Plinio Corrêa de Oliveira em 1964 na porta da Sede do Conselho Naciona da da TFP, na Rua Pará em São Paulo

Plinio Corrêa de Oliveira

AMBIENTES, COSTUMBRES, CIVILIZACIONES

 

Dos cuadros, dos mentalidades, dos doctrinas

 

"Catolicismo" N° 6, Junio de 1951

Bookmark and Share

Haga el lector un ejercicio de imaginación, y suponga que le sea posible regresar a los tiempos de Cristo, y visitar la habitación modesta donde vivía la Sagrada Familia en Nazaret. Al entrar, usted encuentra a la Virgen jugando con el Niño; y que dichas personas fuesen exactamente como Rouault (siglo XX) los imaginó en el cuadro que reproducimos a su izquierda.

¿Esa imagen colmaría su expectativa? ¿Corresponde a lo que se debería esperar de la Madre de Dios, y del propio Verbo Encarnado? ¿Encontraría en esas figuras un reflejo auténtico del espíritu cristiano, de las virtudes inefables de Jesús y María? Evidentemente no.

Por lo tanto, quien se empeñe en que el arte cristiano refleje de modo digno y apropiado el espíritu de los Evangelios y de la Iglesia, no puede ser indiferente a que cuadros de este género se generalicen entre los fieles.

Virgen de Rouault

¿Qué terminará pensando y sintiendo sobre la Sagrada Familia un pueblo que tenga frente a sí obras pictóricas o escultóricas de este jaez? El arte cristiano tiene la misión de auxiliar dentro de sus posibilidades peculiares la difusión de la sana doctrina, y no se puede considerar que el espíritu de este cuadro sea propicio para dicho fin.

*   *   *

Para aclarar mejor estas afirmaciones, consideremos cuanto es eficaz, por el contrario, para hacer comprender por los sentidos lo que la Iglesia nos enseña sobre Jesús y María, este cuadro del “Maitre de Moulins”, (siglo XV) representando también a la Virgen y el Niño.

Virgen y el Niño - Maitre de Moulins



Tradução colhida do site Acción Família. Artigo: Dos cuadros, dos mentalidades, dos doctrinas