza", editado por el Ministerio de Educación y Ciencia, concibe la escuela como un "instrumento de transformación social".

Por eso ella no debe contribuir para perpetuar "la tradición, la continuidad social y cultural". El ministerio dice más adelante que la educación socialista ya no será el "reflejo de la jerarquía social", ni siquiera deben reproducir "valores y hábitos", ¡que son los de nuestro pasado cristiano! Su misión es de otra naturaleza: contribuir al "cambio de la sociedad" al "liberar energías transformadoras" que modificarán "su rumbo y sus reglas de convivencia" (67).

b) Igualdad y relativismo

El actual estilo del PSOE, que se pretende el intérprete sonriente de la "mayoría social progresista", ya no permite hacer afirmaciones brutales y sin velos, como las que hacía Rodolfo Llopis, antecesor inmediato de Felipe González en la dirección del partido, cuando decía: "Hay que apoderarse del alma de los niños" y "revolucionar las conciencias y los espíritus" (68). Según el Ministerio de Educación, la actual meta del PSOE es transformar la enseñanza en una escuela pública "pluralista", "donde se convive en la tolerancia y la igualdad" (69).

De ella no saldrán marxistas clásicos como Lenin, Negrín o Llopis. El objetivo del PSOE es otro: ciudadanos adaptados a una Europa cada vez más hedonista, igualitaria y sin barreras ideológicas. En este ambiente, al evaporarse de las almas los principios y hábitos de la civilización cristiana, irán languideciendo los métodos de enseñanza clásicos basados en la disciplina, en la estructuración lógica del pensamiento, en la adquisición de convicciones, etc. Esta transformación "callada" hará triunfar la revolución "asombrosa" y "tranquila" del PSOE. En efecto, transformado en un hombre sin principios, el español se dejará arrastrar por su instinto de sociabilidad y vivirá de acuerdo al consenso general cada vez más revolucionario.

Quien sepa manipular y dirigir el consenso podrá llevar a la opinión pública española adonde quiera.

c) La escuela pública autogestionaria

Según el criterio del PSOE, no debe haber escuelas jerarquizadas. La dirección de la escuela debe ser coparticipada entre profesores, padres, alumnos, personal de servicio, etc. El Ministerio de Educación llama a esto iniciar la vida social y democrática (70). Pero, en realidad, se marcha hacia una participación caótica, en que personas poco maduras o poco idóneas pasarán a interferir en las decisiones más importantes, fijando planes de estudios o directrices doctrinales. Además, esa participación exigirá disputas electorales, lo que dentro de una escuela constituye fácilmente un elemento más de desorden.

d) Exclusión de la Iglesia

La Iglesia es la gran ausente del programa educativo del PSOE. Este, fiel a su origen ateo, trabajará por "la progresiva desaparición de la enseñanza privada", hoy mayoritariamente en manos de instituciones católicas. Además, promoverá la "enseñanza laica, desapareciendo las materias religiosas de centros y planes de estudios" (71).

e) LODE y LRU

La Ley Orgánica del Derecho a la Educación (LODE) y la Ley de Reforma Universitaria (LRU) tienen la misma inspiración doctrinal: el socialismo autogestionario. Ambas transfieren parte del poder de los directores y profesores al alumnado y a otras entidades extraescolares. Se irán acentuando a lo largo de los años los efectos disgregadores de estas leyes: erosión del principio de autoridad, disensiones y agitaciones académicas, relajamiento de la disciplina, degradación de la calidad de la enseñanza, etc. Respecto de la situación universitaria, Luis García Moreno, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Catedráticos de Universidad (FACU), declaró que "asistimos al cierre de la Universidad". Y agregó: "preferimos verla cerrada a que sea, como ahora, un parque de entretenimiento de adolescentes desocupados". Tanto el presidente de la FACU como su secretario, el profesor José María Hernando Huelmo, criticaron la "creciente burocratización y los procesos electorales continuos que se están llevando a cabo en la Universidad, que imposibilitan la investigación y la enseñanza" (72).

 

La "Constitución del consenso": un traje a medida para el PSOE

La Constitución del consenso fue hecha de modo a no presentar un obstáculo para ningún partido que alcanzara el poder. Su ambigüedad es un traje a medida para la revolución "asombrosa" y "tranquila" del PSOE.

Así lo confirman diversas opiniones provenientes de los más variados cuadrantes ideológicos.

José Rodríguez de la Borbolla, presidente la Junta de Andalucía, dice: "La Constitución tiene varias lecturas. La constitución puede ser interpretada de diversas maneras (...) Lo importante es que la Constitución pueda ser utilizada de distintas maneras. Lo importante es que sea posible una utilización alternativa de la Constitución (...) cuando hablamos de ‘utilización alternativa’ estamos refiriendo a la posibilidad de que la constitución sea desarrollada, mediante la legislación ordinaria, en un sentido progresista, social, e incluso socialista".

De la Borbolla considera conveniente la notoria ambigüedad de la Carta Magna: "La Constitución española es ambigua (...) Justamente por eso puede ser progresista. Lo ambiguo es contrapuesto a lo delimitado, a lo previamente fijado" ("Criterios previos para una valoración de la Constitución", Leviatán, n° 1, 1978, pp. 125, 126, 128).

Y termina complacido, ¡ya en 1978!: "El Partido Socialista, una vez en el poder, piensa utilizar la Constitución como marco para iniciar una política legislativa de transformación social. Hay que destacar, además, que la legislación alternativa no puede concebirse sólo desde un punto de vista estático (...) Ha de ser una legislación dinámica, una legislación de apoyo a los movimientos sociales, políticos y sindicales generadores del cambio para que sean éstos, con su acción cotidiana, los que vayan elaborando y aplicando en la práctica los principios y criterios por los que haya de regirse la sociedad futura. (...) Y que todo ello sea posible sin necesidad de recurrir a la modificación permanente de la Constitución. (...) La Constitución española no va a ser un obstáculo" (ib., pp. 127-128).

Luis Gómez Llorente manifiesta, en el mismo sentido: "Existe por ello una lectura progresiva, y hasta una posible lectura revolucionaria de la constitución" (Luis Gómez Llorente, Victorino Mayoral Cortés, la Escuela Pública comunitaria, Laie, Barcelona, 1981, p. 15).

La editorial catalana Taula de Canvi saludó la existencia de "un acuerdo sustancial entre los partidos izquierda y centro-izquierda sobre el carácter de la futura Constitución. La base política de esta coincidencia está en la renuncia a elaborar una constitución partidista y la voluntad de crear unas instituciones democráticas de larga vigencia, que permitan gobernar tanto al actual partido mayoritario e incluso a uno más moderado, como a otros partidos más progresistas, incluso a aquéllos dispuestos a construir el socialismo cuando obtengan la mayoría de votos" (G. Peces-Barba y otros, La izquierda y la constitución, Taula de Canvi, Barcelona, 1978).

Julián Marías escribe, a su vez: "La constitución —me cansé de advertirlo cuando se estaba haciendo— tiene una alta proporción de ambigüedad, y tolera interpretaciones divergentes" (ABC, 10-3-85).

Emilio Romero afirma que la constitución es "un traje a la medida de cualquiera que esté en el poder y no la indumentaria común para toda la representación popular" (Tragicomedia de España, unas memorias sin contemplaciones, Planeta, Barcelona, 1985, p. 273).

José María Carrascal comenta: "La Constitución del 78 no es más que el reflejo de un estado de ánimo conciliante, en un país caracterizado hasta entonces por la intransigencia. No es sonora, rutilante, precisa, ni pretende siquiera ser perfecta, (...) sino gris, prosaica, modesta y hasta contradictoria" (La Revolución del PSOE, Plaza & Janes, Barcelona, 1985, p. 233).

 

4. Objetivo de la "democracia moral": la completa inmoralidad

a) Una bandera democrática: acabar con "tabúes" y "prejuicios"

Para el socialismo renovado, por sorprendente que parezca, las reivindicaciones sexuales son vistas como parte integrante del movimiento general de democratización; es decir, de radicalización de la libertad, igualdad y fraternidad en todos los aspectos de la vida. En esta concepción, la trilogía revolucionaria, llevada a sus últimas consecuencias, conduce a la anarquía, señalada por Marx y otros teóricos socialistas como el objetivo final del comunismo.

Renovación, órgano de la Federación Nacional de Juventudes Socialistas, ya transmitía a sus lectores, en 1977, esos nuevos criterios de análisis, que poco tiempo después habrían de ser propagados por el socialismo a toda España:

"La España puritana (...) no puede ya defender más sus inmundas trincheras; (...) la creciente conciencia del derecho que tiene cada uno a disponer, y con orgullo, de su propio cuerpo, derecho que si no es respetado entonces no puede hablarse de una real democracia, ha significado un debilitamiento considerable de los tabúes y prejuicios (...). Y así asistimos a este proceso, del cual el pueblo español puede sentirse satisfecho: junto a las banderas democráticas, y por las reivindicaciones sociales y regionales, aparecen también los que reclaman por los derechos sexuales. Este fenómeno social español es de tal magnitud, que aquella persona contraria al aborto y los anticonceptivos, la educación sexual y al reconocimiento de los llamados hijos ilegítimos, el divorcio o la homosexualidad, es considerada como sospechosa si negando estos derechos dice ser democrática" (73).

¿Qué les ocurrirá en el futuro a quienes se opongan, por ejemplo, a la legalización de prácticas homosexuales? ¿Serán considerados sospechosos de antidemocratismo? ¿Serán tenidos como enemigos de la libertad en el campo moral y tratados con el mismo rigor con que hoy se castigan los actos contra la libertad en el campo político? Esto es lo que permite suponer la publicación socialista.

Como propaganda de esta doctrina anárquica y desalienante, la revista propugna la práctica pública de actos sexuales, incluso entre homosexuales, como formas de "democracia moral", que se deberá extender por todo el país (74).

b. Apoyo oficial a la amoralidad

* "Cultura liberadora". Conforme a sus doctrinas, el PSOE viene apoyando manifestaciones "culturales liberadoras". Obras teatrales como Teledeum, Dimonis, Los Virtuosos de Fontainebleau o Visanteta de Favara recibieron apoyo oficial. Como es sabido, predicaban cínicamente una moral libertaria y antirrepresiva, prefigura del mundo que el socialismo quiere crear.

Al analizar elogiosamente la obra obscena y blasfema Visanteta de Favara, la revista del Ministerio de Cultura, El Público, pone de relieve que en ella "no existen los tabúes sexuales". Y añade: "En Favara cada cual es libre de practicar la promiscuidad sin prejuicios de género" (75). Sobre su autor, Albert Boadella, afirma El Público: "Albert ha querido (...) que se resientan los andamiajes judeocristianos y continuar su juego pirotécnico contra el oscurantismo" (76). Como parte de "su juego pirotécnico" contra los "tabúes", Boadella explica que quiso llevar al teatro la "sana obscenidad" y el espíritu de "fiesta lúdica" de los valencianos (77).

Fiestas lúdicas fueron también la I y II Semanas del Erotismo, organizadas por el Ayuntamiento socialista de Madrid en 1984 y 1986, respectivamente. El fallecido Tierno Galván, al presentar el primer evento, arremetió contra principios de la moral cristiana, cuando se refirió con desprecio a "caducantes prejuicios" y "dogmatismos sin alcance" (78).

En la II Semana del Erotismo, a la que asistieron 40.000 personas, el cineasta Luis García Berlanga acuñó una frase que muestra lo que el socialismo está fomentando en la práctica: "Erotismo es la pornografía vestida de Christian Dior" (79). En la inauguración de este infamante espectáculo, mientras en el escenario se realizaba un "desfile de moda íntima", los asistentes — hombres y mujeres — rivalizaban en groserías y obscenidades (80). Este es el ambiente "cultural" que el PSOE estimula...

Representaciones que antes solamente existían en antros clandestinos de la corrupción más abyecta son ahora patrocinados por organismos públicos y considerados culturales y modernos —aunque todavía un tanto extravagantes— por grandes medios de difusión.

Dentro de poco ya no serán considerados hechos extravagantes, sino normales. ¿Llegará el día en que la decencia deba esconderse para sobrevivir?

* Nudismo. Mientras esto sucede, también con el estímulo oficial, o por lo menos bajo la mirada complaciente de las autoridades, el topless se va difundiendo en las playas y se multiplican los centros de nudismo total por toda España.

La publicación del Ayuntamiento socialista de la capital, Villa de Madrid, saludó la generalización del monokini en las piscinas municipales como "sana y curiosa vestimenta", que se encuentra "entre las más altas aspiraciones nudistas" [sic] y "el recato estricto" (81).

El mismo Ayuntamiento inauguró, en agosto de 1986, el primer solarium nudista de Madrid en el polideportivo de La Elipa, que puede ser frecuentado solamente por personas totalmente desnudas.

En 1987, la experiencia piloto se extendió a la piscina del barrio del Pilar. Ya se habla de un proyecto similar en la Casa de Campo. De este modo, se van difundiendo gradualmente estas experiencias de desnudismo urbano (82).

El topless se ha generalizado en las playas al extremo de que el juez Gabriel Fiol Gomila, en sentencia divulgada por la prensa, pudo afirmar que "tomar el sol en topless es un hecho público y notorio en todas las playas del litoral mediterráneo" (83). El español común, que aún no practica el nudismo, se va habituando a aceptarlo con naturalidad (84).

Debemos todavía considerar otro factor. Además de sus funciones primordiales de abrigar el cuerpo y resguardar el pudor, la vestimenta tiene un significado cultural y social. La ropa simboliza de un modo excelente los valores del alma humana. Basta pensar en la variedad magnífica de trajes eclesiásticos, de uniformes militares y de indumentarias originales con que todas las clases y regiones de España supieron traducir — en formas, ornatos, colores, etc. — cualidades de alma peculiares. Se puede afirmar, en ese sentido, que cuanto más desarrollada es la cultura de un pueblo, mayor es la variedad y la expresión simbólica de sus trajes. Y, en sentido inverso, a medida que un pueblo decae, tiende a empobrecerlos y suprimirlos. El embotamiento del sentido del pudor, que abre camino a la desnudez habitual, es tan sólo un componente de esa degradación humana global que se llama barbarie. El nudismo, al eliminar la evidencia más inmediata que distingue a un hombre civilizado de un salvaje, constituye un símbolo del estado de cosas anárquico al que nos quieren llevar.

* Homosexualidad. Para el PSOE la homosexualidad es "un aspecto más de la comunicación interpersonal (...) una potencialidad de goce y de liberación que todos poseemos". Para acabar con "la marginación social de los homosexuales" (hombres y mujeres), el partido se ha comprometido a "asumir su lucha reivindicativa" (85).

Y de hecho la asumió. En 1983, la mayoría socialista aprobó en las Cortes una reforma parcial del Código Penal, que en la nueva redacción del art. 18, para fines de exención de culpa, equipara el cónyuge a los individuos que "se hallan ligados por análoga relación de afectividad". La reforma despenalizó asimismo las esterilizaciones y la cirugía transexual (cfr. arts. 11, 18 y 428, modificados por la Ley Orgánica 8/1983, del 25 de junio).

No sorprende que grupos de homosexuales y lesbianas se sientan estimulados a hacer reivindicaciones, manifestaciones y congresos a la luz del día, tratando así de romper la barrera de horror que los separa de la opinión pública y habituando a ésta a considerar todo ello como hechos normales de la vida cotidiana.

Dentro de esta táctica de acostumbramiento progresivo con los pecados contra la naturaleza, la prensa anunció un día la reunión en Madrid de colectivos homosexuales de Andalucía, Baleares, Cataluña, Castilla, Galicia, La Rioja y Vascongadas, a la que asistieron representantes del Colectivo de Feministas Lesbianas de la capital (86). En esta ocasión, José María Torres, portavoz del Frente Gay de Euskadi, mostró hasta qué punto se lleva la interpretación del pretendido derecho a disponer del propio cuerpo: "Cuando hablamos del derecho a disponer del propio cuerpo, ampliamos esta reivindicación a todas las edades, incluida la relación sexual infantil con adultos mientras no exista violencia o engaño" (87). Poco después, hechos análogos sucedieron en Barcelona con las Jornadas de Reflexión de grupos de lesbianas. El público fue informado por los periódicos, en un tono neutro, de que hubo ponencias en el encuentro, de que existen varias corrientes de opinión dentro de ese mundo de infamia, de los lugares de reuniones, etc., etc. (88).

En el mismo sentido, un conocido periódico publicó una extensa entrevista con Jordi Petit, coordinador de un llamado Frente de Liberación Gay de Cataluña, como si tuviese la importancia de un líder nacional. Su programa consiste en "relativizar lo que es masculino y lo que es femenino, porque lo masculino y lo femenino es totalmente arbitrario" (89).

De este modo se va creando la impresión de que en una sociedad pluralista y en rápida modernización (palabras de moda) los homosexuales son simplemente unas de las tantas minorías marginadas, por las cuales lucha el socialismo, como parte de su labor "antidiscriminatoria" (90).

La inmoralidad y lo sórdido, irrumpiendo en la vida cotidiana, acarrean necesariamente el hundimiento de la barrera que la moralidad y el buen gusto levantaron entre el lenguaje decente y el degradado. Expresiones soeces y de baja calaña ya forman parte del lenguaje habitual de numerosos ambientes "modernizados".

* El deseo de ser negro. Hoy, la "modernez más absoluta es el deseo de ser negro", sostiene el periodista Manuel Vicent. Y explica su inusitada afirmación: entre otras cosas, se trata del lenguaje de los jóvenes que "no hablan, se comunican, y esto es puramente negro". Continúa Vicent: "Los negros se palpan, se empujan, se miran, cantan, bailan y se expresan con el cuerpo. Son muy físicos y su cultura es potentísima". Para Manuel Vicent, los negros se expresan "con el trasero" y "esto a Europa acaba de llegar, porque el católico anglosajón al c. no le daba la menor importancia" (91) (92).

Al influjo de la presencia obsesiva de la inmoralidad, la vida cotidiana se va impregnando de hábitos, de maneras de ser y de un vocabulario en sintonía con la revolución cultural en curso. ¿Considerará necesario defender la moralidad de la familia y su carácter jerárquico e indisoluble una persona que acepte convivir consensual y tolerantemente con tantas formas de degradación,? ¿O, por el contrario, asistirá indiferente a su desmoronamiento?

La propiedad amenazada

1. Ley de Reforma Agraria de Andalucía (Ley de 3-6-84, BOE 13-8-84). Las tierras están sujetas a expropiación por "incumplimiento de función social", en cuyo caso se pagará un precio-sanción, sea por expropiación de dominio, sea por expropiación de uso. También podrá haber expropiación por "utilidad pública", no pudiendo conservar el propietario más de 50 ha. de riego. Según José María Sumpsi, ex presidente del Instituto Andaluz de Reforma Agraria, "la ley de Reforma Agraria prevé, como norma preferente, que las tierras expropiadas pasen a ser propiedad pública que sólo se ceda el uso de la tierra" ("Estructuras Agrarias y política de reforma", Pensamiento Iberoamericano, julio-diciembre de 1985, p. 258).

2. Ley de la Dehesa de Extremadura, promulgada el 2-5-86 (BOE, 22-7-86). Si la propiedad es clasificada como de "deficiente aprovechamiento", se impone una sanción tributaria creciente. Conforme el caso, "por interés social", expropiación del uso o del dominio.

3. Ley de Regadío de Extremadura (Ley 3/1987 de 5-4-87, Diario Oficial de Extremadura, 14-4-87). En caso de "regadío infrautilizado", se impone un impuesto progresivo y acumulativo. La declaración de "regadío infrautilizado" podrá dar lugar "por interés social, a la expropiación forzosa del uso".

4. Ley del Banco de Tierras de Aragón (Ley 3/1987 de 10 de marzo, Boletín Oficial de Aragón, 13-3-87). La Diputación General de Aragón deberá "procurar el aumento y consolidación del Banco de Tierras, adquiriendo nuevos inmuebles" (art. 36). Esto llevó a José Luis Mayayo, presidente de la Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón (ARAGA), a prever que la DGA se podrá convertir "en el único y absoluto propietario de Aragón en el tiempo" (Ya, 16-12-86). Según la ley, la DGA, nuevo propietario, adjudicará sus tierras a los agricultores tan sólo como meras "concesiones administrativas".

5. Ley de Aguas (Ley de 2-8-85, BOE, 8-8-85). Supresión del derecho de propiedad privada sobre las aguas subterráneas, que pasan a ser "bien de dominio público estatal", distribuido en "concesión".

6. Ley de Aguas de Canarias (Ley 10/1987 del 5-5-87, BOE, 27-5-87). Las aguas pasan a ser bien de dominio público.

7. Ley del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (Ley de 18-12-87). El especialista Alfonso Cardelús Barcons comenta: "La nueva tarifa progresiva tributará materialmente los patrimonios de las clases medias cuya sucesión pueda dar lugar a adquisiciones hereditarias de cónyuge a descendientes mayores de veintiún años situados entre 31 y 100 millones de pesetas en el año 1988 y sucesivos. Durante estos años seguro que en las leyes de Presupuestos no se reduciría la progresividad, con lo que la irreductible inflación y el fenómeno del Fiscal drak determinaría efectos confiscatorios sobre estas cuantías de porciones hereditarias, efectos que paulatinamente irían extendiéndose, por la desvalorización monetaria, a herederos de clase media de nivel económico inferior". Después de analizar la difícil situación en que van a quedar las empresas familiares, medianas o pequeñas, concluye Cardelús: "la tecnocracia fiscal pone en peligro no sólo el estado de derecho, sino el pan de los españoles de las clases media y económicamente débil" (ABC, 18-2-87).

8. Ley General de Sanidad promulgada el 25-4-86 (BOE, 29-4-86). Unificación de todo el complejo conjunto de organismos públicos existentes en una sola y gigantesca red de servicios estatales. Se pone restricciones al ejercicio de la medicina privada. Para mejorar la calidad de los servicios médicos, observó el doctor Ramiro Rivera, entonces presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), "no había más que una motivación, que estaba al margen de la medicina pública: la medicina privada, y se está cometiendo la insensatez de intentar acabar con ella" (El Médico, n° 166, 22 a 28-11-85, p. 44).

 

5. "Relativizar" la propiedad, para colectivizarla después

a) Conservar la cáscara, vaciando el contenido

Forma parte del carácter "tranquilo" de la revolución "asombrosa" la aparente moderación de su política económica. El PSOE se muestra dispuesto a marchar durante algún tiempo junto al capitalismo. Declara haber dejado atrás los dogmas marxistas referentes a la estatalización y a las expropiaciones en serie (93).

Con excepción del ruidoso y todavía enigmático caso Rumasa, no ha habido grandes expropiaciones, ni existe una política de estatalización. Por el contrario, está en curso un tímido proceso de privatización.

Sin embargo, poco a poco el derecho de propiedad está siendo relativizado y preparado para servir a los dictámenes de un Estado minuciosamente dirigista.

En el encuentro de dirigentes socialistas celebrado en Jávea en 1985, Ramón García Cotarelo habló sobre la táctica de la "relativización funcional de la propiedad privada que, sin ser de carácter expropiatorio, pondría en manos del socialismo un instrumento material poderoso" para la realización de sus objetivos (94). En el mismo sentido, Ignacio Sotelo habla de la intención socialista de desplazar "de su pivote central a la propiedad privada" (95), aunque sin transferirla de inmediato a manos del Estado. Gregorio Peces-Barba utiliza el concepto de "desfundamentalizar" la propiedad privada; esto es, enuncia la estrategia a seguirse para que aquella, ya en la sociedad de transición al socialismo, deje de ser considerada y hasta sentida como un derecho fundamental (96).

Dentro de esta política de erosión gradual del derecho de propiedad, el PSOE va aplicando su estrategia cautelosa que, sin despertar de la narcosis a la mayoría de los españoles, les hace sentir que la condición de propietario, tanto en la legislación como en la vida económica, tiene cada vez menos efectos prácticos.

b) Habituar al propietario a la condición de gerente

Esta forma de actuar es precisamente la utilizada por la tecno-burocracia socialista. Utilizando conceptos imprecisos como "modernización" y "rentabilidad social", va sustrayendo a los propietarios, en forma progresiva, la capacidad de disponer libremente de sus bienes. Pasado algún tiempo, los propietarios quedarán transformados en meros ejecutores de las órdenes del Poder Público.

Cuando los propietarios se hayan habituado al dirigismo estatal, las expropiaciones ya no les resultarán traumáticas, porque en el orden concreto de los hechos se sentirán muy poco dueños de lo que poseen y habrán perdido la noción de que la propiedad existe primordialmente para su dueño, como lo enseña la doctrina católica y es de derecho natural (97).

Este proceso de relativización de la propiedad se va aplicando en las reformas agrarias de Andalucía, Extremadura y Aragón. Los Gobiernos de estas tres autonomías pueden manejar legalmente criterios técnicos e índices de productividad, para transformar a los propietarios en virtuales funcionarios de la Administración, obligándoles a seguir sus directrices bajo la amenaza de impuestos progresivos o incluso de la expropiación (98).

Otra forma de relativización de la propiedad está contenida, por ejemplo, en la Ley de Aguas, del 2 de agosto de 1985, que declara en su preámbulo "bien de dominio público estatal" las aguas subterráneas. Las concesiones de uso de agua serán por tiempo determinado y quedan sujetas a los dictámenes de la Administración pública y a la expropiación forzosa, en función de las exigencias de los Planes Hidrológicos (99).

En Canarias también fue aprobada una ley semejante, que provocó vivas reacciones y la derrota electoral de los socialistas en dicha autonomía.

c) Los primeros pasos de la autogestión

El PSOE coloca "el principio de la autogestión como base de la ordenación de la futura sociedad socialista" (100). Su meta de "transformación de la propiedad individual y corporativa de los instrumentos de trabajo en propiedad colectiva, social o común" (101) debe ser entendida como la generalización de la gestión obrera directa en toda actividad económica y no como la estatalización, que era el medio normal de colectivismo empleado por el socialismo clásico.

La cogestión en las empresas públicas ya es un primer paso rumbo a la autogestión.

El art. 21 del Acuerdo Económico y Social (AES) — pacto tripartito entre el Gobierno, la empresa privada y los sindicatos, firmado en 1984 — determinó el comienzo de la cogestión obrera en las empresas públicas. Un convenio entre el Gobierno y la UGT determinó posteriormente la elección de dos representantes sindicales a las directivas de la empresas estatales, según un criterio de proporcionalidad que benefició sobre todo a la UGT y a CCOO.

José Luis Daza, de la UGT, afirmó que, en su opinión, el paso siguiente deberá ser ampliar la representación sindical a los órganos directivos de las empresas del sector privado. Fue respaldado por Joaquín Almunia, ministro de Trabajo, quien señaló las próximas etapas de la política socialista: "Es deseable que este marco desborde a la empresa pública y se introduzca en la privada, negociándose por la vía de los convenios colectivos" (102).

Más explicito, el economista de UGT, Francisco López Romito, en la revista Técnicas y Cuadros, editada por el sindicato socialista, revela una vez más la táctica procesiva del PSOE al decir que la participación sindical en la empresa pública "se inscribe dentro de un proceso de ampliación gradual de la participación [obrera] en la planificación y gestión económicas" (103).

Este control sindical creciente tenderá a abarcar toda la vida económica de acuerdo con el plan expuesto por ese economista de la UGT: "La puesta en marcha de esta experiencia generará una influencia positiva hacia las empresas públicas de comunidades autónomas y municipales, así como hacia el conjunto de las empresas privadas" (104).

Autogestión, meta utópica común a socialistas, comunistas y anarquistas

La autogestión nace de los principios de la trilogía "Libertad, Igualdad y Fraternidad" de la Revolución Francesa. Partiendo de dichos principios, el socialismo autogestionario no se detiene en el campo político, sino que pretende aplicarlos en todos los campos: económico, social, familiar, educativo, laboral, etc. Esto sería la profundización de la democracia, su realización integral.

"La estrategia para alcanzar el socialismo — afirma el PSOE — consiste en la ampliación y profundización de la democracia" (Resolución Política del Congreso Extraordinario, septiembre de 1979, p. 7).

El XXVIII Congreso, más didáctico, añade: "Hay que ampliar la democracia para hacer cada vez más grandes las áreas del poder social en manos de la decisión popular, substrayéndolas a la apropiación privada; para extender cada vez más condiciones sociales suficientes para un igual ejercicio de la libertad. Hay que profundizar la democracia para generar nuevas formas de participación del pueblo en la dirección de la sociedad y del estado, en la vía del socialismo y la autogestión" (PSOE, "Resolución Política", en Resoluciones – XXVIII Congreso del PSOE, 1979, p. 7).

El XXXI Congreso del PSOE, de enero de 1988, volvió al tema en sus resoluciones: "Socialismo no es sino la profundización de la democracia, mediante su extensión a todos los ámbitos de la vida colectiva, desde la escuela hasta la empresa. Este proyecto requiere la redistribución del poder social y económico, así como la extensión de mecanismos de participación e información. En lo concerniente a la participación de los trabajadores en las empresas, procuraremos que se habiliten, de modo paulatino, cauces de participación de los trabajadores en los órganos de dirección y vigilancia de las empresas" ("Resoluciones – XXXI Congreso del PSOE", ítem 1.5.7, en El Socialista, 31-1-88).

Cogestión, primer paso para la autogestión

La cogestión nace de la idea de que si se interesa por igual al patrón y al obrero en la marcha de la empresa, se alcanza un grado ideal de concordia social y de progreso económico. No habrá, entonces, diferencias entre patrones y obreros, pues todos serán a la vez socios y trabajadores.

Viendo que en una empresa así concebida persistirán las diferencias, teóricos socialistas europeos piensan acabar con ellas por medio de un sistema de rotación de tareas. Considerando que las empresas han de atender no sólo el interés de sus miembros, sino también las necesidades de los consumidores, de las juntas de vecinos, etc., dichos teóricos proponen hacer participar también a estos últimos en la dirección.

De la cogestión se pasaría a la autogestión, pues ambas responden a dos fases de la aplicación de un mismo principio. El prefijo co indica una gestión en común de propietarios y obreros. En cambio, el prefijo auto significa que ya no existe el patrón y por eso el poder reside exclusivamente en los obreros. En la fase final del proceso sólo subsistirán los trabajadores, ya iguales entre sí.

Una dictadura peor que la soviética

La utopía autogestionaria recuerda el conocido refrán: "Lo que el demonio promete es precisamente lo que arrebatará". Los experimentos voluntarios de autogestión realizados en países libres muestran que el control patronal resulta sustituido por otro más opresivo: "la tiranía del grupo, el enfrentamiento continuo y la autoexplotación". En este régimen "cada uno está permanentemente bajo la mirada de los otros, en el trabajo, en las reuniones, en las amistades. Cualquier desvío está prohibido". Es lo que afirma Mauriel Ray al comentar estudios de especialistas en la materia (Le Monde, 10-1-82).

En efecto, en las grandes comunidades, por muy totalitarios que sean, los individuos encuentran siempre alguna forma de libertad, mientras que en las pequeñas comunidades autogestionarias nadie goza de privacidad y la vigilancia sobre cada uno es mucho más efectiva. Continúan existiendo la comunidad de bienes y la ausencia de libre iniciativa, porque cada unidad es un pequeño soviet, en el cual la actividad económica está dirigida con mano de hierro y mirada de lince por una minoría que ejerce el poder. El sistema comunista, lejos de liberalizarse, llegará a su plena realización.

A esto habrá conducido la llamada democracia integral.

La perestroika: Rusia adoptará la autogestión

Los amos del Kremlin nunca han ocultado que su objetivo final es la autogestión, cuya puesta en práctica sólo ha sido postergada por razones tácticas. En el preámbulo de la Constitución rusa puede leerse: "El objetivo supremo del estado soviético es edificar la sociedad sin clases, en la cual se desarrollará la autogestión social comunista". Gorbachov considera la perestroika como una vía para alcanzar esa meta de modo más rápido: "Necesitamos una profunda democratización en todos los aspectos de la sociedad. (...) A partir de ahora nos atendremos a la convicción de que sólo a través del desarrollo de las formas democráticas inherentes al socialismo y a través de la intensificación del autogobierno podremos realizar progresos. (...) El único camino que podemos seguir es el de la democratización, incluyendo en ella la reforma de los mecanismos económicos y de su dirección, una reforma cuyo elemento principal consiste en acentuar el papel de los colectivos de trabajo. (...) Perestroika significa la iniciativa de las masas. Equivale a un desarrollo global de la democracia y de la autogestión socialista" (Mikhail Gorbachov, Perestroika, pp. 28, 29, 31).

En un discurso pronunciado el 2 de noviembre de 1987 en la sesión conjunta del comité Central del PCUS, el Soviet Supremo de la URSS y el Soviet Supremo de la RSFSR, Mikhail Gorbachov fue más explícito. "Lenin veía la misión histórica del socialismo en preparar por medio de un prolongado trabajo — que requiere varios años — el paso al comunismo. (...) El camino de la construcción de la nueva sociedad consta de una larga serie de transiciones. (...) La prestroika es una etapa histórica en el avance progresivo de nuestra sociedad. (...) Vemos con qué dificultad la gente se acostumbra a la nueva situación. (...) El problema consiste en (...) fomentar la autogestión. (...) El desarrollo de la autogestión se realizará principalmente a través de los soviets" (Mikhail Gorbachov, Octubre y la perestroika, la revolución continúa, Editorial de la Agencia de Prensa Nóvosti, Moscú, 1978, pp. 40, 42, 43).

La perestroika es presentada como una evolución de Rusia rumbo a la libertad, la autogestión en Occidente como una marcha hacia la igualdad. Promesa de más libertad en Rusia, donde ya hay igualdad, promesa de más igualdad en Occidente, donde ya hay libertad... Los dos bloques caminan hacia la libertad y la igualdad...

¿No se estarán dando los primeros pasos de una convergencia de regímenes autogestionarios?

 

6. Disgregación del Estado nacional rumbo a la confederación de comunas autogestionarias

a) El socialismo cambia de postura

Desde la Revolución Francesa hasta hace poco, las corrientes revolucionarias consideraban el regionalismo como una manifestación oscurantista y primitiva de apego al terruño y a tradiciones caducas. Creían que el progreso cosmopolita terminaría por homogeneizar las naciones, reuniéndolas bajo un gobierno mundial.

Este cuadro sufrió un cambio fundamental. Los sectores más aggiornati de las distintas corrientes revolucionarias, puestos en foco por la publicidad, han asumido las antiguas reivindicaciones regionalistas, aunque sin renunciar a la idea de una república universal.

¿Qué ha sucedido?

Las fuerzas partidarias de la autogestión han comenzado a utilizar las llamadas minorías étnicas como factores de disgregación del Estado y de la sociedad (105). En la práctica, tratan de incluir a dichas minorías en el conjunto de movimientos sociales y culturales anarquizantes puestos en marcha a partir del mayo del 68 francés. Para ello procuran insertar paulatinamente las reivindicaciones y aspiraciones regionalistas dentro de un flujo de hostilidad temperamental e ideológica que empieza manifestándose contra los excesos del centralismo estatal y se transforma poco a poco en un rechazo a la propia noción del Estado considerado en sí mismo.

Varios factores sirven a esta estrategia.

b) Una Constitución de "techo abierto"

El PSOE trabajó por una Constitución ambigua y flexible que permitiese un proceso autonómico con techo constitucional abierto (106). Y consiguió sus objetivos. El mismo Gregorio Peces-Barba, representante socialista en la Comisión redactora de la Constitución, afirmó que "la opción independentista cabe dentro de la Constitución" (107).

Al establecer las autonomías de manera ambigua, se abrió una vía cuyos extremos se pierden en las brumas de la indefinición del texto constitucional.

c) Dar la impresión de apoyo popular

Naturalmente, para disgregar el Estado y la sociedad, una acción revolucionaria no puede contar sólo con la ambigüedad de los textos constitucionales. Necesita dar la impresión de tener un gran apoyo popular y avanzar con impulso incontenible. Ahora bien, ¿cómo conseguir esto en una España en la cual, para dar pasos revolucionarios importantes, es necesario explicar que tan sólo se la está modernizando?

En otros términos, para desmantelar el Estado rumbo a una confederación autogestionaria es necesario evitar que las mayorías despierten, raciocinen, discutan y pidan explicaciones. ¿Cómo desmontar la unidad política del Estado español sin desencadenar tensiones, mostrando a la vez una presión revolucionaria supuestamente incontenible?

La respuesta nos la dan los hechos:

* El terrorismo blanco. Una minoría de dirigentes y agitadores sin respaldo popular puede ser suficiente —cuando la opinión pública está adormecida— para producir la ilusión de que en las entrañas de la realidad social se gesta una revolución.

Se crea dicha ilusión ya por la simbólica guerra de las banderas, con las ikurriñas ondeando solitarias en los ayuntamientos, ya por las pintadas ultrajantes al nombre de España en cualquier punto de las Vascongadas o de Cataluña. O mediante los lemas independentistas en bable, en Asturias; con caracteres árabes, en Andalucía; o, a falta de otra cosa, en cheso, en Aragón. Hasta el fútbol es aprovechado para el show independentista cuando se exageran artificialmente las disputas entre los "ultrasur" y los hinchas de equipos vascos o catalanes.

En medio de todo esto, el lendakari del País Vasco toma posesión del cargo sin esperar el decreto real ni jurar la Constitución. ¿Consecuencias? Ninguna...

¿Estos hechos son la expresión del legítimo y simpático deseo de afirmación regionalista? Evidentemente que no. El español medio mira a su alrededor y, no encontrando entre sus líderes naturales quién se los explique cabalmente, se apodera de él un malestar indefinido.

Después de la intranquilidad inicial, le asalta la duda en cuanto al alcance de las tensiones, pues generalmente no tienen consecuencias concretas inmediatas. Y finalmente se habitúa a vivir en una situación de inestabilidad crónica, que considera precaria e incierta.

* El terrorismo sangriento. Hasta fuerzas que parecen tener objetivos y métodos muy diversos se complementan en el orden concreto de los hechos. Considerada la situación en su conjunto, tanto el terrorismo blanco como el terrorismo sangriento aparecen como dos vertientes que llevan las aguas a un mismo caudal revolucionario. El terrorismo blanco crea la apariencia de un descontento popular a punto de estallar, y evita con eso que el terrorismo sangriento sea visto como practicado por una simple minoría de fanáticos aislados. Por su parte, la ETA asume el papel de un sector más exaltado del pretendido descontento popular profundo y generalizado, que no se detendrá mientras no consiga sus objetivos — objetivos que en cierta medida son elogiados como lícitos por importantes autoridades eclesiásticas y políticas —.

Son elogiados, en parte, porque ETA, aunque internacionalista y marxista, sabe también mostrar una faz simpática: se presenta artificialmente como representante de un pueblo que busca su identidad cultural, en rebelión contra la opresión centralista. ¿A cuántos esta imagen no habrá conducido al terrorismo, pensando que no existía otra solución para lo que en un primer momento fue su ideal regionalista?

A su vez, los métodos crueles y cobardes de la ETA confieren una apariencia de moderación a los excesos del terrorismo blanco. Frente a éste, los sectores autonomistas de izquierda, de centro, e incluso los conservadores, toman una posición análoga a la de los radicales del terrorismo blanco en relación a la ETA. Por fin, hay un amplio sector de la opinión pública que se divierte y duerme despreocupadamente mientras los acontecimientos toman un rumbo que conduce a la desintegración.

Consideremos otro aspecto de la cuestión. Los hechos que se vienen desarrollando en Vascongadas configuran un ensayo precursor de situaciones similares para otras regiones. Surgen organizaciones terroristas en Galicia y Cataluña, ligadas a la ETA y con objetivos semejantes. Sectores políticos en algunas comunidades autónomas comienzan a actuar de forma análoga a los movimientos separatistas del País Vasco.

Parecería entonces que, después de casi treinta años de actuación de la ETA, no tendríamos más remedio que convivir con la tensión permanente y con la idea de que España es una nación crónicamente enferma, cuya presente configuración institucional va dejando de ser viable. De esta forma se predispone a la opinión pública a aceptar soluciones inesperadas y concesiones dolorosas.

d) La Europa de los Pueblos

En este sentido, llama la atención el objetivo que está coligando a federalistas, autonomistas exacerbados e independentistas: la formación de una macrounidad poco cohesa, la Europa de los pueblos (según otra versión menos radical, la Europa de las regiones), con régimen autogestionario generalizado, desde el Atlántico hasta los Urales.

El PNV hizo suyo este objetivo en una resolución de uno de sus congresos. La "Europa de los Pueblos Libres" debe ser "globalmente democrática" e "inspirada por un espíritu igualitario", dentro de un orden socializado. Una Europa unida "bajo un techo estructural común político y económico", en la cual, superados los Estados actuales, se operará una "convergencia de sistemas político sociales" (entiéndase, de los sistemas capitalista y comunista) (108).

Al mismo tiempo, Jordi Pujol habla en Cataluña de la "Europa de las Regiones". El ambiguo lema de Convergencia i Unió, Catalunya é una nació adquiere tonalidades más definidas cuando Pujol declara en Israel: "En el sionismo hay hechos que, desde la perspectiva nacionalista, son muy interesantes y en ciertos aspectos repetibles en muchos movimientos nacionalistas" (109). O como cuando fue a Argentina en calidad de invitado de honor del presidente Alfonsín, acompañado por mil doscientas personas y con aires de jefe de Estado, para presidir la conmemoración del centenario de la Casa Catalana (110). O, finalmente, como cuando reclamó la presencia de una representación de las comunidades autónomas junto al Mercado Común Europeo, que fuera independiente de la representación diplomática española (111).

e) Un congreso revelador promovido por los socialistas

En Gerona, un congreso promovido en 1983 por el Ayuntamiento socialista reunió la flor y nata de la intelligentsia de izquierda, no faltando ni siquiera un sacerdote (el P. Díaz Alegría, S.J.). En este congreso se pudo vislumbrar lo que sería la España del siglo XXI si vencieran las corrientes revolucionarias. Abundaron las consignas independentistas. El filósofo de la tendencia anarco-socialista, Savater, las compendió de este modo: "No se puede reprimir la existencia del separatismo vasco, catalán o canario. El ochenta por ciento de los vascos se sienten independentistas. El País Vasco y Cataluña nunca se han sentido auténticamente España, sino prisioneras de España, colonias de España, o víctimas de España" (112).

Fue José Luis López Aranguren quien se mostró más conocedor de los vientos revolucionarios. En un ambiente dominado por la afirmación autonomista y hasta por el independentismo, dijo, sin temor a levantar protestas: "Llegará un día en que se tome un poco a broma la bandera española, la catalana y la vasca. Será el momento en que se pasará de los nacionalismos decimonónicos a los micronacionalismos del siglo XXI." Y completó su pensamiento: "Se va a llegar a la disolución del Estado nacional. Está en la marcha de la Historia" (113).

f) Un ex comunista es más claro: micronacionalismos autogestionarios rumbo a una república universal de nuevo estilo

Dos años después, hablando en París en el VII Seminario Internacional del Instituto Socialista de Estudios e Investigaciones, el ex dirigente del PCE, Manuel Azcárate, trazó con más nitidez la misma perspectiva para el futuro nacional: "Un progreso social exige una disminución del Estado nacional por arriba, hacia la entidad política europea", que sería "la Europa de los pueblos, sin duda, pero a la vez la Europa de las regiones, la Europa de las ciudades, la Europa de las entidades autogestionadas". Y concluyó: "Hablar de Europa cultural sin la Unión Soviética, e incluso sin los Estados Unidos, sin América Latina, ¿es posible?" (114).

 

Otro ejemplo de revolución "tranquila" y "asombrosa"

La reforma del Código Penal favorece la proliferación de la blasfemia y de la inmoralidad

El consenso social parece haberse vuelto más tolerante con relación a la blasfemia y a la inmoralidad. La legislación está siendo modificada sin traumas.

Hasta hace poco estaban caracterizados como delitos la blasfemia y el escándalo público, en los artículos 431, 432, 239 y 556 del Código Penal. Y eran castigados con prisión.

La Izquierda Unida-Esquerra Catalana presentó un proyecto de ley en virtud del cual fueron derogados esos artículos. La iniciativa, defendida por el diputado comunista Nicolás Sartorius, tuvo el apoyo del PSOE, del CDS, de Minorías Catalana y Vasca. Y, sorprendentemente, se abstuvieron AP, PDP y el PL.

El motivo esgrimido por Sartorius no tiene la rigidez persecutoria y anticlerical del laicismo ateo del pasado. Se trata simplemente de una medida "modernizante": "España — explica — sería un país más moderno" (cfr. Siempre palante, 1-11-87).

El 23 de febrero de 1988, la Comisión de justicia e Interior del Congreso de los diputados aprobó dicha iniciativa de Izquierda Unida. El ponente socialista, Francisco Granado, manifestó que también se despenaliza la blasfemia como tal, porque se entiende subsumida en el artículo 209 del Código Penal (Ya, 24-2-88).

 

7. Terrorismo de blasfemias y sacrilegios

Faltaba una pieza para completar el rompecabezas de la revolución cultural, que actúa simultáneamente con las revoluciones política, social y económica: la siniestra proliferación de las embestidas directas contra Dios, su Madre Santísima y la Religión Católica.

Asistimos a una interminable sucesión de festivales burlescos e irreverentes, exposiciones soeces y obras de "vanguardia" de todo tipo, que cuentan con el respaldo o, por lo menos, con la tolerancia de las autoridades socialistas, y que tienen como resultado la introducción paulatina de la blasfemia como ingrediente "cultural" de la vida cotidiana en España.

a) Una nueva forma de blasfemia y sacrilegio

La blasfemia y el sacrilegio de nuevo estilo no tienen las características con que se presentaban en el pasado; es decir, no parecen las expresiones furibundas de un odio doctrinal y sectario.

La blasfemia aggiornata es relativista. Se presenta festiva, inconsecuente y como una explosión del deseo de liberación de todo orden, en consonancia con la despreocupación tolerante, irénica y concesiva que domina la vida política actual y que es necesaria a la neorrevolución socialista.

Se presenta también como una burla lúdica de lo sagrado. Un ejemplo característico fue el cartel que mandó imprimir en 1986 el distrito madrileño de Chamberí, para las tradicionales fiestas de la Virgen del Carmen del 11 al 16 de julio. Representaba a una mujer con gafas, con la ropa interior visible y medio caída, con pantalón a rayas, y flotando en el aire en una posición que recordaba a la Virgen del Carmen. A sus pies, en el suelo, una mujer desnuda y un ser, medio mono, medio demonio, soltando una carcajada sardónica.

Frente al malestar generalizado que causó esta gratuita y brutal ofensa a una de las más arraigadas devociones marianas, Pilar Fernández, concejal presidenta de la Junta de Chamberí, explicó con descaro: "No hay que tomarlo tan a la tremenda, se trata de una representación lúdica de la Virgen" (115).

b) Blasfemias como recurso pedagógico de la revolución cultural

En Dimonis, obra muy favorecida por el Gobierno socialista (116), se usaba abiertamente la blasfemia como recurso pedagógico de la revolución cultural. Según la revista El Público, del Ministerio de Cultura, el "demonio mediterráneo" (personaje de la pieza teatral) es "un fauno de las almas que (...) frenéticamente pone en cuestión todos los tabúes establecidos por las convenciones que nuestra sociedad ha ido tejiendo". Los actores tienen una "intención desacralizadora" y son "lúdicos", "enormemente subversivos" (117).

Los gritos de "¡Viva nuestro Infierno!", "¡Muera Dios!", "¡Muera la Iglesia!", "¡No queremos fronteras, ni guardias, ni curas!" (118) no son presentados como actos de adoración formal al demonio, ni como una expresión del anticlericalismo clásico al estilo de las ferreradas de 1909 o de las huestes socialocomunistas del bando republicano. Según la acogida eufórica que les dispensó Cita en Sevilla, revista del Ayuntamiento socialista de la ciudad, serían más bien explosiones de espíritus irreverentes, "procaces y provocadores", que hacen sentir al público "la acidez corrosiva de los fuegos fatuos, la lucidez brillante de la desvergüenza" (119).

Durante las representaciones de la obra, auténticas clases de anarquismo, los actores crean un clima de juerga que culmina en la exaltación del libertinaje desenfrenado.

No extraña, pues, que al final de las funciones más enardecidas —como la de Granada— estalle el grito del público, que se dejó electrizar por la acción desarrollada en el escenario: "Lucifer, Lucifer, Lucifer"... (120).

Esta misma doctrina y la forma peculiar de difundirla aparecen también en obras teatrales como Teledeum, Los Virtuosos de Fontainebleau y Visanteta de Favara (121).

Ya hemos mencionado anteriormente la inmoralidad propagada por Visanteta de Favara. Sobre Los Virtuosos de Fontainebleau y Teledeum citemos algunos ejemplos de irreverencias blasfemas. La Virgen del Pilar es un hombre con bigotes, en actitudes grotescas y tocando la pandereta. Un "guardia civil" apunta a la cabeza de un preso con un crucifijo transformado en pistola. Un "francés" se baja los pantalones y ultraja de forma procaz las glorias de su país: "de Juana de Arco a Josep María Flotats" (122). En Teledeum, la Sagrada Forma es sustituida por el "catchupchrist", pedazo de pan ácimo con salsa de tomate encima. Un cardenal romano la vomita. Una monja norteamericana propone hacer un "bocata" con dos formas y en medio un "catchupchrist". Otro de los gags consiste en confundir el "lavabo" de la misa con un WC (123). El autor de Teledeum, Albert Boadella, enuncia su "regla básica" de creación artística: "Hacer que lo respetable se convierta en vil, lo blanco en negro" (124). El mismo reconoce que su teatro degrada la cultura y al público: "Sodomizamos públicamente a Julieta en el balcón, (..) somos todos titiriteros y comediantes de mal vivir" (125).

c) Insultos a Dios y satanismo "metafórico" en la prensa diaria

En El País, periodistas como Francisco Umbral no cesan de blasfemar, utilizando un lenguaje relativista que pretende estar liberado de todo prejuicio. Umbral se refiere a la Virgen de Covadonga como "fetiche portátil de Don Pelayo". La Macarena es para él la "madre vagamente incestuosa de la multitud" (126).

Resulta congruente que, junto al insulto a Dios y a María Santísima, aparezca el elogio al demonio.

Manuel Vicent, también en El País, coloca a Satanás como meta de la felicidad humana. El remordimiento por lo que se considera una mala acción es para él la gran causa de la infelicidad, de la cual Satanás se liberó. De este modo, "Belcebú en llamas" se convierte en modelo de lucidez para los hombres, y el Infierno, en "la gran escuela de liberación". "Desear el fuego eterno como una fuente de placer" [sic] es "la forma de salvación más moderna" (127). ¿Los entusiastas de la "modernidad" sospechaban que ella pudiese incluir el deseo del Infierno?

Francisco Nieva, en ABC, elogia al demonio, "condenado a sufrir injustamente" por ofrecer "placeres concretos, apasionadas y totalizadoras opciones. Casi lo mejor que tenemos — continúa diciendo — se lo debemos al demonio." Al paso que se burla del "ángel cambiante que me va a traicionar según le sople el loco viento de Dios".

El demonio — la gran víctima de la injusticia y el oprimido de la Creación — merecería el homenaje de los hombres, también víctimas de injusticias y opresiones: "¡Ah, qué solo dejamos al demonio! (...) a quien yo — sabiendo bien por qué — presento aquí mis respetos", concluye Nieva (128).

En este ambiente, ¿quién puede sorprenderse de que haya congresos de brujería como los de la Coruña y Pamplona, ambos con amplio respaldo oficial y propaganda en la prensa diaria? En el congreso de Pamplona, el profesor Barruezo describió los aquelarres en forma atrayente para el hombre contemporáneo: meras reuniones festivas que acababan en orgías sexuales por el uso de drogas alucinógenas (129).

Pero veremos a continuación que no es únicamente por medio de la promoción oficial o las páginas de la prensa que se instala en la vida cotidiana de los españoles la blasfemia y hasta el elogio a las "cualidades" satánicas.

d) El goteo incesante de las profanaciones y los robos sacrílegos

En el curso de los últimos años, profanaciones y robos sacrílegos suceden uno tras otro a lo largo y a lo ancho de la geografía nacional. En casi todas nuestras ciudades una iglesia ha sido asaltada, una imagen robada, algún sagrado objeto profanado.

Mencionaremos algunos ejemplos particularmente simbólicos:

En la cumbre del Pico Aneto, el más alto de los Pirineos, la imagen de la Virgen del Pilar que lo corona apareció un día decapitada. Autores: desconocidos...(130) Fue igualmente decapitada la imagen de San Francisco Javier, que dominaba el punto más alto de Navarra, a 2500 metros. Autores: también desconocidos (131). En Pamplona igualmente, autores desconocidos rompieron y mancharon con pintura algunas figuras del grupo escultórico situado en la confluencia de la Avda. de San Ignacio y las calles Cortes de Navarra y García Castañón, que representa al fundador de los jesuitas herido en su última batalla como oficial, donde defendió heroicamente la capital navarra.

En Orihuela (Alicante), la Cruz de la Muela — de 35 metros de altura y brazo horizontal de 25 metros —, que estaba en el monte del mismo nombre desde hace más de cuarenta años, fue aserrada y abatida (132). En Vitoria, la llamada procesión atea, con aires de estudiado ritual satánico, se realiza los Viernes Santos con quema de cruces, blasfemias e insultos a la Iglesia (133). Ni qué decir de los centenares de imágenes y cuadros robados, buena parte de ellos de alto significado religioso y gran valor artístico.

Las profanaciones sacrílegas contra el Santísimo Sacramento son de una gravedad sin comparación con las descritas anteriormente. En los últimos años estos atentados han proliferado, pero consignaremos sólo tres como ejemplos. En la iglesia de San Esteban, de Segovia, desconocidos arrancaron el sagrario del altar mayor y tiraron las hostias a la calle. "No fue para robar — comentó el párroco Bartolomé Ramírez —, [pues] aquí hay cálices y obras de arte importantes" (134). En Huesca, en la iglesia de San Lorenzo, desaparecieron las Sagradas Formas. El cura párroco temía que fuera para emplearlas "en alguna especie de misas negras" (135). En Palma de Mallorca, desaparecieron de la iglesia de San Ferriol dos copones con todas las hostias consagradas (136). Entretanto, estos hechos no son seguidos, normalmente, de actos de reparación y desagravio proporcionados.

Pero las razones para tanta torpeza no se muestran claramente. Estos hechos se dan habitualmente en una atmósfera ambigua y confusa. ¿Tal robo no habrá sido obra de un ladrón común? ¿Tal profanación no será la acción de un borracho o de un grupo punk drogado? La forma poco clara como estos sucesos se presentan crea en el público dificultades para juzgarlos, y sin un juicio claro no puede haber una reacción eficaz.

Considerados en su conjunto, los actos de impío vandalismo parecen querer representar a nuestros ojos un estallido exaltado y brutal, una explosión de liberación que irrumpe de forma espontánea e incontenible contra la Religión, sus dogmas, su culto y su perenne sacralidad — algo análogo al efecto del terrorismo etarra sobre el patriotismo español —.

El nuevo hombre que se gesta en una España "liberada" de su pasado se manifiesta aquí en sus elementos más instintivamente rebeldes y marginales.

e) Medidas oficiales de desacralización

Desde el poder, el PSOE completa su campaña de descristianización de España, introduciendo paulatinamente el laicismo total. Poco a poco la Religión va desapareciendo de los actos oficiales. Con las reformas del Reglamento de Honores Militares en 1984, el Santísimo Sacramento dejó de merecer honras máximas. Los honores que aún le son tributados son menores que los debidos a la Bandera, al Rey, al Príncipe de Asturias, al ministro de Defensa y, por supuesto, al jefe del Gobierno y al vicepresidente. Los honores debidos a la Santísima Virgen y a los Santos fueron abolidos (137).

Cataluña, Valencia, Murcia y Castilla-La Mancha decidieron suprimir de sus calendarios oficiales la fiesta de Santiago Apóstol, Patrono de España (138). A partir de 1984, el Jueves Santo pasó a ser día laborable en Cataluña, Valencia, Vascongadas, Extremadura y Baleares. De la misma forma, el 19 de marzo, fiesta de San José, fue declarado día laborable por las comunidades autónomas de las dos Castillas y Andalucía (139). Y por orden de la presidencia del Gobierno fue eliminado de los documentos oficiales el tradicional "Dios guarde a V.I. muchos años" (140).

La continua repetición de los sacrilegios anónimos, de las blasfemias en los medios informativos, así como las medidas oficiales de desacralización de la vida pública, todo ello deprime y aturde. Pero también habitúa. Y habituando, prepara el ánimo de la mayoría de los españoles para tolerar en el futuro atentados más radicales y audaces. En la vida cotidiana, la revolución avanza...

"Si el enemigo me hubiese afrentado…"

Las corrientes eclesiásticas progresistas aceptan como un hecho normal la autodemolición de la Iglesia. Un ejemplo de ello nos lo da Vida Nueva, habitual portavoz de esos sectores, cuando afirma: "Se camina hacia esa Iglesia que Jesús contemplaba: un puñado de levadura en medio de la inmensa artesa (...) ¿Que nos quedamos pocos? No todos están llamados a ser levadura, árbol, luz, sal. (...) Qué importa el número de católicos si es Cristo quien salva" (13/20-8-83).

En el camino de la autodemolición, no solamente se considera normal la disminución de la influencia y del número de los católicos, sino que se encara con benevolencia la crítica de los adversarios.

Aquella misma revista transcribió, sin hacer objeción alguna, el siguiente párrafo, publicado en Iglesia Viva: "La Iglesia se encuentra hoy en nuestro país en una situación social favorable para anunciar y vivir el Evangelio de Jesús de Nazaret. (...) La crítica anticlerical en una sociedad pluralista ha de ser asumida como instrumento normal de purificación" (Iglesia Viva, n° 109, febrero-marzo de 1984, apud Vida Nueva, 5-5-84).

Y se llega incluso hasta la blasfemia.

Monseñor Iniesta, obispo auxiliar de Madrid, escribió: "!Ya está está Dios bien sujeto, para que no haga ‘diabluras’ ni tonterías! (...) El Dios que se presenta en Jesús era verdaderamente muy bohemio, muy ácrata, muy liberal y hasta –Dios mío: yo no me atrevería si no constara en el Evangelio que te lo dijeron– muy libertino" (Escritos en la arena, PPC, Madrid, 1980, p. 28).

El P. José Luis Cortés, colaborador habitual de ciertas publicaciones eclesiásticas, sigue las huellas de monseñor Iniesta. Respecto de la Encarnación del Verbo de Dios, afirma lo siguiente: "Porque Dios, que aunque no está suscrito a Playboy, sabe un rato de señoras, no andaba buscando mujeres despampanantes para encarnar a su hijo". Se refiere, además, a la Santísima Virgen como "la hermosona and family", llevando su atrevimiento blasfemo al extremo de llamar a su castísimo esposo, "carpintero orejudo" (Para servir a Dios y a usted, PPC, Madrid, 1980, pp. 16, 21).

La obsesión autodemoledora en ministros del Altísimo hace recordar las palabras del Profeta Real: "Si el enemigo me hubiese afrentado, sí, que lo hubiera soportado, (...); ¡pero eras tú, compañero mío, amigo y familiar mío! ¡Con quien tuve dulce trato! En la casa de Dios anduvimos en reunión festiva" (Sl. 54, 13-15).

 

8. La "psicocirugía" revolucionaria

 

Es el momento de preguntarnos cuál es el efecto de este conjunto de hechos en el alma del español.

Como ya hemos dicho, la revolución socialista en curso es "tranquila": no impone por la fuerza la aceptación del estado de cosas que va creando, sino que induce a la opinión pública a aceptarlo con somnolencia. Nuestro pueblo está como un paciente —o una víctima medio inconsciente— que acepta ser anestesiado y operado en el ambiente aséptico de un quirófano. Los neorrevolucionarios están empeñados en extirpar una mentalidad e implantar otra radicalmente opuesta. ¿Y los instrumentos para la operación? Pues, nada menos que los hechos descritos anteriormente.

Ya nos hemos referido en el comienzo del ítem III al estado de la víctima. Expliquemos ahora esquemáticamente el proceso de esta "psicocirugía":

a) Exacerbar, a través de los más diversos recursos, el distanciamiento en relación a nuestro pasado católico y tradicional. Estos recursos varían desde el estilo optimista y despreocupado de ciertos hombres públicos prestigiados por la mass media hasta el uso de la televisión y de otros medios informativos para difundir la inmoralidad, la vulgaridad, el ateísmo y la blasfemia; desde el apoyo oficial a la contracultura "liberadora" hasta una educación relativista y permisiva; desde denigrar a los héroes y las gestas de nuestra Historia hasta la exacerbación artificial del independentismo.

b) El español común, cuyo sentido crítico está ofuscado, tiende así a aceptar la ruptura de la nación con su pasado y la consecuente marcha descristianizadora como si fueran el fruto de un consenso espontáneo y mayoritario y no de un programa. Tiende a ello, sobre todo, porque esa marcha le es presentada como una mera "modernización" —fenómeno ambiguo, indefinido, pero visto como incoercible—. Efectivamente, la mayoría de los españoles no habría concordado con esa marcha si no hubiese estado sumida en la apatía y no hubiera sido sometida a una estudiadada manipulación psicológica.

c) Este proceso permite al socialismo emprender reformas legales revolucionarias, que con el tiempo son consideradas normales. Un ejemplo de ello es lo que está ocurriendo con la LODE, el aborto, la legalización de asociaciones de homosexuales, etc.

d) Como el proceso es gradual y evita tener las apariencias de una acción concatenada o efectuar intervenciones bruscas, el desmoronamiento de las instituciones tradicionales y la disgregación social ocurren en un estilo y un ritmo que no provocan el despertar de la opinión pública.

En suma, todo esto ocurre como si se estuviera dentro de un quirófano. El español "anestesiado" consiente con somnolencia que su mentalidad sea manipulada, "psico-operada". Es un intento de crear un tipo humano que asimile por entero la revolución cultural socialista.

 

V. Un "hombre nuevo" para una "sociedad nueva"

El PSOE proclama su objetivo de formar un "hombre nuevo" apto para vivir en una "sociedad nueva" (141). Esta es la finalidad de su acción.

¿Qué tipo humano surgirá al impulso de la revolución cultural?

1. Un español que reniega de su pasado

Evidentemente, la revolución cultural constituye una negación radical de nuestras tradiciones cristianas; en modo alguno considera el progreso como un perfeccionamiento moral y espiritual que sigue las huellas de nuestros mayores. De triunfar esta revolución, los españoles seguirán teniendo en sus venas la sangre de sus antepasados, pero nada de su mentalidad ni de su carácter ni de su espíritu.

2. Un hombre sin certezas, que vive del Consenso

Los españoles somos categóricos y, no pocas veces, esta laudable característica ha llegado a exacerbarse, dando lugar a un individualismo desordenado y estéril.

El tipo humano forjado por la revolución cultural se caerá en la exageración opuesta.

El relativista, por el propio hecho de no tener certezas, es inseguro al analizar y juzgar. Para liberarse del malestar inherente a la perpetua vacilación, busca algo que sustituya las certezas que abandonó.

El instinto de sociabilidad le ofrece una aparente solución: pensar, querer y sentir como todo el mundo, evitando el desagrado de resistir al ambiente dominante. El relativista se convierte en un auténtico esclavo del consenso general. Y quien sepa maniobrar el consenso general podrá orientar a la población hacia donde lo desee.

En nuestro caso, este fenómeno de esclavitud a un consenso cada vez más igualitario y libertario —del cual todos participan, menos Dios, que es el gran ausente— no es nuevo. Un grupo de sociólogos constató la existencia de un hecho que causa preocupación y está generalizado entre la juventud española: la "exaltación de la idea comunitaria (el alma es el grupo) y del sentimiento casi tribal del 'nosotros' ", junto a la "desvalorización del mérito, el trabajo", y una "actitud lúdica y hedonista" frente a la vida (142).

Colectivismo psíquico, rechazo de la disciplina y del esfuerzo, el capricho por encima de todo, poco o ningún lugar para la razón y la lógica —he aquí las características de una existencia tribal primitiva—.

La inmersión en este consenso general, relativista, evolutivo e igualitario, preparará así a los españoles para la vida en las comunas autogestionarias, meta común de comunistas, anarquistas y socialistas.

 

VI. La experiencia española: "guía" y "expectativa" para los revolucionarios

La "vía española" suma la revolución cultural a las reformas estructurales cuidadosas y a un gran realismo político, con el objeto de forjar un pueblo radicalmente relativista e igualitario sobre las ruinas de la España tradicional y católica. Despierta la esperanza de los revolucionarios del mundo entero, que se hallan cansados de los fracasos de las distintas experiencias (rusa; maoísta; eurocomunista; camboyana; francesa autogestionaria, de Mitterrand; chilena, del socialismo en libertad de Allende; etc.). "Hoy — dice Alfonso Guerra — la experiencia socialista española está sirviendo de guía y expectativa al socialismo internacional" (143). El conocido teórico socialista Alain Minc lo confirma: "Aquellos que creen que la izquierda murió con el programa común no leen pues el español: ¿ignoran que el aggiornamento en el año 2000 no pasa por la ‘Bad Godesberg’ de los años 60, sino por la Madrid contemporánea?" (144).

El New York Times, describiendo la "movida" contestataria, llega a afirmar que Madrid es "la capital del mundo" y "el lugar donde hay que estar." (145).

 

VII. Frente a la revolución del PSOE desconcertante desinterés de sus opositores naturales

Sin embargo, la neorrevolución del PSOE parece no preocupar a la actual España somnolienta.

Es verdad que los líderes antisocialistas tratan de uno que otro aspecto tanto de la revolución cultural como de las reformas estructurales. La inmoralidad en TVE, la oleada de blasfemias y sacrilegios, la LODE, el intervencionismo estatal en la Medicina, y las reformas agrarias de Andalucía, Extremadura y Aragón han sido, entre otros puntos, objeto de denuncias.

Faltaba, sin embargo, la denuncia total y minuciosa del plan de conjunto, de sus razones doctrinales, de su estrategia, y de las relaciones entre los diversos frentes de demolición. Si esta denuncia no se hiciese, los estrategas de la neorrevolución podrían, en las 6 legislaturas durante las cuales los socialistas pretenden gobernarnos, extirpar de España las características que la hicieron otrora la nación más católica de la tierra.

¿No causa preocupación que frente a un partido que se impuso como meta prioritaria establecer nuevas costumbres, cambiar las mentalidades y fomentar una moral anárquica — objetivos más propios de una secta filosófico-religiosa que de una agrupación política —, los líderes naturales de la opinión pública conservadora y católica no hayan sentido hasta ahora la necesidad de una denuncia global y de una acción metódica y coordinada?

Para llenar este vacío, una comisión de estudios de TFP-Covadonga ha analizado el proceso revolucionario puesto en marcha por el PSOE. Hoy, TFP-Covadonga presenta al público su denuncia documentada, total y minuciosa en un libro-bomba: España, anestesiada sin percibirlo, amordazada sin quererlo, extraviada sin saberlo — La obra del PSOE.

En él se encuentra una explicación de cómo fue posible crear la presente apatía, qué provecho saca de la misma la neorrevolución socialista, y en qué consiste la psicocirugía practicada por el PSOE. Finalmente, coloca al alcance de todos un medio concreto y eficaz para oponérsele.


Notas

 

46) Respecto del carácter traicionero de Guillermo el Tarciturno, ver, por ejemplo, William Thomas Walsh, Felipe II, Espasa Calpe, Madrid, 1951, 4ª. ed., p. 453. Este historiador norteamericano le acusa de jugar un "doble e ignominioso papel", de "traidor de Felipe, al que había jurado fidelidad, y traidor a todo el mundo cristiano", por haber intentado que Turquía declarase la guerra a España. Sobre la legitimidad de la actuación de Felipe II véase Ricardo García Villoslada, S.J. y Bernardino Llorca, S.J., Historia de la Iglesia Católica — III Edad Nueva, BAC, Madrid, 1960, pp. 912-916 y Ludovico Pastor, Historia de los Papas, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, vol. XVIII, pp. 62-90 y vol. XIX, pp. 392-411.

47) ABC, 9-10-85.

48) Apud Beato Ezequiel Moreno y Díaz, Cartas Pastorales, Circulares y otros escritos, Imprenta de la Hija de Gómez Fuentenebro, Madrid, 1908, p. 477.

49) ABC, 9-10-85.

50) Ibídem.

51) Las declaraciones de monseñor Infantes Florido, obispo de Córdoba, son desgraciadamente un ejemplo de ello: "Nuestras viejas disidencias, las páginas violentas de nuestra Historia, nuestro reciente pasado de lucha fratricida, recibe el anuncio de la Mezquita-Catedral de Córdoba de que nos empeñemos en una tarea común y fraterna para la convivencia y la unidad de España" (ABC, 29-586).

52) El País, 9-2-85.

53) ABC, 12-10-84.

54) La Vanguardia, 18-1-87.

55) ABC, 22-7-85.

56) Apud Henri Arvon, Le gauchisme, PUF, París, 1974, p. 68.

57) Anteriormente, el PSOE había ayudado al Gobierno ucedista a demoler otros fundamentos institucionales de la familia monogámica e indisoluble. El adulterio y el amancebamiento fueron despenalizados por la ley del 26-5-78 (BOE, 30-5-78). El artículo 416 del Código Civil fue reformado por la ley 45/78 del 7-10-78 (BOE, 11-10-78), permitiendo el comercio y la propaganda de los anticonceptivos. La equiparación de derechos entre hijos legítimos e ilegítimos fue consagrada por la ley del 13 de mayo de 1981, que alteró los arts. 108 y ss. del Código Civil. La ley del 77-81 modificó el art. 53 del Código Civil, por lo que marido y mujer pasaron a tener iguales derechos y deberes. La misma ley también modificó los arts. 85-89 del referido Código, de lo cual resultó la introducción del divorcio.

58) PSOE, Resoluciones — XXVIII Congreso del PSOE, 1979, p. 18.

59) PSOE, Resoluciones — XXIX Congreso del PSOE, 1981, pp. 232-233.

60) Cfr. María José Ragué, Proceso a la familia española, Gedisa, Barcelona, 1977. Lidia Falcón, de la Organización Feminista Revolucionaria, afirmó: "La familia será lo último que se destruya. El movimiento feminista avanza y la mujer se irá preparando, concienciándose cada vez más de su situación. Las mujeres se unirán a este movimiento feminista y serán militantes feministas (...) incluso destruirán su familia" (ib., p. 31). Lo mismo sostiene un grupo de feministas de Barcelona: "Es evidente que la familia debe desaparecer totalmente" (ib., p. 35).

61) PSOE, Resoluciones - XXVIII Congreso del PSOE, 1979, pp. 16.17.

62) Ibídem, p.16.

63) Cfr. Comentario Sociológico, juldic. 1984, p. 132. Ver también la carta de María Fernanda Prado, presidenta de la Comisión de Enseñanza de A.P.

de Barcelona, El País, 27-10-1984.

64) El País, 25-6-1985.

65) En el cuaderno Centros Asesores de la Mujer, editado por la Secretaría Federal de Politica Sectorial del PSOE, se explican los objetivos de estos centros: "Incidir en la comunidad vecinal impulsando los valores de la cultura feminista y su progresiva asunción por quienes luchamos por una nueva sociedad, la sociedad socialista." Tendrán un "papel concienciador" para ser "un instrumento de cambio del sistema actual" y así "imponer una transformación profunda de la vida cotidiana de las personas" (pp. 8 Y 9).

66) PSOE, Resoluciones — XXIX Congreso del PSOE, 1981, p. 235.

67) Ministerio de Educación y Ciencia, Proyecto para la reforma de la Enseñanza, p. 21.

68) Apud Javier Tussel, "Maraval no sabe", en YA, 14-10-83.

69) Ministerio de Educación y Ciencia, op. cit., p. 23.

70) Ibídem.

71) PSOE, XXVII Congreso, p. 200.

72) YA, 19-3-87.

73) Renovación, julio-agosto de 1977, p. 23.

74) Cfr. Renovación, n°s. 3 y 4, 27-9-77, p. 45.

75) El Público, octubre 1986, p. 46.

76) Ibídem, p.45.

77) Ibídem, p.46.

78) Ayuntamiento de Madrid — Aula Municipal de Cultura, Primera Semana Española del Erotismo, Madrid, junio 1984.

79) El País, 3-7-86.

80) Ibídem.

81) Villa de Madrid, 15-6-84.

82) ABC, 27-6-86; El País, 10-8-86, 5-9-86 y 3-7-87; Ya, 2-8-86.

83) El País, 23-7-86.

84) La posición asumida por los así llamados órganos de prensa moderados facilita su aceptación. ABC, en su columna editorial, comenta de la siguiente manera la generalización del "top-less": "Las modas son las modas, ni buenas, ni malas, ni pías, ni pecaminosas. Son, simplemente, modas, que suelen encontrar una resistencia inicial y que luego se van imponiendo. (...) Con escándalo de muchos, se ha impuesto ya en España, como en el resto de Europa, el llamado 'topless' , tanto en playas como en piscinas. Es la nueva moda. (...) Ni estamos a favor, ni estamos en contra" (ABC, 17-6-84). Un destacado columnista del mismo periódico, Antonio Burgos, no duda en hablar del "avance social, cultural y si me lo permiten hasta ideológico y religioso que nos viene marcado justamente por el 'top-less'". Y agrega: "Con todos los respetos para aquellos santos varones, me atrevo ahora a pensar qué hubieran dicho los cardenales Segura o Pildain de haber alcanzado estos tiempos. No, no anda el episcopado ya preocupado por estos temas. Como no anda España. (...) Progresar es perder la capacidad de sorpresa" (ABC, 22-7-85).

85) PSOE, Resoluciones — XXIX Congreso del PSOE, 1981, pp. 217-218.

86) Cfr. Liberación, 15-12-84.

87) Ibídem, 6-12-84.

88) Cfr. El País, 6 y 8-2-87.

89) El País semanal, 2-3-86.

90) Dice la resolución del XXIX Congreso del PSOE sobre los "movimientos

sociales": "Las organizaciones de defensa de los consumidores, de pacifistas, de ecología, feministas, asociaciones de vecinos, de homosexuales (...) asociaciones de derechos humanos, etc.(...), constituyen diversas formas de lucha reivindicativa. (..) Buscan soluciones en un nuevo tipo de sociedad y desde la perspectiva de la revolución de la vida cotidiana. Aparecen como movimientos cuyos límites no vienen dados por la lucha reivindicativa. Se sitúan en el marco de transformaciones profundas y radicales de la sociedad". El PSOE debe desarrollar una política de apoyo a los movimientos sociales y "se compromete a impulsarlos y desarrollarlos" (pp. 201, 203, 205).

En el Congreso Extraordinario de 1979, el PSOE se compromete a potenciar "la participación popular y el protagonismo de los colectivos marginados y, subordinados", entre los cuales está el de los homosexuales (p. 16).

91) El País, 7-5-86.

92) Manuel Vicent elogia al negro degradado por la barbarie tribal. Pero es evidente que no vería con simpatía al que, santificado por la práctica de los Mandamientos, llegara a un alto grado de civilización. La Iglesia, muy por el contrario, venera como santos a numerosos negros.

93) El propio Alfonso Guerra declaró a dirigentes e intelectuales del PSOE, en el I Encuentro de Jávea, en septiembre de 1985: "El marxismo ha dejado de ser un texto ideológico claro. (...) También han dejado de serlo las concepciones económicas colectivistas. Me refiero a las nacionalizaciones" (Alfonso Guerra y otros, El futuro del socialismo, Editorial Sistema, Madrid, 1986, p. 14).

94) R.G. Cotarelo, "El Modelo de Sociedad", en Alfonso Guerra y otros, El futuro del socialismo, p. 169.

95) Ignacio Sotelo, "Socialismo y Cultura", en PSOE, Propuestas Culturales, Mañana Editorial, Madrid, 1978, p. 28.

96) "Si pasamos al segundo nivel, que sería la reflexión y la estrategia para incorporar a la protección de los derechos fundamentales las perspectivas socialistas, eso supone a mi juicio una doble tarea: primero una tarea para desfundamentalizar y apartar algunos derechos (...) como el derecho de propiedad y las libertades de comercio o de industria. A través de esa tarea, y con el ritmo que nuestras fuerzas estratégicamente estudiadas permitiesen, habría que ir progresivamente a una propiedad social o estatal de los medios de producción" (Gregorio Peces-Barba, "Socialismo y Estado de Derecho", en Felipe González y otros, Socialismo es libertad - Escuela de Verano del PSOE, 1976, Edicusa, Madrid, 1976, pp. 124-125).

97) También en este punto el socialismo contradice frontalmente la doctrina social católica, que afirma el carácter preponderantemente personal del derecho de propiedad: "El derecho de propiedad, en el individuo y en la familia, se deriva inmediatamente de la naturaleza de la persona, derecho, por lo tanto, unido a la dignidad de la persona humana, que lleva consigo, ciertamente, obligaciones sociales, pero el derecho en sí, no es solamente una función social" (Pío XII, "Radiomensaje al Katholikentag de Viena" 55, 14-9-52, Discorsi e Radiomessagi, vol. XIV, p. 314).

98) Sobre la reforma agraria andaluza ver, por ejemplo, la ley del 3-7-84, artículos 15, 19, 20, 21, 28, 36-39, 42, 43 y 44 y el estudio de José María Sumpsi, "Estructuras agrarias y política de reforma", en Pensamiento Iberoamericano, n° 8, julio-diciembre de 1985, pp. 247, 248, 255-257. Sobre la reforma agraria extremeña, ver la Ley 1/1986 de 2 de mayo sobre la Dehesa en Extremadura, arts. 13-25, 30, anexo II; Ley 3/1987 sobre tierras de regadío, arts. 10, 11, 12, 24-29. Sobre la reforma agraria aragonesa ver la Ley 3/1987, del 10 de marzo, arts. 4-7, 16, 19, 22, 23.

99) Cfr. la Ley 29/1985, arts. 50, 57. Disposiciones Transitorias primera, segunda y tercera, n° 1, 2 y 3, respectivamente.

100) PSOE, Resolución Política del Congreso Extraordinario, 28/29-9-79, p. 2.

101) Ibídem, p. 1.

102) Cinco Días, 17-1-86; El País, 14-1-86.

103) Técnicas y Cuadros, febrero 1986, p. 13.

104) Ibídem.

105) TFP-Covadonga nunca vio en el regionalismo en cuanto tal un factor de desmembramiento de España, sino una condición de organicidad de la propia unidad nacional. Una nación que pretendiese establecer su unidad basada en el aniquilamiento de las peculiaridades regionales estaría atentando contra la fuente de su propia vida.

106) Las resoluciones del XXVII Congreso del PSOE, de diciembre de 1976, que sirvieron de pauta oficial para la participación socialista en la elaboración de la Constitución, afirman: "El PSOE, dentro de su perspectiva autogestionaria, estima necesario poner en práctica una estrategia tendiente a prefigurar las instituciones políticas que van a ser el medio de gestión de la sociedad socialista. En este sentido, la lucha por las libertades de las nacionalidades y regiones se inserta dentro de nuestra política para la autogestión de la sociedad (...) El PSOE propugna la instauración de una República federal, integrada por todos los pueblos del Estado español (...) dentro de un marco constitucional abierto" (p. 128).

107) Apud Angel Palomino, "La vida cotidiana", en Rafael Abélla y otros, España diez años después de Franco (1975-1985), Planeta, Barcelona, 1986, p. 201.

108) Cfr. Partido Nacionalista Vasco, Planteamientos Político, Socio-Económico y Cultural, Documentos de la Asamblea Nacional, marzo 1977, pp. 11, 13, 53, 54. El PNV advierte que "el pueblo vasco no debe caer en la tentación de pretender darse a sí mismo una estructura estatal caduca y superada", sino luchar "por un Estado vasco autónomo que sea un ente político progresivo", con "modelos de producción cada vez más democráticos y participativos" (op. cit., pp. 47, 49).

109) La Vanguardia, 9-5-87.

110) Cfr.: El Alcázar, 10-8-86; El País, 13-8-86; Ya, 9-8-86, 14-8-86.

111) ABC, 9-3-86.

112) ABC, 26-2-84.

113) Ibídem.

114) Politique aujourdhui, número "hors-série", 1985, pp. 43-45. Corroborando las afirmaciones de Manuel Azcárate, Mario Onaíndia, secretario general de Euskadiko Ezquerra se pronunció a favor de la constitución de una Europa de los pueblos, "una nación europea en la que quepamos todos", que no termina en el "telón de acero" (Diario 16, 27-5- 87).

115) ABC, 9-7-86; 12-7-86; 16-7-86; El Alcázar, 9-7-86; 17-7-86; 22-7-86; El País, 9-7-86; Ya, 17-7-86.

116) El grupo teatral Els Comediants, que escribió y representó la pieza Di-monis, recibió el Premio Nacional de Teatro de 1983, concedido por el Ministerio de Cultura (cfr. El Alcázar, 185-84). Por otra parte, numerosos Ayuntamientos y organismos públicos le están suministrando facilidades logísticas y financiación.

117) El Público, octubre 1983, pp.5 y ss.

118) Según grabación en cinta magnetofónica hecha durante una función en Granada.

119) Apud Ya, 15-5-84.

120) Cfr. nota 118.

121) Cfr.: ABC, 31-5-87; El Alcázar, 10-3-87; El Día, 6-8-86; El País, 28 y 30-10-85; 6 y 8-8-86; El Público, octubre de 1986, pp. 45-47.

122) El País, 28 y 30-10-85.

123) ABC, 22-4-84.

124) Ibídem.

125) Cuadernos de El Público, n° 4, mayo de 1985, p. 71.

126) El País, 2-6-86.

127) El País, 1-7-86.

128) ABC, 4-5-86.

129) ABC, 27-9-86, 21 y 31-10-86, 2-8 y 11-11-86.

130) El Alcázar, 21-8-86; El Día, 19, 21 y 26-8-86; Iglesia en Zaragoza, 12-10-86.

131) El Alcázar, 14-8-85.

132) ABC, 4-1-85.

133) El Alcázar, 13-4-85; Catalunya Cristiana, 21 a 27-4-85.

134) El Alcázar, 3-4-84.

135) El Día, 17-11-84.

136) El Alcázar, 4-5-85.

137) BOE, 4-5-84; El País, 20-11-84. Ver también BOE 3 y 4-5-63.

138) ABC, 23-10-83; El Alcázar, 30-10-83 y 25-7-84.

139) ABC, 20-3-84 y 12-4-84; El Alcázar, 20-3-84; El País, 17-3-84 y 20-3-84.

140) ABC, 18-6-86 y 23-7-86.

141) Afirman Felipe González y Alfonso Guerra: "La construcción de una sociedad socialista autogestionaria es una tarea difícil, difícil y tal vez larga. (...) Lo que está en juego es la transformación profunda de la sociedad, la conquista de unas relaciones entre los hombres radicalmente diferentes de las que existen hoy; lo que está en juego, en pocas palabras, es cambiar la vida. (...) En esta fase de construcción del socialismo se trata de sustituir las instituciones y estructuras del sistema capitalista por un nuevo modo de producción, por unas relaciones sociales de producción nuevas, por un hombre nuevo y una nueva sociedad" (Felipe González y Alfonso Guerra, Partido Socialista Obrero Español, Albia, Bilbao, 1977, pp. 19 y 22).

142) Cfr. Fundación Santa María, "Informe sociológico sobre la juventud española 1960/1982", en Comentario Sociológico, enero-junio 1985, pp. 50 a 53.

143) ABC, 19-8-86.

144) Bad Godesberg fue el local del Congreso de 1959 del Partido Socialista Alemán (SPD), a partir del cual el socialismo comenzó en dicho país la conquista efectiva del poder. En el vocabulario político este nombre ha pasado a ser un símbolo de renovación y eficacia.

145) Apud Carlos Iriart, "La movida en el escaparate", en El País, 16-9-85.


 

   

 

 

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