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Parte III
Cuando las TFPs suman sus esfuerzos
Sección Primera Tres libros de Plinio Corrêa de Oliveira de amplia difusión internacional
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1963
ACUERDO CON EL REGIMEN COMUNISTA:
¿Deben o no los católicos aceptar la coexistencia pacífica con el comunismo? De la respuesta a esta pregunta depende la solución de uno de los mayores problemas de nuestro tiempo. En La libertad de la Iglesia en el Estado comunista, libro elogiado por la Santa Sede y que transpuso la Cortina de Hierro, el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira demuestra por qué los fieles deben rechazar todo y qualquier acuerdo con los comunistas que implique omisión en la defensa de los Mandamientos de la Ley de Dios.
Se acerca a su fin la segunda sesión del Concilio Vaticano II abierto el 11 de octubre de 1962 por Juan XXIII. En ese Concilio, que quiso ser pastoral y no dogmático (es decir, que no se reunió para definir verdades de Fe, sino para dar soluciones prácticas a los grandes problemas que afligían a la Iglesia), la cuestión del comunismo no fue debatida. Incluso circularon rumores de que estaba prohibida cualquier referencia al tema, en atención a la condición impuesta por el gobierno soviético para la asistencia de observadores de la iglesia cismática rusa a la Magna Asamblea. Sin embargo, el asunto no podía ser ignorado. El comunismo es el enemigo de la Iglesia por antonomasia a ambos lados de la Cortina de Hierro. Es el adversario más radical en el campo doctrinal, el mejor articulado y más eficaz en el plano táctico, y el más universal de todos los que se le han opuesto en sus dos mil años de Historia. No obstante, después de una fase de persecución atroz, los comunistas se dan cuenta de que es necesario debilitar la oposición de los católicos para que la implantación del régimen colectivista sea duradera en los países donde este existe y para que consiga extenderse al resto del mundo. El primer ofrecimiento de colaboración es hecho a los católicos en el famoso discurso de Radio París, el 17 de abril de 1936, cuando el líder comunista francés Maurice Thorez inicia la "política de la mano tendida".
En la “Divini Redemptoris”, Pío XI enseña: "El comunismo es intrinsecamente malo y no se puede admitir que colaboren con él en terreno alguno los que quieren salvar de la ruina a la civilización cristiana"
Pío XI reacciona enérgicamente ante esta propuesta y alerta a los fieles sobre la falacia de la maniobra en la célebre alocución Siamo ancora del 12 de mayo de 1936. Un año más tarde dedica una Encíclica al tema —la Divini Redemptoris, del 19 de marzo de 1937— en la cual afirma terminantemente: "En otras partes, los comunistas, sin renunciar en nada a sus principios, invitan a los católicos a colaborar amistosamente con ellos en el campo del humanitarismo y de la caridad, proponiendo a veces, con estos fines, proyectos completamente conformes al espíritu cristiano y a la doctrina de la Iglesia. En otras partes acentúan su hipocresía hasta el punto de hacer creer que el comunismo en los países de mayor civilización y de fe más profunda adoptará una forma más mitigada, concediendo a todos los ciudadanos la libertad de cultos y la libertad de conciencia. Hay incluso quienes, apoyándose en algunas ligeras modificaciones introducidas recientemente en la legislación soviética, piensan que el comunismo está a punto de abandonar su programa de lucha abierta contra Dios. Procurad, venerables hermanos, con sumo cuidado que los fieles no se dejen engañar. El comunismo es intrínsecamcnte malo, y no se puede admitir que colaboren con el comunismo en terreno alguno los que quieren salvar de la ruina la civilización cristiana. Y si algunos, inducidos al error, cooperasen al establecimiento del comunismo en sus propios países, serán los primeros en pagar el castigo de su error" (3). Las categóricas medidas de Pío XI contribuyen a circunscribir esa incipiente infiltración comunista en el campo católico que, sin embargo, continúa solapadamente incubada en los medios progresistas. Al finalizar la II Guerra Mundial, debido al clima colaboracionista creado por la Conferencia de Yalta, el problema se vuelve a plantear con fuerza. En 1949, Pío XII aprueba el decreto de la Sagrada Congregación del Santo Oficio que fulmina una vez más, con pena de excomunión, toda colaboración con los comunistas. En 1958 muere Pío XII y es elegido Juan XXIII. La crisis progresista va asumiendo proporciones alarmantes en la Iglesia. En la mente de innumerables fieles se debilita la certeza de la incompatibilidad fundamental entre la Religión Católica y el comunismo. En los días que anteceden al Concilio Vaticano II, los líderes de los países dominados por la secta roja comienzan, muy discretamente, a despertar la esperanza de que cesará la persecución religiosa, siempre y cuando los católicos dejen de combatir el régimen comunista.
"Ante
la opción dramática de la hora presente, que ponderan los pro y los contra como si Dios no existiese" (Plinio Corrêa de Oliveira)
Los síntomas de este deshielo atraen desde el primer momento la atención del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, quien tiene la oportunidad de discutir el problema con algunos prelados durante su permanencia en Roma para asistir a la primera sesión del Concilio. Esos eclesiásticos están de acuerdo en que no es lícito a los católicos dejar de combatir el régimen socioeconómico del comunismo, a cambio de una promesa de libertad de culto. No obstante, piensan que es difícil demostrar esta tesis. En esas circunstancias, Plinio Correa de Oliveira decide escribir el ensayo La libertad de la Iglesia en el Estado comunista, publicado inicialmente en "Catolicismo" (4). Con la lógica y la elegancia características de su estilo, plantea el problema y demuestra de manera irrefutable que los católicos deben rechazar todo y cualquier acuerdo con los comunistas que implique omisión en la defensa de los Mandamientos de la Ley de Dios. Concretamente el 7° y el 10°, que fundamentan la propiedad privada. Ni siquiera la perspectiva de un recrudecimiento de la persecución o de una guerra mundial —con la consecuente hecatombe termonuclear— puede llevar a los católicos a ceder en los principios contenidos en aquellos dos mandamientos del Decálogo y que se oponen diametralmente al colectivismo comunista.
El estudio transpone la Cortina de Hierro. El diario "comuno-católico" polaco "Kierunki" publica en primera página un violento ataque a las tesis de Plinio Corrêa de Oliveira, lo que da origen a una polémica de repercusión internacional
El ensayo es traducido al español, francés, inglés e italiano y distribuido en Roma a los 2.200 Padres Conciliares. Se encarga de este servicio el escritorio de la TFP brasileña instalado en la Ciudad Eterna con motivo del Concilio (5). También es entregado a los 450 periodistas del mundo entero presentes en Roma en esa ocasión. Es posible que esta distribución haya sido la causa de la resonancia que La libertad de la Iglesia en el Estado comunista encuentra detrás de la Cortina de Hierro, como más adelante diremos. El día 4 de enero de 1964, "Il Tempo", el mayor diario de Roma, publica integramente el estudio del Profesor Plinio Corrêa de Oliveira, con lo cual se levanta, en pleno corazón de la Cristiandad, el problema que el Concilio inexplicablemente no considera (6).
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Mientras tanto, La libertad de la Iglesia en el Estado comunista va haciendo su camino y no sólo en el Mundo Libre. La obra transpone 1a Cortina de Hierro y en Polonia, apenas dos meses después de publicada la primera edición brasileña, recibe un ataque que pretende ser una réplica por parte de Tadeusz Mazowiecki, redactor jefe de la revista "Wiez", diputado del grupo católico Znak y hoy primer ministro del Gobierno polaco en coalición con el Partido Comunista. En marzo de 1964, el movimiento comuno-católico Pax también ataca violentamente la obra a través de sus órganos "Kierunki" y "Zycie i Mysl", en un extenso artículo titulado Carta abierta al Prof. Plinio Corrêa de Oliveira (7). Plinio Corrêa de Oliveira responde a través de "Catolicismo" y el periodista Z. Czajkowski publica otra carta abierta en los mismos periódicos. "Nuestra discusión —afirma el camarada Czajkowski— suscitó gran interés en Polonia, como lo atestiguan las noticias e informaciones publicadas al respecto en otros periódicos polacos, que toman la misma actitud que yo respecto a sus tesis". El Profesor Plinio Corrêa de Oliveira contesta desde las páginas de "Catolicismo" a este segundo ataque y reduce a sus adversarios al silencio (8). La polémica tiene repercusiones internacionales y envuelve a la conocida publicación católica de París "L'Homme Nouveau" (9), favorable a la obra, así como al turbulento órgano comuno-progresista francés "Témoignage Chrétien" (10), que se pone del lado de Pax. En mayo de ese mismo año, otra vez en las páginas de "Catolicismo" (11), el Profesor Plinio Corrêa de Oliveira publica una nueva edición del ensayo, en la que desarrolla con más amplitud algunos de sus argumentos. De esta forma atiende los pedidos de diversas personalidades. Con ocasión de la 10ª. edición brasilena, en agosto de 1974, el autor cambia el título a fin de resaltar la tesis tratada: Acuerdo con el régimen comunista: para la Iglesia, ¿esperanza o autodemolición?
Tadeusz Mazowiecki (abajo, a la izquierda), actual primer ministro del Gobierno polaco en coalición con el Partido Comunista, es uno de los que escribe contra "La libertad de la Iglesia en el Estado Comunista" en 1963
"La
libertad de la Iglesia en el Estado comunista" merece de Seminarios y Universidades:
"eco
fidelisimo de todos los documentos del
La obra es traducida a ocho idiomas (español, alemán, francés, húngaro, inglés, italiano, polaco y vietnamita) y tiene 38 ediciones, con un total de 171.000 ejemplares. Además, es reproducida en su totalidad por 39 diarios y revistas de 13 países (12). Y aparecen reseñas y comentarios en innumerables publicaciones. Estaba reservada para La libertad de la Iglesia en el Estado comunista la alentadora aprobación de la Santa Sede. El 2 de diciembre de 1964, la Sagrada Congregación de los Seminarios y Universidades (hoy Sagrada Congregación para la Educación Católica) envía una carta al entonces Obispo de Campos, Monseñor de Castro Mayer, elogiando al Profesor Plinio Correa de Oliveira "merecidamente célebre por su ciencia filosófica, histórica y sociológica" y augura "la más amplia difusión al denso opúsculo, que es un eco fidelísimo de todos los Documentos del Supremo Magisterio de la Iglesia, inclusive las luminosas Encíclicas `Mater et Magistra' de Juan XXIII y 'Ecclesiam Suam' de Pablo VI". La carta, firmada por el Cardenal Giuseppe Pizzardo, Prefecto de ese Sagrado Dicasterio, y refrendada por su Secretario Monseñor Dino Staffa, posteriormente Cardenal, constituye un valioso testimonio del acierto con que el autor demuestra la compleja tesis y de la fidelidad de su doctrina a la ortodoxia católica.
Notas 3. Doctrina Pontificia — Documentos Políticos, BAC, Madrid, 1958, p. 708. 4. N° 152, agosto de 1963. 5. Cfr. "Catolicismo", N° 157, enero de 1964. 6. La Constitución Pastoral Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II, en nota al pie de página referente al problema del ateísmo, cita la Encíclica Divini Redemptoris de Pío XI y algunos documentos del Magistcrio Pontificio que, entre otros errores, condenan también al comunismo. Esta nota ha sido usada como argumento para la afirmación de que el Concilio no fue enteramente omiso en condenar al comunismo. No es éste, sin embargo, el lugar adecuado para tratar de un tema tan delicado. 7. "Wiez", N° l1-12, Noviembre/Diciembre de 1963; "Kierunki", N° 8, 1-3-1964 y "Zycie i Mysl", N°' 1-2 de 1964. 8. "Catolicismo", N° 162, junio de 1964 y N° 170, febrero de 1965. 9. Del 3-5-1964. 10. N° 1035, de 1964. 11. N° 161. Esta versión es distribuida por el escritorio de la TFP en Roma durante la tercera Sesión del Concilio. 12. "Nouvelles de Chrétienté", París, "La Croisade", Cadars, Francia; "Crusade for a Christian Civilization", Nueva York; "Unidad", Miami, "The Wanderer", Minnesota y "Duyen Ngheo", revista en vietnamita de California, Estados Unidos; "Il Tempo", Roma, "Cristianità", Piacenza, Italia; "O Apostolado", Luanda, Angola; "A Voz", Lisboa, Portugal; "Mundo Mejor" y "Lectura", Méjico; “¿Qué Pasa?”, Madrid, "Cristiandad", Barcelona, España; "Der Ordensdirektor", Innsbruck, Austria; "Credo" e "Inconformidad", Bogotá, "El Colombiano", Medellín, Colombia; "Cristiandad", La Paz-Santa Cruz, Bolivia; "Tradición, Familia, Propiedad", Buenos Aires, Argentina; "Fiducia", Santiago, de Chile. En Brasil: "Diario de São Paulo", "Diario do Comercio", "Diario do Comercio e Industria", "Gazeta Mercantil", "A Gazeta Esportiva", São Paulo; "Diario de Minas", "Correio de Minas" "Folha de Minas, todos de Belo Horizonte; "Jomal do Dia", Porto Alegre, "Semana Catolica", Salvador, "Correio de Ceará, Fortaleza, "A Voz do Povo", Olimpia, "A Comarca", Araçatuha, "A Semana", Pouso Alegre. |